jueves, julio 24, 2008

la de los jueves 24 julio 2008

Hola lectoras y lectores amables, es jueves y aquí estamos de nuevo. Jueves 24 de Julio. Juguemos un poco con los números y las fechas: Jueves como lo fue el 24 de Enero, lo mismo que el 24 de Abril y no volverá a ser Jueves 24 hasta Septiembre de 2009, cosas de las casualidades o del destino, pero lo importante es que estamos aquí para atestiguarlo. Dedico este jueves 24 al que escucha, que es un 2 (orejas), al que observa, también un 2 (los ojos) y al que ama, que siempre es un 2 (a veces pasa a ser un 3, pero en qué lío se mete uno). Dedico este jueves a mis hijas y mi esposa, a mis familiares y amigos, que son las 4 realidades sobre las que gira mi vida. Dedico este jueves a los coahuilenses, muy especialmente a mis paisanos nigropetenses, y a los que moran las 24 entidades que visitó AMLO recientemente en una gira por Coahuila (Sierra Mojada, Ocampo, Cuatro Ciénegas, Progreso, entre otros) y de paso les pido que no se dejen convencer por el canto de esta sirena tabasqueña: no es posible sacar adelante al país con las ideas y actitudes de este señor, que no es lo de su tendencia hacia la izquierda lo que molesta, sino su incapacidad para visionar y transmitir la noción de un México más moderno y próspero. Su venta se limita a lo “amarillo”, nada más, esperanzado a que las cosas salgan mal para acrecentar el morbo de su mensaje. Créanme, este señor no es parte de la solución, es tan solo una parte del problema. Si no le afectara tanto a mi querida patria, la verdad es que hasta me simpatizaría este pequeño inculto ofuscado vacilante, digo, cada quien hace su luchita, ¿no?, y eso es cosa que yo respeto mucho.

Pasemos a lo nuestro. Me encuentro muy molesto (lo cual no es novedad) y es que a inicios de esta semana me llegó un chisme desde Monclova que, la verdad, me tiene en un estado de nervios bastante alterados. Dicen por ahí que la presidenta municipal interina de aquella ciudad será (por “dedazo” del “latin gober”) nada menos que la tía de la esposa del gobernador. Qué hermosura, ¿no? Por lo tanto la lista de familiares del “gober de la gente” que ocupan cargos refrendados por él, va de la siguiente manera:

- Ruben Moreira Valdes como subsecretario de gobierno y actual líder estatal del PRI.

- Álvaro Moreira Valdes como subsecretario de desarrollo social del Estado, y que próximamente será el diputado del primer distrito con sede en Saltillo (eso de que contenderá, sabemos que es pantalla, con sus hermanitos de apoyo es otro clásico dedazo).

- Carlos Moreira Valdes secretario general de la sección 38 del SNTE.

- Y ahora Mimi Martínez (prima de la suegra del “gober”) como presidenta interina de Monclova.

Eso en cuanto a cargos públicos, mas no olvidemos la cantidad de obras que han sido otorgadas a la constructora Consorcio Constructivo y Proyectos (CCP), que casualmente es propiedad de Oscar Moreira Flores, tío del “virrey”, y a quien tendremos a futuro en la escena política de Coahuila ¿Acaso a Jaime Guerrero como candidato a la presidencia municipal de Piedras Negras?

Con lo escrito anteriormente queda muy claro que en Coahuila de los Moreira (antes de Zaragoza) vivimos bajo un gobierno nepotista en el más pu_o estilo (faltó una “r”, no sean mal pensados), por lo que no es de extrañarse que el gobernador quiera regular los medios de comunicación con el único fin de evitar que alguna opinión vaya a “herir” con el pétalo de una crítica su hacer y decir, y así poder continuar repartiendo el pastel en “familia”, y para seguir manteniendo su falsa imagen de “gobierno de la gente”. Vaya situación medieval que padecemos en nuestras desérticas tierras (por pendejos, ni modo de que sea por inteligentes). Estos cuates hacen cosas malas que parecen malas, eso es evidente. Del diccionario: “El nepotismo es la preferencia que algunos gobernantes o funcionarios públicos tienen para dar gracias o empleos públicos a familiares. En países donde se practica la meritocracia (del latín mereo, merecer, obtener, forma de gobierno basada en el mérito) su uso es generalmente negativo y se considera como corrupción”. Contratar a un pariente en lugar de alguien más, sobre todo en un lugar donde sobran las personas valiosas y con ganas de trabajar, no puede ser algo positivo para los coahuilenses. Algunos biólogos han llegado a sugerir que el nepotismo es completamente instintivo. Yo agregaría: es de animales políticos que no buscan el bien común sino el particular.

Ahora bien, el panismo ya demostró que le faltan “arrestos” (“agallas”, “blanquillos”), organización y disciplina para gobernar; el PRD da la impresión de ser un nido de porros hambrientos de ubre presupuestal, y el PRI, a pesar de su tan publicitada renovación, demuestra con Moreira que el cambio fue sólo de calcetines, pero que en el fondo, las prácticas que lo mantuvieron en el poder por más de 7 décadas, aún siguen vigentes y que su “sincero” esfuerzo por volver al poder se debe al poder mismo. Nunca por el bienestar de México. Pobres mexicanos, tan cerca de los gringos y rodeados de puros prójimos. Qué cosas tiene la vida Mariana.

Por otro lado, a nosotros, pueblo agachón, apático y tibio, se nos olvida que todos estos protagonistas son lo que conocemos como funcionarios públicos, nuestros empleados, a los que les pagamos para que realicen labores que deben de redituar en nuestro beneficio y no sólo en el de sus respectivas familias. Debería estar prohibido y penado hacerse rico en un puesto público. Debería ser que aquellos que han demostrado poder mantenerse y mantener a su familia con el fruto de su esfuerzo y fuera del presupuesto gubernamental, entonces sí puedan ocupar un puesto público para devolverle al país parte de lo ganado, a través de la aplicación de sus conocimientos, por el bien de los demás. Debería estar prohibido y penado que UNO SOLO DE LOS FAMILIARES entre a trabajar con su pariente que tiene un puesto público. Ni modo, son “candados” que nos ayudarían a evitar lo que hoy estamos viendo y padeciendo en Coahuila de los Moreira, clan arribista que sigue retrasando el progreso de nuestro Estado. “Es que ha sido un buen gobernador”, he escuchado por ahí. Pues entonces que lo demuestre el señor siendo congruente. Necesitamos transparencia en la información que debería ser pública, además de no mermar el derecho a expresar nuestras ideas. Necesitamos que se deslinde de sus familiares, a pesar de que sean personas bien intencionadas, aunque sea “algo bueno que parece malo”. Necesitamos, por otro lado, que se indigne públicamente con todos los “chapulines” que han dejado sus alcaldías a medio camino con el afán de seguir su “carrera política”. Dios mío, cuanta incompetencia y sarcasmo: Moreira, ¿qué opinas de que Fernando de las Fuentes de Saltillo, Francisco Trujillo de Jiménez, Pablo González de Monclova, Rogelio Ramos de Frontera, Jesús Mario Flores de Piedras Negras, Mario Alcocer de Viesca, Raúl Onofre de Matamoros e Ignacio Segura de Parras, hayan dejado a medias su trabajo como alcaldes y “salten” o pretendan saltar a otros “huesos” antes de cumplir con su compromiso con aquellos que los eligieron? Ojalá pudiera escuchar al “gober” contestar esta pregunta. Nos daría mucha luz de sus verdaderas intenciones y pensamiento político.

Basta de amarguras, pues es jueves y en este día sólo se permite laborar como político (“osease”, hacer como que se trabaja mientras la neurona descansa a sus anchas), leer esta página y reunirse en la tarde para disfrutar de una “frescas” con los amigos y/o amigas. Yo estaré brindando por ustedes bebida en mano, en algún lugar del planeta donde lo que suceda ahí, ahí quedará. Ustedes hagan lo que se les pegue en gana, eso sí, sin joder al prójimo y procurando siempre empujar a este país hacia adelante. Desde algún lugar del mundo: mi nombre es Armando Castro, nos leemos la próxima semana.

Que tengan ustedes buen día y mejores noches.

PD: Socorro y José Luis, teniendo noticia de que después de tres meses de la operación de la columna que le fue practicada a Socorro y de haber superado la inmovilidad de su brazo derecho, por fin ha sido dada de alta por su médico el martes pasado. Celebro este triunfo de la medicina y de la enjundia con la que una persona ha enfrentado a la naturaleza y la ha vencido. Enhorabuena.

jueves, julio 17, 2008

la de los jueves 17 julio 2008

Hola de nuevo a ustedes que me hacen el enorme favor de leer lo que sale de este dañado y vituperado cerebro, gracias por acudir a esta cita semanal.
En días pasados tuve la oportunidad de platicar con un visitante de Sudamérica, latino el hombre, e hice lo que tanto disfruto cuando intercambio con uno de la misma especie pero de otras latitudes: hablamos de temas varios, pasando por la generosa coincidencia hasta la útil divergencia en puntos distintos que nos atañen por el simple hecho de somos vecinos de este mundo habiendo tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio (gracias Alberto Escobar y Mexicanto); y casi llegando al final de nuestra charla me dice: “Siempre que visito alguna ciudad procuro llevarme algo típico del lugar, ¿Qué puedo comprar típico de Piedras Negras?”, lo cual me dejó con una total cara de “what” (que se lee “juat” o “güat”, es muy su rollo como lo pronuncien), por lo que me limité a contestar – Lo típico de Piedras Negras, creo, ya lo llevas encima, porque es algo que no compras con dinero, lo guardas en el recuerdo, y es que lo típico de nuestra ciudad es la nobleza y amabilidad de mi gente- y la respuesta no lo satisfizo pues, antes de despedirse, me comentó que la misma pregunta le haría al taxista mientras lo llevaba a su hotel. Algo pensé mientras sonriente estrechaba su mano, pero créanme que ya no me acuerdo. Esta pequeña y casi insignificante plática me puso a cavilar (de nuevo) en cómo ha sucedido que nuestra ciudad no tiene algo que nos identifique (y si me equivoco, miéntenme la madre o corríjanme), digo, a menos que le hubiese regalado un pedazo de carbón o una foto autografiada y con dedicatoria de Oscar Murillo o del “cuate” Hernández, pues no veo otra cosa no perecedera se hubiese podido llevar como “recuerdito” (bueno, reconozco que las fotos autografiadas pudieran catalogarse como provisorias mientras dura aquello).
No me malentiendan, hay lugares que si bien no están así como para presumirse, por lo menos nos identifican como ciudad. Por ejemplo, ahí esta la Plaza de las Culturas o la Macro, aunque ya sabemos que la de Monterrey hace olvidar la nuestra, la Misión de San Bernardo (que si bien esta en Guerrero, bien que la presumimos), y esperemos que algún día, si las autoridades de todos los niveles nos ayudan, el Museo de Piedras Negras (en el viejo Hotel del Ferrocarril). Quizás sería una buena idea mandar a hacer llaveritos y “tarugaditas” similares con réplicas de estos lugares para tenerlos a la venta como “recuerditos”, ¿Por qué no? ¿Siempre chiquitos? ¿Siempre agachados? Ni madres dirían los padres de estas nobles tierras que nos arropan. Ahí se las dejo (o tal vez yo mismo vea cómo se puede hacer negocio con el asunto éste).
Pasando a otros temas, ya empieza la efervescencia política por las próximas contiendas “electoreras” para las diputaciones locales, y como siempre, ya se escuchan de las no menos famosas “alianzas” entre partidos, para ver quién se lleva el “pastelote”. La verdad esto de las alianzas se me hace una verdadera jalada, cuyo propósito es la de justificar la existencia de “partidos” políticos que sólo están de adorno y que nos cuestan un buen billete. Lo de menos es crear las estrategias para ponernos de acuerdo para salir de la “jodedumbre” que nos rodea. Para eso no hay alianzas.
Es muy importante que vayamos conociendo a quienes pretenden lanzarse a las “jugosas” candidaturas, y lejos de irnos por la publicidad y la parafernalia que se hace alrededor de los candidatos, analicemos de manera concienzuda a estos extraños seres que ven en el servicio su realización personal y forma de trascender… (este… sé) y además que dicen querernos representar. Digo, si son gente que conocemos, pues habrá tela de donde cortar ¿No creen? Yo les sugiero que hagan un análisis por separado de la persona como tal, y luego del funcionario, profesionista, etc; luego, junten sus dos conclusiones y agarren a su gallo. Tengan en mente qué es lo que puede aportar el sujeto (o sujeta) para el beneficio de la comunidad, y no sólo en beneficio de su partido; también les comparto que en mi corta experiencia tengo una hipótesis más que probada: una buena persona no necesariamente es un buen funcionario público. Ustedes prueben con todas las otras combinaciones que se presentan.
Ya si de plano no les gusta ninguno de los protagonistas, les propongo que votemos por Memín Pinguín (¿Y yo porqué? Como diría en su momento el mandilón de Fox). Sin importar por quien vayamos a votar, hay que acudir a las urnas a depositar nuestro sufragio (“quesque” efectivo y con propuesta a reelección). Pero como todavía falta un ratito para que este guiso agarre forma, vamos a dejar descansar el tema para tratarlo en un futuro cercano.
Amigas y amigos, es jueves y ya tengo “la sed”, mi nombre es Armando Castro y si estoy a sus órdenes en el lugar de siempre a la misma hora, por si acaso quieren externar sus opiniones en vivo y en directo. En caso contrario pueden dejar sus comentarios en esta página o bien escribir a mi correo electrónico ladelosjueves@gmail.com
Desde mi Piedras Negras del alma, les envió un caluroso saludo. Nos leemos la próxima semana.

Que tengan ustedes buen día y mejores noches.

PD. Socorro y Jose Luis, Cor Unum.

jueves, julio 10, 2008

la de los jueves 10 julio 2008

Cuando piensas que lo has visto y escuchado todo, checa bien tus signos vitales porque lo más seguro es que ya te encuentres muerto. La vida seguido te da un jalón de orejas y te susurra al oído “No sea tarugo mi niño, lo mejor esta por venir”, y pues así es amigas y amigos. Les comento.

Resulta que hace unos días un señor bastante conocido en Coahuila (más en Saltillo y Monterrey), que responde al nombre de Horacio Del Bosque Dávila, declaró que él apoyaba la absurda y disparatada iniciativa (para estas cosas son buenos los “representantes del pueblo”) de que los legisladores se puedan re-elegir sin dejar pasar un periodo para dar así continuidad a su trabajo (¿?); en serio que hay imbéciles que no se miden, y lo peor, los aguantamos como funcionarios públicos. Señor Del Bosque, de verdad que usted y los idiotas que lanzaron la iniciativa carecen de progenitora humana. Por lo visto nos considera un atado de estúpidos; favor de aclararnos a qué labor o trabajo legislativo se refiere. Creo recordar que usted es el mismo que, una vez descubierto un “cochupo” enorme por desvíos de dinero del gobierno de Nuevo León para pagar la campaña de alguna rata del PRI regiomontano, se limitó a argumentar (a ladrar, a eructar, que para el caso es lo mismo) que se trataba de “prácticas históricas”, por lo que usted no podía hacer otra cosa más que lavarse el ano frente al pueblo durmiente de aquellos años. Y tan no pasa nada con personas indeseables como usted, que hoy es un flamante diputado, viniendo de una secretaría de estado (la de desarrollo) con el gobernador anterior. Ya ni la friegan, y nosotros más. Diputado el hombre, nomás díganme a qué intereses obedece. Qué vergüenza.

Lectoras y lectores amables, sean ustedes tan gentiles de corregirme si estoy en un error, “asegún” mi óptica, los funcionarios (que muy poco funcionan) del poder legislativo son algunos de los mejores pagados y de los que menos obtenemos resultados. Parásitos burocráticos que creen que su labor consiste en aplastar su hediondo trasero (no le hace que usen Chanel, la peste les viene de cuna) en sus cómodas curules, únicamente para levantar el pinche dedo, o bien utilizar los recintos legislativos para armar sus infértiles y absurdos motines y mitotes (y productivos negocios, eso sí). Ahora resulta que no conformes por cobrar lo que cobran los muy cínicos, se les ocurre una “iniciativa” para poderse re-elegir. En lugar de estar pensando en pendejedas (disculpen mi exquisito francés) deberían pensar por fin en ponerse a trabajar, en decirnos cuáles son sus objetivos, sus proyectos y metas para medirlos, infames parias burocráticos de quinta, que hacen más daño que la mayoría de los que pudren sus tristes existencias en las cárceles de nuestro estado, muchos de ellos por haber ofendido a la sociedad al robar para darle de comer a sus tristes familias que, me atrevería a apostar, votaron por el famoso execrable diputado corrupto.

Ahora bien, la rata de Horacio del Bosque está muy afuera de mi ámbito de convivencia, pero para aquellos que piensan que exagero, permítanme materializar una apuesta abierta, a quien quiera, tomando un ejemplo de nuestro medio ambiente en Piedras Negras, por ejemplo al lidercillo Leocadio Hernandez (que no me pudo sostenerme la mirada en conocido restaurante del centro el día de la visita de la gente del consulado de Nuevo Laredo), y ahí sí que conocemos todos de su accionar y decepcionar. Les apuesto que los resultados tangibles y comprobables de su gestión como legislador local es menor que un cierto factor (a negociar) de lo que ha recibido en ingresos este señor. Es decir, si el factor fuera 1, querría decir que habría gestionado beneficios para Piedras Negras en una cantidad equivalente a lo que ha ingresado. Si fuera 2, entonces querría decir que habría gestionado beneficios por el doble de lo que ha ingresado. ¿Cuál creen que sea ese factor para este funcionario? ¿Cuál creen que debería de ser? Este señor “diputado” ha declarado a lo largo de su gestión un montón de cosas, que lo hacen aparecer como “muy ocupado”, y sin embargo les pregunto a ustedes que amablemente me leen ¿Dónde podemos “palpar” los resultados? ¿En qué rubros se pueden ver y medir los logros del señor Hernandez? No es tan difícil como pudiera pensarse. Recuerden, son nuestros empleados. Díganme de una sola empresa o negocio en la que se dejan la caja y los bancos a los empleados sin que se les pida rendir cuentas.

¿Se imaginan que así midiéramos a nuestros representantes locales y/o federales en nuestro país? Se acabaría el “dicen que hicieron”, “dicen que trabajaron por nosotros”; se acabarían los dichos y empezaríamos, estoy seguro, a ver los hechos. Ya lo dijo el gurú de los negocios americano-israelita Eliyahú Goldratt: “Dime cómo me mides y te diré cómo me voy a comportar. Mídeme bien, y me comportaré bien. Mídeme mal y no te extrañe que mi comportamiento sea ajeno a tus deseos”.

¡Ah! Pero debo de insistir, no tiene la culpa el indio sino el que lo hace compadre. Si todos estos imbéciles corruptos nos han visto la cara a lo largo de nuestra epopeya es porque nosotros como pueblo lo hemos permitido, ni modo, no nos podemos escapar de ese error histórico. Nos falta acudir a las urnas a expresar nuestra aceptación o repudio por los tripones aventureros ansiosos de ubre, que se lanzan a la aventura política y que no somos capaces de identificarles a tiempo. Y ya sea mayoría relativa o hipnotismo colectivo, pero una vez que se encuentran donde nunca debieron de haber llegado, tampoco les exigimos a estos haraganes que se pongan a trabajar, ni les medimos la eficacia y la eficiencia, cosa que nos miden a todos los demás, todos los días de nuestra existencia. Nos ven la cara porque si no cumplen con lo que deberían cumplir, todos nos quedamos calladitos y nadie se atreve a alzar la voz. ¡Con un carajo, cuando vamos a dejar a un lado esta maldita apatía!

Ya basta de seguir el ejemplo de estos traicioneros de la patria, que por si no se han dado cuenta, sólo “luchan” por sus colores y sus propios bolsillos, no por el bienestar del pueblo, no lo hacen por México. Yo mantengo viva la esperanza de que algún día tendremos un buen sistema de administración de los bienes públicos, y entonces sí, sin importar partidos o colores, vamos a corregir el rumbo. Si, díganme soñador por que en realidad sí lo soy; y no me molesta que me lo digan, pues a mi lado caminan muchos que alguna vez soñaron algo y sus sueños se vieron cumplidos, aunque ellos no hayan vivido para verlo.

Es jueves y créanme que en esta ocasión termino encabronado tras leer lo que he escrito, y termino así porque me enferma la apatía en la que estamos sumergidos. En conclusión, creo que me van a caer mal las cervezas o los “volkas”… ¿cuándo te han caído mal carboncito? preguntarán los que me conocen, y pues sí, ya me cacharon, tengo esta válvula de escape que no me deja enloquecer más allá de lo permitido: los benditos jueves. Ahí estaré a la hora y en el lugar de siempre, por lo que si alguien me busca estoy a sus órdenes. Como quiera, desde este rancho hermoso que contempla mi excesivo enojo (alias encabronamiento), soy Armando Castro y les deseo (incluyendo a “Leo”) un bonito jueves y una siguiente semana llena de felicidad y buena vibra.

Que tengan ustedes buen día y mejores noches.

PD. Socorro y Jose Luis, parece que cuando no llueve llovizna; pero a final de cuentas sale el sol. Primero Dios todo saldrá bien, no hay de otra mas que tirar “pa’lante” que hacia atrás sólo los cangrejos.

jueves, julio 03, 2008

la de los jueves 3 julio 2008

Qué gusto saludarlos de nuevo, han de disculpar la ausencia, pero fui presa de un ataque de “seguidilla” aderezado con una leve deshidratación; afortunadamente (no para todos) aquí estamos de regreso y listos para seguir dando lata.

Gracias a mi buen amigo Avelino tuve la fortuna de ver una serie de videos realizados por “Canal 6 de julio” (para mayor información vayan a la página de red www.canalseisdejulio.com) en los cuales se hace alusión a cómo los medios de comunicación manipulan la información para su conveniencia y la de aquellos que quieren y pueden pagar. La serie de videos pueden verla en “youtube” bajo el título de “Teletiranía/Teledictadura”.

Pues bien, como les decía recién, estuve malito tirando en casa, perdón, tirado en casa, y aproveché para ver estos videos, que a pesar de ser muy interesantes, quizá a algunos de nosotros solamente nos reafirmen la idea de que se nos quiere manipular por medio de imágenes y ediciones. Pero ese no es el problema de fondo.

El gravísimo problema que enfrentamos es una terrible pobreza acompañada de ignorancia en nuestro sufridísimo país; y es que es muy fácil vender ilusiones y patrañas a un pueblo inculto e ignorante. Es fácil manipular a aquel que sin buscar una segunda opinión, “bebe” todo aquello que sale en los telediarios, telenovelas, programas infantiles, sin mortificarse siquiera por cuestionarse si lo que ve y escucha se acerca a la verdad, a la bondad o a la utilidad (gracias mi buen Sócrates).

A veces a diario me da la impresión de que nuestros gobernantes poco hacen por la educación, precisamente para poder manejar al respetable como lo han hecho hasta el día de hoy, con relativo éxito desde el punto de vista del sátrapa, como vil ganado vacuno, que a pesar de mugir en señal de queja, sigue por el camino que le marcan sin atreverse a hacer algo o salirse del redil (agachones, pues).

Educación: “Proceso de socialización y aprendizaje encaminado al desarrollo intelectual y ético de una persona.” Ah carbón, ahora sí se puso la cosa buena, pues la educación no es sólo la adquisición de conocimientos en los centros educativos, aquí estamos metidos todos; padres de familia, maestros, familiares, amigos y demás. Tomemos un ejemplo clásico para ilustrar lo jodidos que estamos en educación: A ti lectora y lector amable (como a mí) nos enseñaron que Miguel Hidalgo es el padre de la patria, esto último por haberse levantado en armas contra la “opresión” de la corona Española. Hasta aquí, pues bueno, todo pinta “má’menos” (sin albur), el problema empieza cuando se cuestionan los motivos. Por ahí los libros de texto con los que nos “educan” dicen que el señor cura Hidalgo lo hizo por el bien del cardumen (así en resumidas cuentas, para no ponernos románticos). Y al parecer pocos o nadie cuestionan esta afirmación; y cómo la vamos a cuestionar si aún hoy en día mucha gente ignora quien fue Hidalgo, y conforme pase más tiempo, es muy probable que siga así. Sin embargo con un poquito de curiosidad y “harta” lectura de diferentes libros relacionados con el tema, sería posible afirmar que Hidalgo, siendo el criollo que era, ya estaba harto (igual que otros criollos) de ser considerado “Español de segunda” (entre otros motivos) y que eso lo lleva a tomar la decisión de levantarse en armas contra del gobierno virreinal. Y claro, utilizó al pueblo como carne de cañón (¡gulp!) empuñando un estandarte de la Virgen de Guadalupe, a sabiendas de que la indiada la seguiría como las reses que seguimos siendo hoy (¡zaz!).

La historia, al igual que las noticias, telenovelas y programas infantiles, siempre tienen dos lados: la de los ganadores y la de los perdedores; la de las víctimas y la de los victimarios; la de los protagonistas y la de los observadores. La “tele” podemos utilizarla bien si cuestionamos lo que vemos y escuchamos antes de formarnos una opinión definitiva, antes de pensar que es la verdad, bondad y utilidad absoluta. Hay que rascarle, hay que buscar diferentes opiniones para forjar la nuestra. Hay que platicar con nuestros hijos e inculcarles esa sana curiosidad. Hay que leer y mucho. Solamente alimentándonos de información seremos capaces de tener opiniones bien fundamentadas, y si nuestro punto de vista difiere, no habrá que ofuscarnos, pues de esas diferencias también se alimentará la catarsis en la búsqueda de la verdad-bondad-utilidad. Solamente si evolucionamos en lo intelectual y en lo ético, seremos capaces de esgrimir argumentos inteligentes contra aquello que hoy damos como hechos trágicos y costumbres lapidarias inmodificables. Enseñemos a nuestros hijos a pasar menos tiempo frente a la televisión y a leer más (importantísimo), que en “internet” hay más que juegos y “chats” (además, digo, pues desde luego que hay que modernizarse), que en la búsqueda de lo cierto, lo bueno y lo útil, encontrarán el camino de la trascendencia y el crecimiento.

Es jueves (Bendito Dios, lo podemos decir) y por lo tanto hay que ver a los amigos, y refrescar el gaznate con unas frías y sabrosas cervezas (o bien un “clamatito” ¿Por qué no?). Gracias a los hermanos Sánchez García por la invitación, fue un placer haberlos acompañado.

Soy Armando Castro y desde el cálido Piedras Negras, Coahuila de los Moreira (antes de Zaragoza) les deseo lo mejor. Hasta la próxima.

Que tengan ustedes buen día y mejores noches.

PD. Socorro y Jose Luis, ánimo que esta difícil prueba pronto termina; Dios los bendiga.

jueves, junio 19, 2008

la de los jueves 19 junio 2008

Como Náufragos
Por: Ing. José Luis Segovia G.

Somos como náufragos
porque nos aferramos con las uñas
a lo que nos mantiene vivos
al pedazo de tierra
al noble trabajo
a los seres queridos
al camino que se abre y se pierde
nuestro propio camino.

Somos como náufragos
porque en realidad, ¿quién sabe hacia dónde vamos?
cuando menos se espera
la tempestad nos arroja y nos convertimos
en una gota más dentro del torbellino
pero también a veces inesperadamente
la tormenta desaparece
y no más lejos de lo que puede la vista
la costa aparece como anhelado destino.

Sí, somos como náufragos
pero a diferencia de los náufragos de película
estamos rodeados de otros náufragos
e inclusive nos podemos saludar unos a otros
en los grandes y asombrosos mares de gente
en donde a veces podemos ofrecer nuestra tabla
a quien flota a la deriva
pero también con frecuencia observamos
a quien se hunde y se ahoga.


Monterrey, N.L.
24 de Febrero de 1989

jueves, junio 12, 2008

la de los jueves 12 junio 2008

Esta semana le di más de una vuelta a lo que iba a escribir y siempre terminaba con el mismo resultado: nada. Obviamente la principal causa de esto es mi escasez de neuronas y los ataques de delirium tremens que ya me tienen hasta el copete (el cual no tengo, por lo que ya se pueden imaginar la incongruencia existencial que flota sobre este asunto, que por cierto, ya no aguanto); no es fácil escribir cuando se tiene la mente en blanco y un elefante rosa con motitas “fiucha” sentado a tu lado contándote chistes de humor ensortijado, al puro estilo del gran Polo Polo. Sin embargo, dentro de la profunda desesperación por alcanzar la primer idea, la neblina fue cediendo poco a poco, la vorágine que me nublaba amainó, y nació en mí, floreció, un capullito de pensamiento que aproveché inmediatamente y lo puse al servicio de mi intención por escribir: quiero agradecer a Chuy Mario por la felicitación que me hizo llegar a través de Hector Sergio Barboza, con motivo del día de la libertad de expresión. Señor Presidente Municipal, muchas gracias a nombre de mi editor el Ingeniero José Luis Segovia y de un servidor.

Una vez superado el difícil parto de la primogénita idea de esta ocasión, ya no me pueden parar tan fácilmente. Fíjense que el martes de esta semana, mientras esperaba que la luz del semáforo cambiara a verde (había que adivinar, porque el cristal de color estaba ausente, pero mis sesudas reflexiones me llevaron a concluir que, como los occidentales leemos de izquierda a derecha, la lógica de los semáforos debe ser así de occidental, primero la izquierda y luego la derecha y… ¿confundido? Igual que yo en ese momento), y frente a mí, casi “volándose” el alto que “se intuía” en el bendito semáforo, dio vuelta la “combi” escolar a la que hice referencia la semana pasada, ¿recuerdan? ¡¡La mismísima combi!! Qué pequeño es el mundo y, por lo tanto, qué microscópico resulta ser el rancho. Otra vez, de nuevo, “heguén”, quien la piloteaba portaba las mismas gafas oscuras, pero ahora sin la camiseta del Guadalajara (¡Arriba mis chivas, con un…!) y la unidad se veía recién pintadota de color amarillo “puntoderreferencia”. Eso sí, la cantidad de infantes columpiándose al ritmo que los amortiguadores se los permitía, y los malditos asientos tipo trampa mortal estilo Rambo, no habían cambiado. Quiero pensar que lo de la pintura fue lo único que los encargados de regular el transporte “identificaron” como vital para el buen funcionamiento de la unidad en cuestión (“vistan bien a sus operadores y “delen” una garrita de tigre a las unidades”… claro que sí, mi señor “autoridá”, nomás diga de a cómo va a ser el “moche” y le pintamos la “unidá” como nos lo mande “usté”, no faltaba más…).

Sigo siendo creyente de que a los operadores de toda unidad de servicio público (taxis, camiones urbanos, camiones escolares, y los que se me olviden) deben ser sometidos a rigurosos exámenes periódicos de manejo, vista, aptitudes para operar las unidades que se les asigna y, por supuesto, antidoping. Y si quieren cumplir con la farsa anual del revisado “ecológico y mecánico”, que lo hagan, pues agachones sí somos. Y hablando de la mentada revisión, hace poco se publicó que hasta la fecha han cumplido ya 3 mil unidades con este ejercicio malsano de fiscalización “ad ovum”, de un parque vehicular de 46 mil (datos del 2007). Se me ocurre algo: cumplamos con el revisado el día que nos quiten el ridículo impuesto de la “tenencia” ¿Les parece bien? ¡Ya basta de que nos carguen con tanta tarugada! Como si en verdad se destinara el dinerito que se capta para el bienestar del respetable… O como si no hubiera otras fuentes de contaminación más urgentes de atender y controlar, como las emisiones al aire y al agua de las maquiladoras, o la explotación de carbón a cielo abierto. De eso, mejor ni hablar. Pero a la clase media, a esa sí crucifíquela, exprímanla, empálenla, acorrálenla… estúpidos, algo de historia deberían aprender para ubicar mejor la magnitud de su error: quítenle a la clase media porque quitarle a la clase encumbrada está “harto cabrón”, además de bien poblada por los mismos políticos que hacen las estúpidas leyes. Ora sí ya me enojé.

Pasando a otro tema, aunque manteniendo el nivel de cólera que voy desarrollando, debemos reconocer que, en una gran mayoría, las buenas costumbres para manejar nuestro automóvil nos valen una reverenda fregada, además de lo poco considerados que somos con los demás automovilistas, y no se mencione con los peatones o ciclistas, seres inferiores destinados a convertirse en estadística de nota roja. Ya vemos por todos lados al “vivo” que toma el carril exclusivo para dar vuelta (porque el de ir de frente esta “llenito”), y en la primera oportunidad se trata de cambiar al carril para seguir de frente, pero si no se le presenta dicha oportunidad, pues entorpece a los que quieren virar (¡aguébo!). Están también los “ases del volante”, que al ver un semáforo en rojo, toman la lateral para “dizque” dar vuelta, sólo para volver a ingresar de nuevo a la vía por la que circulaban, evitando así la luz roja ¡Qué bárbaros, qué pericia! Sin embargo hay una incivil atenuante que me gustaría mencionar: debido a lo ridículo de nuestras soluciones de flujo vehicular en las principales ciudades y ranchos de México, lo poco planeadas, corruptas, improvisadas y estúpidas decisiones que se han tomado al respecto en el pasado, y se siguen tomando, muchos de nosotros nos tenemos que volver inciviles sujetos que no respetamos nada para poder cumplir con oportunidad los compromisos, es por esta razón que los “vivos” y los “ases del volante” proliferan con más frecuencia de lo que a todos nos gustaría. La verdad es que todos somos unos “ases del volante” y “vivos” en potencia.

También existen, en otros casos, el bisoño, adormilado o simplemente tarado conductor, que con una parsimonia digna de un caracol sin prisa, circula por en medio de una vía de dos carriles importándole un pepino los bocinazos, mentadas y señas que generosamente le brindan aquellos suertudos que logran rebasarlos. Y un caso aparte lo conforman las autoridades y funcionarios del municipio. A muchos de nosotros nos ha tocado ver patrullas que encienden torretas y sirenas sólo para volarse un alto. No les basta con ser verdaderas nulidades para conducir, todavía se “lucen” nuestros “eficientes” policías. Anécdota: el día lunes 9 de este mes a las 7:18 de la tarde me encontraba como buen “hijo de vecino” que soy en el cruce de San Luis con H. Colegio Militar, esperando que el semáforo cambiara a verde, cuando frente a mí, al otro lado de la avenida, observé cómo una camioneta Dodge de Fomento Deportivo del Municipio (número económico FD-03) evitó la fila de vehículos rebasando olímpicamente por el lado derecho. Pensé yo: “bueno, este tipo dará vuelta a la derecha, y aún así la está regando pues el espacio es muy reducido”, y en efecto, el espacio era tan reducido que el tipo se trepó sobre la banqueta, justamente a un costado de la tintorería que ahí se encuentra. El caso es que el funcionario no viró a la derecha, no, se siguió de frente, el muy “vivo”. Simplemente no quiso esperar su turno de pasar como todos los demás. ¿Cuál era su prisa? Me imagino que el señor iba tarde a un evento que tuvo lugar en la cancha de fútbol en la macro plaza; ¿No le da vergüenza al “chafirete” de la unidad FD-03? Lo peor del caso es que, unos cuantos vehículos detrás, venía en su camioneta particular el profesor Javier Salinas (secretario de la presidencia) que, o bien no se dio cuenta, o se hizo como que la virgen le mandaba un mensaje por celular. ¡Excelente ejemplo, señores funcionarios!

¡Ah! Pero que no sea uno del cardumen el que hace ese tipo de chistecitos, porque “ipso facto” (“hechos la madre”) los “guardianes” de la ley y el orden nos marcan el alto (“oríllese a la orilla mi buen”), y tras “regañarnos” nos levantan una infracción bien merecida; y que no se les diga nada por que se ofenden y hasta faltas a la autoridad te enjaretan. Lectora y lector amigo, seamos más sensatos cuando manejemos nuestro automóvil. Entendamos que no estamos solos en las vías; hay que ser más considerados con los demás. Pon tu direccional a tiempo; respeta los carriles; si vas a un compromiso, hazlo con tiempo para que no manejes como el de la FD-03; los espejos son “pa’ver pa’trás”: úsalos; usa el cinturón de seguridad y haz que todos lo usen dentro de la unidad; no hables por celular cuando manejes; no lleves niños en la parte delantera del carro; deja pasar las ambulancias; deja pasar a quien aparente más prisa, puede ser que se trate de un doctor o alguien con verdadera urgencia; ten en cuenta que los niños tarde que temprano se te van a atravesar; permite a los peatones que pasen primero en los lugares donde corresponde; y finalmente, pero mucho muy importante: si toman, no manejen. Señores autoridades y funcionarios, sean ejemplo y no hagan tarugadas, que nada les cuesta.

Otra semana, otro jueves; si quieren encontrarme, ya saben donde estaré, y si les da mucha flojera escriban su comentario o mándenme un “y meil” a ladelosjueves@gmail.com. Soy Armando Castro y les deseo un excelente fin de semana.

Que tengan ustedes buen día y mejores noches.

PD. Socorro y José Luis, ¡Ánimo! que cuando se tiene Fe se tiene esperanza; que cuando se cree en Dios siempre caminamos de su mano.

jueves, junio 05, 2008

la de los jueves 5 junio 2008

Amables lectoras y lectores, antes de empezar a desahogarme en letras permítanme pedir un disculpa y agradecer a Moisés Lechler por invitarme a colaborar (por medio de esta columna) en el periódico El Día, invitación que acepté hace un par de semanas; Señor Lechler ¡Muchas Gracias!

Como han podido constatar, soy un poco “duro de cabeza” y la mayoría de las veces me cuesta trabajo entender la cosas; este es el caso del mentado “gobierno de la gente” del “profe” Moreira. Pues tras una ardua investigación y sesudas deducciones, por fin entendí el significado de tan socorrido “slogan”, por fin entiendo que significa gobierno de la gente.

De acuerdo a información publicada por la cámara de diputados, Coahuila es el segundo Estado que más gasta en el pago de la nómina a funcionarios públicos (claro que en Coahuila el buen decir sería en pago a cortesanos), sólo superado por Michoacán. Y es que de los “aprox” 21 billones de pesos del presupuesto, el virrey Humberto destina 9 poco despreciables billones al pago de nómina, de los cuales 96 mil pesos mensuales van a la bolsa de don Beto (dicen). Estamos hablando que del presupuesto se va a nómina un nada despreciable 43 por ciento (no, pos’si, la corte sale cara), y de los 9 billones, el 83 por ciento, o sea algo así como 8 billones se van directito a las huestes de los maestros, que por casualidad “desas” que tiene la vida (no piense mal “mijito” porque sólo son preocupaciones gratis) el “hermanito” Carlos Moreira Valdés fue líder de la Sección 5 del SNTE y es el actual secretario general de la sección 38; ¡Ah que “trinches” coincidencias! ¿Qué No?

Ahora bien, de todos es conocido el favoritismo que tiene el virrey por los bastantes mediocres maestros que tenemos en nuestro Estado (no se ofendan los buenos maestros, los resultados hablan por sí solos), mismo que se ve reflejado en los mega festejos que cada año les organiza nuestro populachero “Beto el bailador”. Tan sólo este año se estima que estos concurridos y “bonitos güateques” nos costaron (sí, de tu lana y la mía, lectora y lector amigo) alrededor de 21 millones de pesos, que para los resultados que este gremio ofrece lo gastado es una reverenda mentada de madre. Si acaso una cena con barbacoa, bolillos y salsa es lo que muchos de estos “maistros” se merecen. ¿21 millones? ¡No la frieguen! Y no les lleguen a los maestros con que los van a evaluar y que esta evaluación va a servir para filtrar los buenos de los malos, porque inexplicablemente siempre están en desacuerdo en esta medida de sentido común para beneficio de México y sus futuras generaciones. Agachones deben ser aquellos que no pueden o no quieren implementar un sistema tan necesario.

Claro, esto de los aquelarres, además de ayudar a “levantar” su imagen y la de su hermanito frente al gremio, supongo que llena de felicidad a la hermana de “chuky”, a la novia de “frankistein”, la reencarnación de Fidel Velazquez, así es, amigas y amigos, me refiero al burdo remedo de maestra Elba Ester Gordillo, figura central del poder mexicano, hágame usted el chinche favor; basta haber mencionado este tema para saber que tendré pesadillas. Obviamente de todo esto hacen una tremenda alharaca los muy parciales medios “del pueblo” que están en la nómina de los favorecidos por Moreira: hablan de lo “grande” que es “el gober”, festejando a los “teachers”; como ese tipo Agundiz (amarillista por excelencia, excepto con lo del penoso accidente de su hijo, el cual lamento) que elogió “la bondad” del virrey para con los mencionados mentores de nuestros niños (y no se le olvide también que con las madrecitas el gober ha sido bondadoso, con ellas, que son lo más sagrado que tiene este pueblo de agachones); bueno señor Agundiz, ¿usted cree que aún nos chupamos el dedo?

Por lo anterior es muy claro que definitivamente Coahuila es el “gobierno de la gente”, si, de la gente de Moreira; de los que se reparten los billones de pesos, de los que se pagan con lealtades, esos son la buena gente. Y no me vayan a salir con esa romántica idea de que mucho de ese dinero que se gasta en burócratas improductivos, “cochupos” y embarraditas de mano podrían servir para comprar transporte, mejorar la calidad de los establecimientos educativos u otras cosas que de momento se le escapan a mi muy alcoholizada mente (y dañado hígado). Pero basta de Moreira o se avinagra el Merlot.

Ya que estamos en esto de la educación, me desvío un poquito del tema para hablar del transporte privado que existe en la ciudad para llevar a pequeños de educación básica y pre-primaria a sus centros del saber. Como quizás ustedes se enteraron, hace ya varias semanas hubo un accidente de tránsito (de los que sí se saben) donde se vio involucrada una “combi” que se dedica a lo antes mencionado. Debido a que estas unidades en lugar de asientos coquetamente están equipadas con unos burdos bancos de madera, y son retacadas hasta que no cabe otro infante, pues los involucrados en el percance saltaron como palomitas al momento del golpe. Alguien por ahí dijo que se iba a hacer un “nosequé” al respecto, que se les iba a dar un plazo de “nosecuánto” a los dueños de estas trampas infantiles y el “bla bla bla” habitual. ¿Y que ha pasado? Pues oiga “usté”, que nada de nada. El viernes de la semana pasada me tocó ir detrás de una de estas porquerías que, como de costumbre, iba retacada de infantes, y pude observar que la unidad no tenía placa trasera, pero eso sí, portaba con mucho orgullo y una letra pésima la siguiente nota “Vielma 8787889224”. Si algún funcionario relacionado con este asunto lee esto (que sé que sí) pueden identificar el vehículo por una calcomanía del campeonísimo Club de Futbol Guadalajara (¡Arriba mis Chivas!) en el vidrio trasero de la unidad, lado derecho, parte superior, y para más señas, ese día el ser que la manejaba portaba la camiseta del chiverío. Pensé en aventarle un plátano al operador de la nave, ustedes saben, como un mero ejercicio de simbolismo, pero la verdad me dio miedo que se distrajera con lo del banano y se trepara a un poste, con su respectivo abandono de unidad y muchachos averiados. Menos mal que me abstuve de hacerlo. Es increíble que los encargados de este rubro jamás notaran irregularidades en el transporte escolar, y que el “accidente” sea lo que los ponga a trabajar; me enferma decirlo, pero después de muerto el niño vienen a tratar de tapar el triste pozo.

Un jueves más y otra botella de vodka (o muchas botellas de cerveza), espero que por fin terminado el mes de mayo, ya contemos con la presencia regular de “La Osa” (se te extraña) y la del “Peludino”. A los hermanos Sánchez también me gustaría verlos como regulares, porque es un placer compartir la velada con ellos. Pepe, gracias por acompañarnos el jueves pasado, ojalá la ocasión se repita de manera indefinida y regular. A los que no le fallan, pues ahí nos vemos en el mismo lugar, a eso de las 7 de la tarde y hasta que el cuerpo aguante, o como dicen un poco más al sur, hasta que ruede la calavera.

Soy Armando Castro y desde este rincón regido por el “gobierno de la corte”, les deseo un feliz jueves y una mejor semana.

Que tengan ustedes buen día y mejores noches.

PD. Socorro y José Luis ahí van las cosas caminando, el cálido abrazo de Dios Padre los rodea; muy pronto este amargo caminar se convertirá en una anécdota (me apropio de las palabras de Avelino) y ejemplo para aquellos que decidieron fundir dos almas en una. Una fuerte abrazo a ambos.

jueves, mayo 29, 2008

la de los jueves 29 mayo 2008

Lectoras y lectores, bienvenidos una vez más a este espacio virtual aún no censurado por la mano “juerte” de Beto “El Bailador”. Hoy me propongo exponer acerca de algo que parece ser inherente al ser humano: la incongruencia. Después de años de teoría y práctica en estas artes de lo absurdo y el desatino, llego a la conclusión de que todos, en alguna ocasión o circunstancia, hemos sido incongruentes, ya sea por necedad o por ingenuidad, pero la insensatez llega como un gas venenoso, que no huele, que no sabe, que no se ve, pero más temprano que tarde se apodera de nosotros como una cosa pegajosa y horrible y nos hace hacer un disparate (o varios). Pero antes de entrar en detalles habrá que preguntarnos ¿Y que jijos de Mouriño es incongruencia? De acuerdo al diccionario despastado que todavía da servicio a su amo como siempre lo ha hecho desde su infancia, “Incongruencia” es:

1. f. Falta de acuerdo, relación o correspondencia de una cosa con otra.
2. Hecho o dicho ilógico, contradictorio.

Ahora que ya conocemos el significado de la palabra derivada del latín, qué les parece si les cuento lo que al paso del tiempo he observado, paciente y rumiante, mientras los prójimos hacen y deshacen en su diario trajín de sube y baja. Sean ustedes los jueces de lo que a continuación se presenta, a ver si hallan algo contradictorio. Si les parece, empezaré por un ejemplo local, reciente y simple.

La semana pasada el Doctor Loth Tipa Motha, regidor de nuestro municipio (sí, encargado de algo así como de cosas de salud… ¿Alguien dijo salud? ¡Sí, salud! …al parecer es algo que le atañe) dijo que hay que terminar con los funcionarios “chapulines”. ¡Wow! Al principio pensé que se refería algunos seres mutantes que, al no rasurarse por las mañanas, luego andan durante el día “sonando” cada vez que raspan sus pelusas en flor (gracias Silvio) contra cualquier cosa, y también me imaginé que podrían ser aquellos seres “acinturaditos” cuyo abdomen liso y tabloide recuerdan a un espárrago, sólo que “con patas” y “mano larga”, pero también pensé en un principio que podían ser de esos que te encuentras en cualquier oficina de gobierno con el semblante semi-verde derivado de una dieta a base de bebidas azucaradas y una que otra fritanga para alivianar el aliento. Pero nada, resulta que doc Tipa se refería a aquellos que se aprovechan al tener un cargo público para brincar a otro, y luego a otro, y otro, y así, per saecula saeculorum, viviendo una existencia mamadora de la ubre presupuestal. Pues bueno, este regidor, aspirante a diputado local, pretende una iniciativa de ley para terminar con los “chapulines”. Primero yo, después yo y después… nadie. ¿Incongruencia?

Pasemos a otras latitudes, si me lo permiten sus mercedes.

La mayoría de los funcionarios públicos (municipales, estatales y federales) viven como verdaderos patricios romanos alegando que vegetan, sí, pero para servir al pueblo. Sin embargo, no los vemos vivir como el pueblo, o entre el pueblo que dicen defender. ¿Cómo es posible que alguien pueda defender una realidad que no conoce? A ver, déjenme intentarlo: voy a defender a mi amigo el atún, pobrecito, si no le hace daño a nadie, se la pasa echando burbujas de amor por donde quiera (gracias Juan Luis), eso de que su carne es rica en proteínas no me consta, y no me gusta que lo saquen del agua porque “siento” que le da mucho frío… ¿lo ven? queda demostrado que no se puede defender aquello que no se conoce. Si estos tipos, los funcionarios públicos a los que me refiero, se gastan 100 dólares en una camisa cualquier día de la semana, ¿Cómo podemos esperar que comprendan lo que significa comprar la despensa para 4 personas (bajita la mano) cuando se ganan 47 pesos al día? (pinche salario mínimo, obra del diablo seguramente… no se me enoje señor alcalde de Saltillo, me refiero al maléfico, a satanás, al leviatán). La revolución sólo le ha hecho justicia a unos pocos, al resto nos sigue cargando el payaso.

Otro caso: veo hombres dentro de la Fe que predican amor a Dios Padre, y sin embargo abusan de mujeres y niños (es trágico sobre todo el caso de estos últimos), sin que nadie los toque, y se mueren entre flores perfumadas y todavía queridos, como lo ha sido el caso del padre Marcial Maciel, michoacano tristemente célebre, pues sus buenas obras se vieron ensombrecidas por sus faltas capitales. O está esa otra clase de falsos predicadores, que en nombre del Altísimo piden dinero para financiarse una vida llena de lujos, ándale, igualito que los “chapulines” de la política, pero con una perversión que más conmueve. Creo que mi Hermano, Maestro y Amigo, el buen Jesús, vivió en la pobreza y jamás pidió se erigieran palacios en su nombre. Ahora que lo pienso, el estuvo libre de contradicción. ¿Alguien me reta?

La mayoría de los mexicanos, y me atrevo a decir que de los seres humanos, manifestamos apoyar la honestidad y querer acabar con la corrupción. Sin embargo, en las primeras de cambio, buscamos la forma de sacar ventaja de cualquier cosa, y aquello de la moral y los valores los guardamos para mejor ocasión. Los ejemplos sobran. Cuando sea grande yo no voy a ser incongruente, pues la verdad se tiene poca oportunidad de ser incongruente cuando se es un borrachín escribidor; ya no hay hacia dónde caer cuando se ha tocado fondo, ¿no creen?

Es jueves (quinto día de la semana; cuarto en las nuevas culturas; jeudi en francés, giovedi en italiano, thursday en inglés, donnerstag en alemán, quinta-feira en portugués) y sabemos que cuando llega este día, su servidor estará en el club de siempre, a la misma hora, con los se animan a acompañarlo. Desde este incongruente Estado de Coahuila, soy Armando Castro, deseándoles un bonito fin de semana y una próxima semana mejor.

PD. Socorro y José Luis, el andar a veces es lento y los resultados nos parecen mínimos, pero se tienen el uno para el otro, para hablar, para llorar, reír, para sentir un abrazo o simplemente para compartir el silencio. Una mirada de cariño es más poderosa que todas las frases de consuelo juntas. Ustedes pueden, ¡Ánimo!

jueves, mayo 22, 2008

la de los jueves 22 mayo 2008

Estimados lectoras y lectores les saludo con todo el entusiasmo que soy capaz. Otra semana, otro jueves y para pesar de algunos, aquí estamos todavía. El tema que hoy nos atañe es el desmadre climatológico que hemos creado y que la semana pasada nos tocó vivir (sufrir, de nuevo) en estas tierras cada vez más golpeadas por la madre naturaleza. Pero para no hacernos bolas, empecemos por el principio (que así dicen por ahí).

El miércoles 14 de este mes alguien tomó fotos en el ejido Piedras Negras, donde se muestra una formación de nubes que asemejan a un tornado en formación antes de tocar tierra. Ahora bien, noten que escribí “asemejan a un tornado en formación”, y lo hice así porque yo no soy meteorólogo, y realmente no estoy seguro de lo que se muestra en las fotos. Pero la raza dice que fue un tornado al que le faltó tantito para tocar tierra y hacernos revivir la penosa experiencia que sufrió Villa de Fuente. Sobre este día tengo varios comentarios: para empezar, al parecer se omitió de nuevo avisar del peligro al que estaba expuesta la población, pues aunque sólo “parezca” que se aproxima un tornado, se debe alertar a todo el que se deje, ya que en esos casos solo la prevención tiene sentido, pues si en verdad ya se tiene encima al monstruo, poco o nada se puede hacer. Personas que escuchan la radio durante el día me dice que el mentado miércoles no hubo aviso de que algún fenómeno meteorológico importante pudiese ocurrir. Yo como rara vez escucho la radio después de las 8 de la mañana, no puedo atestiguar si esto es cierto o no, pero digamos que el beneficio de la duda le doy a quienes me lo han comentado. De hecho, de no ser por las fotografías que me hizo llegar mi amiga Marittza (muchas gracias), jamás me hubiera enterado. Ahora bien, no por haber estado “desconectado” voy a decir que Oscar Murillo hizo o dejó de hacer su chamba, ni tampoco puedo afirmar o negar que quien hizo la tarea por él fue Hector Sergio Barbosa. ¿Quién realmente lo sabe?

Pasado el susto del miércoles (lo digo por los que se asustaron, claro) llegó el jueves, y mientras disfrutaba de una León bien fría (la segunda de la tarde) recibí una llamada de un miembro del equipo de Chuy Mario que me advirtió de la presencia inevitable de una tormenta severa, acompañada de granizo y vientos fuertes (muy fuertes, así me dijeron). Tras darle las gracias a mi amigo y amable funcionario, me lancé a casita a poner a buen resguardo a mi familia y ayudar en las labores de evacuación que yo suponía habría, pero nada. Al llegar a mi calle todo mundo se encontraba fuera de su casa observando el cielo y escuchando el espectacular y aterrador sonido que recuerda al de un tornado del Weather Channel. No bien subí a mi vehículo para intentar ponerlo bajo techo, cuando ¡Sopas!, que se suelta el infierno, y ya volaban granizos por todos lados, se escuchaban gritos de mujeres histéricas que momentos antes coreaban: “Ira viejo, ya viene la’gua, a ver si así te remojas ¡inche Cuino!”, y el cauce del arroyo a la alza como los precios del petróleo. Pregunto: ¿A alguien se le ocurrió cerrar las calles donde el agua tenía el cauce parecido a “rápidos clase 3”? P’os no, oiga, la “verdá” es que no. ¿Alguien evacuó a la gente que vive a la orilla del cauce de los arroyos para evitar la tragedia entre los menos favorecidos? P’os menos oiga, ni que fueran adivinos, o que tuvieran cuatro manos para hacer de todo, ¿verdá? Entonces, ¿mínimo evacuaron a los habitantes de las colonias de alto riesgo? Ahí sí, quién sabe, porque hay gente que dice que sí, y hay quien dice que los rescataron, más que evacuarlos.

El caso es que, al mejorar el clima y confirmar que mis mujeres estaban bien, me regresé a donde andaba para terminar la tarea de cada jueves. Yo perdí unas horas de tragos, lo cual es una tarugada frente a lo que perdió la gente afectada, pero aún así me atrevo a preguntar con justa indignación por lo que he visto que les ha pasado a mis semejantes: ¿Quién autorizó a las constructoras fincar en terrenos de alto riesgo? Carajo, ¿qué siempre seremos agachones?

Al día siguiente, ya tarde, por aquello de la resaca, miré que en las calles había porquería por todos lados, los semáforos estaban todos “despernancados” (ahora si pusieron a trabajar al “cuate”… bueno, a su gente); pero al parecer no hubo pérdidas humanas qué lamentar, y las probabilidades que se derivan de la historia reciente hecha estadística nos indican que no fue porque Murillo haya hecho su trabajo, más bien porque esta vez corrimos con mucha suerte, nos cubrió el manto bendito, y/o la buena vibra del verano que se acerca no quiso ver en mi tierra más llanto. Claro queda a todos que Murillo no es culpable del clima. Digo, el señor no se controla ni solo. Pero sí es el responsable de prevenirnos y auxiliar al cardumen en caso de que seamos tan burros de no hacer caso de las advertencias. Hasta el día de hoy Murillo no justifica el sueldo y las prestaciones que tiene (como varios otros funcionarios ya viejos conocidos de este espacio). Y qué raro, esta vez los medios locales no mencionaron la deficiente labor del susodicho, ¿Qué, se habrá puesto “guapo” con aquellos? Volviendo a los números probabilísticos, y conociendo un poco la idiosincrasia del político de mi rancho encantado, podría apostar con cierta ventaja a favor.

Cambiando de canal como quien se cambia de calcetines les comento que poca gente participó en la encuesta que les propongo en este cibernético rincón del hiperespacio (¡Qué barbaridad, que apatía!). Aún así, de los pocos participantes se puede percibir que Moreira, contrario a lo que dicen sus encuestas pagadas, no está haciendo una labor tan buena al frente del estado. La falta de transparencia mancha demasiado su labor. Bueno, ya es algo, me refresca conocer de lo que opinan ustedes. Es importante opinar, ¿Cómo queremos que se nos escuche, si siempre hablamos en voz baja? Si somos un grupo relativamente pequeño para externar nuestra opinión, no se amedrenten. Tampoco somos tan poquitos como para ignorar lo contundente de una opinión mancomunada. Les invito a expresarse y así podremos (ustedes y su servidor) normar mejor nuestro propio criterio.

Pero es jueves, y hay que irse a refrescar el gaznate con bebidas frescas, vanidosas y ofrecidas; soy Armando Castro y desde este húmedo rincón de la república mexicana les deseo un agradable y tranquilo jueves, y un excelente resto de semana.

Que tengan ustedes buen día y mejores noches.

PD. Socorro y Jose Luis, ánimo y mucha paciencia, almas como ustedes logran lo que se proponen; Dios jamás nos abandona.

jueves, mayo 15, 2008

la de los jueves 15 mayo 2008

Estimados lectoras y lectores de la de los jueves: hoy es 15 de mayo, día del maestro y quiero compartir una reflexión con ustedes: el mundo está revolucionado a una velocidad increíble, y asombrados lo miramos desde distintos ámbitos todos los seres pensantes del planeta. Para algunos, la mayoría, la vida se ha vuelto una serie de sucesos en búsqueda de la supervivencia. Para otros, los menos, la vida es una serie de sucesos en búsqueda de la libertad. Y para una pequeñísima minoría, unas cuantas personas regadas por el mundo, la vida es una serie de sucesos en búsqueda de la trascendencia. Si los maestros NO se ocupan en preparar a las nuevas generaciones para la supervivencia, sino para la libertad y la trascendencia, ¿Alguien me quiere explicar en qué momento nos equivocamos? ¿Porqué la mayoría de los mexicanos que asistimos a la escuela nos la pasamos sobreviviendo el día a día? ¿Es el maestro parte del problema o de la solución? Bueno, dirán ustedes, es que hay de maestros a maestros, y estoy de acuerdo con ustedes. Sin regatear ni tantito una felicitación sincera a todos aquellos que dedican su vida para que los demás alcancen la libertad y la trascendencia en la propia, a pesar de que aquí en México eso implica privaciones y mera supervivencia, el día de hoy es que me doy a hablar de uno de ellos.

Todos sabemos que Humberto Moreira es normalista, es pues un profesor, un maestro. Y como gobernador de Coahuila ha generado controversia. ¿Quién no ha escuchado al “profe-virrey” decir que Coahuila es un Estado donde existe la “transparencia”? Ahora, no me ha tocado a mí oírlo decir, pero al parecer también ha declarado que en nuestro Estado existe una total y absoluta libertad de expresión. Lo que sí me consta es que ni tanta transparencia, ni tanta libertad. Los cortesanos, busca-hueso y otros funcionarios municipales van a estar en desacuerdo conmigo, pero eso a mí no me interesa, pues yo más deseo intercambiar con seres pensantes, como los que me hacen el favor de leer estas líneas. Permítanme compartir con ustedes el fragmento de un artículo de Gustavo Aréchiga que se publicó en Reporte Índigo, edición 80 (2 de mayo del 2008), el cual está titulado “La región menos transparente” y que a continuación transcribo íntegro:

“Ahora cualquier ciudadano con una conexión a internet puede montar un “blog” de política, un espacio virtual o una estación de radio en la red, pero el gobernador priista de Coahuila Humberto Moreira Valdez no esta de acuerdo con estos avances, por eso tuvo la genialidad de exigir a los periodistas de su territorio, un titulo profesional que los avale, además, a fines del año pasado, el mandatario sugirió a los diputados que lanzaran una iniciativa de ley, para censar a los medios de comunicación, los críticos de esta medida aseguran que sólo así es posible acallar la información contraria al gobierno estatal y los excesos del poder de Moreira y su familia. Mientras tanto es evidente el estrangulamiento del Instituto Coahuilense de Acceso a la Información Pública: sueldos, viajes, patrocinios, gastos de publicidad, cheques pagados a proveedores y las listas de beneficiarios del gobierno son información reservada”.

Si son observadores, habrán notado que en los medios locales (uno de ellos muy bien relacionado con el “latingober”) sólo se habla bien del funcionario y del “manito” presidente del Prrrrrrrrrr Estatal, pero si leemos o escuchamos medios fuera de Coahuila, la historia cambia ¿Qué cosas, no? Tiene uno que andar averiguando qué pasa en nuestra casa en la casa del vecino. Esto sucede porque hay medios de información en Coahuila que dan lástima con su pusilanimidad y “agachonéz”, con periodistas “miki maus” que son la vergüenza del gremio informador, como un tal Antonio Dávila Campos del canal de televisión RCG, por ejemplo, profesional en las artes de pintar de amarillo cualquier escenario (y no precisamente por su devoción por el PRD, al contrario), salvo cuando habla del gobernador, pues entonces transforma todo lo amarillo en rosa. Con decirles que el otro día, en una transmisión en vivo desde alguna calle transitada de Saltillo, pidió al reportero in situ que levantara la sábana que cubría el cadáver de un señor recién atropellado, “para verle la cara” según recuerdo dijo este pelmazo.

Pareciera ser que el único con completa libertad de expresión es el mismo “gober”, y ya despotrica contra los panistas (y vaya que hay tela de dónde cortar), y ya declara que él “sólo dice lo que la gente piensa, pero que no se atreve a decir”, o sea que además es adivino Don Humberto Moreira. Otra cosa que sucedió, porque las cosas suceden, es que “alguien” se encargó de borrar las “ligas” a ciertos blogs que aparecían en una página de Wikipedia que hace mención a Piedras Negras. ¿Estará la mano censuradora del gobernador de por medio, o es simple paranoia de este escribidor borrachín?

Por otro lado los “defensores” del “gober” dirán que Moreira no censura y que mucho menos despotrica en contra de nadie; y que al contrario, que los “expresivos” son los panistas y perredistas, y tienen razón, a medias, primero porque efectivamente en últimas fechas los azules y amarillos (ahora sí, los del PRD) hablan mucho y dan mucho de que hablar; mientras que los tricolores andan calladitos, calladitos, lo cual es harta buena estrategia. Sale a relucir la vieja disciplina partidista que no tienen los otros dos protagonistas políticos. Pero me estoy desviando del tema.

El asunto aquí es que no hay congruencia entre lo que se dice y lo que se hace. Se habla de un “gobierno de la gente” y por otro lado, se gasta a manos llenas en rubros que nada tienen que ver con el bienestar del cardumen. Se habla de transparencia en la información y sin embargo no tenemos acceso a datos duros como en qué se gastan el dinero estos empleados nuestros llamados funcionarios públicos, gobernador incluido.

¿Acaso soy el único que se da cuenta de estas y otras incongruencias? Para muestra dos botones: 1) la semana pasada recibieron “un curso” 13,425 funcionarios públicos de Coahuila en Villa Ferré, el lugar más elegante de Saltillo para eventos de gente adinerada, en el que se intentó fundamentar los objetivos del proyecto de Estado del virrey Moreira, promoviendo su liderazgo y justificando sus actos. Tal evento se llamó “Mitos y realidades del gobierno de la gente”, y ya varios medios de información lo han catalogado como un grosero adoctrinamiento de burócratas a expensas de nuestros impuestos. 2) El “gobierno de la gente” celebró el día de las madres, también en Saltillo, con un escandaloso derroche de recursos públicos. Diversos medios de comunicación estimaron más de 20,000 madres, mujeres saltillenses, reunidas así para “agasajarlas” en su día. Se rifaron tres casas, hornos de microondas, televisores y otros regalillos “pa’las amás”. Se lee en las distintas crónicas que por sólo el hecho de asistir les entregaron A CADA UNA DE ELLAS un reloj de pared, una playera y focos ahorradores de luz, además de “regalarles” un show musical, tan del gusto de “Beto el bailador”, en el que Lupita D’Alessio cantó sus clásicas y cobró lo clásico. Obviamente nadie sabe la cantidad de dinero que se ha gastado en este exuberante festejo. Lo que sí se sabe es que esta información monetaria está vedada para el respetable y que ese dinero era de todos, pero a nadie se le pide permiso para llevar a cabo estos ejercicios populistas.

Quien defiende a capa y espada a Moreira (por fachada o convicción), argumenta que es uno de los gobernadores que más ha realizado obra pública para beneficio de todos nosotros, y que en lugar de estarlo criticando deberíamos estar agradecidos. Yo difiero de esta opinión, pues nuestros servidores públicos ESTÁN OBLIGADOS a administrar y ejercer el erario público para el bienestar de todos, NO NOS ESTÁN HACIENDO NINGÚN FAVOR. Si el que ahora está en turno hace cosas que sus antecesores no hicieron, qué bueno que así sea, porque es su obligación, y los otros serán juzgados por la historia, lo que hicieron o dejaron de hacer, cada uno en su momento. Ya me imagino la posible argumentación en su defensa de gobernadores del pasado: “si yo hubiera tenido el presupuesto que tiene Moreira, por los excedentes de la venta de petróleo, hubiera hecho lo mismo”. No se nos olvide que este año el gobierno federal presupuestó el precio por barril de crudo en aproximadamente 40 dólares, y que hoy se cotiza el barril mexicano en más de 100 dólares. Por lo tanto, que no se adorne tanto el virrey Moreira, y sobre todo que no gaste más dinero en publicitarlo. Si las obras están beneficiando a la mayoría, éstas hablarán por sí solas sin necesidad de anuncios espectaculares y reportajes en los medios (qué vergüenza, qué bajeza; estos tipos de RCG).

Profesor Moreira, este ciudadano cero le pide un enorme favor, sea congruente, permita que cada quien opine lo que se le pegue la gana. No se convierta en un dictador que sólo hace valer su opinión despreciando la de los demás. Que su gobierno realmente sea transparente; permítanos saber el destino de nuestros “dineros” sin restricciones. Le comento que no advierto esto en su gobierno. La historia se lo reclamará seguramente si no cambia de rumbo.

Jueves otra vez ¡Ah, que caray!, y bendito Dios que así es. Para cualquier opinión, aclaración o “mentadita”, ya saben dónde me pueden encontrar, pues ahí estaré a la hora de siempre; o bien, pueden dejar su opinión en esta página, o escribir a mi correo electrónico (ladelosjueves@gmail.com). Participen en la encuesta, no sean “rancheros”.

Que tengan ustedes buen día y mejores noches.

PD. Socorro y Jose Luis, cuando no vemos el camino a causa de alguna aflicción o dificultad, solo tenemos que mirar a Dios, esperar con paciencia, y a su debido tiempo Su luz brillará y nos guiará.

jueves, mayo 08, 2008

la de los jueves 8 mayo 2008

Estimados lectores, bienvenidos a la de los jueves. Hoy tenía toda la intención de comentarles de nuevo sobre las aventuras de algunos de nuestros fantásticos funcionarios públicos. También pensé en platicarles sobre ciertos mitos que se han ido creando para desprestigiar la “fiesta brava”, y tal vez de otra cosa, de esas que veo pasar a lo largo de los 914 km2 de extensión de este pueblo que nos ha visto nacer. Sin embargo, no lo voy a hacer. Hay cosas más importantes de las que hablar.

El sábado a las 3:06 de la tarde un hombre lloró como pocas veces lo había hecho, pues tuvo la oportunidad única que brinda la vida a unos cuantos de ver un milagro. Y es que como presenciar un milagro no es de todos los días, uno no se encuentra precisamente preparado para verlo. Los sentidos se agudizan y se desquician al punto de llevar al individuo a un estado de éxtasis indescriptible, sublime. No existen palabras, sonidos, ni tiempo. No existe amanecer, atardecer u cosa alguna que pueda opacar tan bello instante: el momento en que observamos el milagro.

Al principio el milagro se topa con turbación, una extraña confusión, pues aunque se conoce lo que hay que hacer en estos casos, aún así las cosas parecen moverse a una velocidad distinta de lo previsto, y al observante le es dado pensar que las variables se salen de control; durante y después del milagro surgen llantos, sudoración y risas. Las lágrimas suelen fluir de manera natural e ineludible, el corazón hace malabares por no salir del pecho en una extraña mezcla de realidad-ficción que llega a marear al mejor. Y cuando finalmente el milagro se materializa en un rostro humano, en manitas y movimiento, llegamos a sentirnos, por fin, importantes, trascendentes, pero también pequeños ante el hermoso e imponente regalo de Dios: el nacimiento de nuestros hijos.

Siempre nacen pequeños, frágiles, pero con el primer apretón de su manita nos van diciendo “no soy tan débil como piensas, pero necesito mucho amor y cuidados”. El éxtasis llega al tomarlo en los brazos y contemplar la criaturita y escucharnos balbucear algunas cosas que luego no recordaremos. Entonces, ¿Qué puede ser más importante, amables lectora y lector amigo?

El sábado 3 de mayo a las 3:06 de la tarde nació Jose Manuel y hubo después un bello atardecer. Beatriz y Avelino, Dios los bendice una vez más, y todos compartimos su alegría.

Que tengan ustedes buen día y mejores noches.

PD. Socorro y Jose Luis, el andar puede ser lento, pero no hay camino eterno, siempre se llega al final del mismo o a una nueva encrucijada. Un abrazo.

jueves, mayo 01, 2008

la de los jueves 1 mayo 2008

Se llamaba (o llama) Antonio, en realidad no lo sé, es que fue hace tanto tiempo y con mis dos neuronas sanas me es imposible recordar su apellido. En aquel entonces tenía escasos 9 o 10 años y Toño era uno de mis mejores amigos. Pena ahora me da decir que no recuerdo ni a su familia, ni dónde vivía, y mucho menos qué fue de él. Pero el recuerdo me lleva a esa bendita edad de la inocencia y a un Piedras Negras cada vez más lejano.

Con estos recuerdos me doy cuenta que viví en “tiempos de abuelos”, mismos que jamás conocí, y es que en estos momentos de dulce morriña me cae el veinte de que me juntaba con Humberto Compeán en el pequeño kiosco de su abuelo donde paraban por obligación los “Autobuses Ibarra”; se encontraba muy cerca de la que en aquel entonces se llamaba “Puerta de México”, y que desafiaba a un incipiente tráfico por encontrarse peligrosamente ubicada “en medio de la calle”. Seguro que eran de abuelos aquellos tiempos idos. Pero volvamos a Antonio, creo que su casa estaba ubicada en la colonia “Mundo Nuevo”, pues la casa de su abuelo estaba a la orilla del Río Bravo y la caminata no era larga, pero sí bien divertida, pues en el trayecto había dragones y ogros a los que teníamos que vencer usando látigos y espadas (ramas secas de sauces) y proyectiles extraordinarios (piedras del camino).

El abuelo de Toño estaba ciego y aún no me explico cómo le hacía para él mismo barbechar y sembrar “pastura” en aquella empinada ladera hacia el río. Mis recuerdos se inundan de sol y de risas, carcajadas de dos niños rodando colina abajo terminando empanizados de tierra y restos de pastura. Qué linda época, llena de la exquisita inocencia de mi pueblo y de mi gente; la inocencia de hoy ya no es la misma, podrán estar de acuerdo ustedes conmigo, con el cable, el internet, y hasta los celulares donde las micro pantallas de los mini artefactos cuasi radioactivos recaban información de todo y para todos, así ya no se puede ser inocente por mucho tiempo. A nosotros nos bastaba entonces aquel escenario de tierra y hierba tierna para recrearnos hasta el infinito.

Pero dejemos los recuerdos por esta ocasión, que poco o nada les puede importar lo que esta monserga de antiguo juglar pueda contarles de su niñez, mejor pasemos a otras cosas, ¿Me acompañan?

Mi cabeza sigue empecinada en fijar su atención en esas “casas de trato” que llamamos Cámara de Diputados y Cámara de Senadores, nuestro vilipendiado Congreso de la Unión. Pienso en el circo político que se arma cuando un tema, las más de las veces intrascendente, llama la atención de nuestros democráticos representantes: que si las botas de Fox, que si los bonos adicionales para los legisladores, que si es mejor 8 impuestos-monstruo que el IVA para todo consumo, y así por el estilo, y su majestad los medios de comunicación detrás de la nota escandalosa. Por ejemplo, con este asunto de la “Reforma Energética”, “amarillos”, “tricolores”, “azules” (verdes, multicolores, triglicéridos y vomitivos) alzan la voz y hacen llamados al respetable invitando a dar su opinión. Y entonces, ¿para qué queremos representantes? Si nos preguntan directamente a cada mexicano qué es lo que opinamos de cada cosa nos ahorraríamos una lana al despedir a tanto lastre legislativo, pero la verdad esta utopía sería regresar a la edad media y desde luego que no conviene. ¿De qué rejijos de la malcriada quieren que opinemos, cuando a la mayoría sólo nos interesa sacar el “chivo diario”? ¿Qué podría opinar un campesino, o un obrero, un taxista, de la mentada reforma? Digo, es como pedirle opinión a Oscar Murillo sobre el arte de la prevención de contingencias; no se le puede preguntar algo a quien desconoce el tema porque lo más seguro es que se obtenga una respuesta inútil. ¿Para qué insisten algunos legisladores en consultas inútiles? De seguro que es sólo para llenarse la boca de pueblo. Pero hasta ahí.

Más cerquita, el hermanito del “virrey de Coahuila” anda haciendo una campaña populachera con respecto al asunto del petróleo: pinche oligarquía rancia la de nuestro estado, pero bueno, ya sabemos que si la estamos permitiendo pues a joderse. El “moreirita” (al igual que los “amarillos”) quiere que el respetable (o sea nosotros, pueblo agachón) seamos los que opinemos al respecto; hijos de la…….. así fueran de considerados para consultarnos otras cosas. Como les decía, la táctica funciona para publicitar su supuesta “preocupación por el bienestar popular”, pero es inservible en el campo fértil de la práctica. Insisto, muy pocos están enterados de lo que trata la “reforma”, pues más nos ocupa y preocupa el diario afán de sacar algo para comer. Pero no desesperen, estimados y nunca bien ponderados “servidores” públicos, que aquí está este briago intento de escritor para repetir una sugerencia que a otros ha escuchado decir:

Qué les parece si, por el momento, dejamos este asunto del petróleo en manos de cerebros educados y manos inteligentes; qué les parece si en lugar de las jaladas atómicas de “consultas populares” y “meretrices de congreso”, dejamos este asunto a cargo de gente universitaria, del instituto del petróleo, vamos, expertos en la materia. Hablo de juntar una selección de nuestros especialistas (“masters”, doctorados en el tema) y rectores de las más reconocidas casas de estudios. En nuestro hermosísimo país existe gente muy capaz, sólo hay que otorgar la oportunidad a quienes la van a aprovechar al máximo. En nuestros prestigiados santuarios del saber hay gente muy preparada, y lo más importante, que no está prostituida, que no tiene compromisos con nada ni nadie en su eterna búsqueda de la verdad al servicio de la humanidad. Dejemos que ellos hagan un análisis completo (económico, ecológico, social, funcional) sobre este asunto.

¡Ah, pero no te hagas ilusiones, inocente y pobre amigo! Sueñas algo que no tiene lugar en la mente de los que toman las decisiones. Si los perros pelean por el hueso, es porque este hueso trae pegada la vaca completa, gorda y de prolijas ubres. Pelean por seguir mamando a manos llenas del presupuesto. Dejar esto en otras manos les disuelve los planes. Ellos dicen que se preocupan por México, yo digo que ¡Qué poca madre, señores diputados y senadores!

Y mientras, en la capital de la “República” (¿conocemos el significado de la palabra?), el mayor secuestro que en épocas modernas se ha dado sigue impune y sin denuncia alguna que proceda. Y por acá en Piedras Negras seguimos manteniendo a una plaga de funcionarios improductivos que dicen que trabajan; si los rumores son ciertos y Chuy Mario sale como candidato a la diputación, ¡¿Qué no harán la bola de haraganes?! Seguro que muchos se pondrán felices pues ya saborean el hueso con carnita que les espera (unos han de estar como el del anuncio: “¡Ya me vi!”, ¿verdad “amigote”?). Es el juego político acostumbrado en nuestro país. ¡Suerte te de Dios, que saber nada te importe!

El caso empeora porque estos “vivos” (los que hacen como que trabajan a pesar de que se les paga bien), estos maestros de la lisonja, la tranza, los arreglos “ondergüarer” (léase: bajo el agua) creen merecer el sueldo, sumado a lo que por sus maniobras puedan obtener de “extritas”. Y siguen ahí, con su trato amable sobreactuado con el poderoso y su desprecio hacia los “ciudadanos cero” (aunque hay que reconocer que cuando se requiere la foto o andan tras los votos, son todo sonrisas los condenados). Pero, ¡Oh, desventura!, un día los amigos se van (... ¿y a dónde se fueron todos?), las influencias se evaporan, las secretarias, choferes, guaruras, celulares pagados por sabrá Dios quién, se acaban, la carne se afloja… (bueno, eso es otro asunto), y así, en el ocaso de sus días se encuentran con la única persona a la que nunca pudieron engañar a pesar de toda su astucia: el viejo loco del espejo. Tengo la esperanza de que muy dentro de cada uno de estos miserables seres (los Hank, Montiel, Salinas, y un muy largo e insultante etcétera), existe una pequeña flama, minúscula semilla de decencia, que florecerá y los hará sentir por sí mismos idéntico desprecio por su desagradable persona que les tendremos todos nosotros per saecula saeculorum.

Pero mientras esto llega a suceder, “Juan Pueblo” sigue de brazos cruzados, desencajado el rostro y lleno de rabia por dentro, pero sin hacer algo por sí mismo, pues dentro de su pluralidad y multiplicidad de intereses cruzados, le han inculcado que hacer cualquier cosa resulta inútil. En el mundo del revés en que vivimos se advierte lo siguiente: sigamos siempre así, enseñemos a nuestros hijos a hacer lo mismo. Total, así estamos acostumbrados a vivir desde que tenemos uso de razón y nada se puede hacer. ¿Apuestas?

Se llegó de nuevo un jueves más y con él la esperada y grata reunión de cada semana con aquellos que me honran al llamarme amigo. Tengo “la sed”, así que prepárense para una noche larga (no tanto como la del jueves pasado), para cualquier comentario, aclaración o mentada de progenitora me pueden encontrar donde siempre, a la misma hora y en la misma mesa (la que más aplaude). Soy Armando Castro y desde este bonito rincón del norte les deseo un buen jueves y una excelente semana.

Que tengan ustedes buen día y mejores noches.

PD. Socorro y Jose Luis, “Coraje. Comenzando la jornada con esta palabra y siguiendo con la Fe en Dios, llegarás hasta donde necesitas”. (Paulo Coelho)

jueves, abril 24, 2008

la de los jueves 24 abril 2008

Anda por ahí, suelto y atroz, el animal que no se cansa de bramar que el petróleo es nuestro, que no se debe privatizar, que el petróleo, aunque se encuentre enterrado y nunca podamos gozar de él (por “errores del pasado”), simboliza la soberanía por la que lucharon nuestros antepasados, y para no dejar que tanto esfuerzo se vaya a perder en los anales de la historia (esfuerzo inútil, por cierto, porque al final de cuentas el país está quebrado y nunca se pudo “administrar la abundancia” del petróleo), entonces debemos estar agradecidos porque tenemos la suerte de contar entre nosotros a gente tan bestia como los del PRD (los que no son bestias en ese partido político, pues andan con los que sí lo son, revueltos, y el que entre lobos anda suele impregnarse del mismo olor) que para armar borlote se pintan solos, pero que no se trate de razonar o reflexionar tantito porque luego luego ponen su cara de “AMLO siendo entrevistado por Víctor Trujillo y negándose a contestar las 7 preguntas de primaria”, y actúan como desquiciados que no piensan en el futuro de su país. Yo ya estoy harto de escuchar la misma cantaleta una y otra vez. Mientras el retrógrado rumiante trata de justificar y perpetuar su existencia a través de invectivas y trastocando el flujo de nuestro ya de por sí lento progreso, en el Congreso de la Unión (mejor conocido como la cueva de Alí Babá y los seiscientos veintiocho ladrones) las sesiones se paralizaron, la discusión de los temas que en verdad nos atañen se detuvieron, las cosas para las cuales fueron contratados senadores y diputados no pueden hacerse, porque un atajo de imbéciles (trogloditas amarillos como su mentado “presidente electo”) tomaron la tribuna y secuestraron la ya muy profanada casa de nuestra democracia primitiva. Y ante estos hechos estamos nosotros, el apático pueblo de México, sumergidos en la eterna y cómoda filosofía de “mientras a mí no me afecte, me vale madres” (¿Que no te afecta guey? No creo que exista algo que esté afectando más tu futuro en este momento que este triste asunto). Con toda la vergüenza que soy capaz de sentir, con el bochorno que esto me causa, con la conciencia intranquila por la infelicidad que estamos heredando a nuestros hijos, con el ánimo a rastras y una cínica mueca en mi rostro que denota toda la impotencia que siento, les digo: pinches agachones que somos, por eso es que obtenemos lo que nos merecemos, ni más, ni menos.

Si bien el hidrocarburo en cuestión se extrae del subsuelo nacional y por lo tanto es mexicano, también es cierto que no es ni tuyo, lectora y lector amigo, y mucho menos mío. Digamos que el botín petrolero siempre se ha repartido entre todos los “representantes del pueblo” de muy arriba que han sido elegidos “por la mayoría relativa” (relative=familiar, mi compadre), y el resto se desparrama en programas sociales (dirigidos a los más pobres), subsidios de y por ineficiencias, servicios caros que como quiera nos cobran (¿para qué sirve el dinero que se recauda siempre junto con la tenencia bajo leyendas misteriosas que nadie entiende?), y en dotar a la burocracia con suficiente dinero como para que no estén poniendo gorro (he escuchado decir a algún político que “la raza siempre se conforma con las migajas, nomás cuida que no les falte… migajas, claro”). Hasta la fecha no he conocido a “hijo de vecina” que haya recibido jugoso o raquítico cheque por las ventas petroleras, como lo hacen en otros países, ni tampoco he visto aminorada ninguna carga por concepto de luz, agua, gas, tenencia, predial, isr, “u lo que sea”, por el bendito atole negro hecho de huesitos y plantitas prehistóricas. Entonces dejemos a un lado la jalada esa de que el petróleo es lo que dignifica nuestra soberanía. Si de verdad nuestros representantes quisieran enaltecer la soberanía de todos nosotros, de nuestros hijos y de los hijos de nuestros hijos, no tendrían empacho en aceptar, haciendo gala de sentido común y patriotismo, que parte del tesoro enterrado se destinara a pagar a los que nos ayuden a sacarlo de donde se encuentra enterrado e inalcanzable. Una vez logrado esto, espero que esta vez sí aprendamos la lección y nos pongamos las pilas desde el principio y pensemos a futuro, en generar productos con valor agregado, y no volvernos a quedar en las ligas menores de los que sólo venden materias primas. Ojo con los combustibles ecológicos del futuro hechos de maíz o caña de azúcar, ojalá no nos quedemos sólo “milando”, y seamos capaces de entrar al nuevo milenio con productos de vanguardia ya que tenemos la materia prima en casa.

Yo creo que es verdad que ni el gobierno federal, ni la empresa PEMEX, tienen la liquidez y la tecnología para explotar los “posibles” yacimientos de petróleo que se encuentran en aguas mexicanas, cosa que los ratones amarillos no aceptan porque dicen que si se administrara diferente la empresa y dejara ésta de “reportarse” con tanto impuesto, si podría sola. Pienso que mienten los amarillos, porque desgraciadamente ya no es factible el escenario que ellos plantean. Tanto se ha degenerado este sistema que el gobierno colapsaría si dejara de recibir dinero de PEMEX, por un lado, y es utópico pensar que sólo el sindicato de trabajadores de PEMEX cambiaría para que la empresa logre la autonomía mientras el resto de la sociedad sigue en las mismas… sí, cómo no, se tendría que arreglar de fondo el problema de la corrupción en México primero, de los maestros, de los mineros, de los trabajadores al servicio del estado, de los policías, coyotes, fayuqueros, narcos, abogangsters, etc., antes de pensar que PEMEX fuera una empresa perfectamente autónoma y con beneficios. Es utópico pensar que los empleados de PEMEX se volverán honestos mientras que el resto del país seguimos sumidos en los lodos de la corrupción. Lo peor de todo es que un poco menos la mitad de los mexicanos le cree al PRD, es decir, bastantes, demasiados, tomando como estadística las elecciones presidenciales de 2006. No se dan cuenta que son carne de cañón político. No entienden que se suicidan y condenan a las futuras generaciones al defender tanta irracionalidad.

Entonces, si la verdad es que no se puede extraer el petróleo que supuestamente yace en el fondo del mar y sólo se requiere ir a sacarlo, ¿para qué nos hacemos “pendientes”? Es hora de pedir ayuda a quien tenga lo que nos hace falta para la labor en cuestión. ¿Eso significa vender al país? Para un grupo de ex-porros (ahora “respetables” diputados y senadores) sí. Quisiera que ellos me explicaran, como jijos de la tiznada van a sobrevivir cuando las reservas petroleras lleguen a cero y ya no se pueda presupuestar en función del atolito del subsuelo; porque son unos chingones para jugar con el precio del petróleo y mamarse el “excedente” del presupuesto y presumir como si esto fuera gracias a sus buenas prácticas negociadoras o propensiones milagrosas. ¿Será acaso que este apalancamiento petrolero es lo que sostiene en su lugar a tanto inepto y vende patrias, pues mientras haya excedentes hay migajas y la raza tranquila? Yo creo que sí.

Qué lástima que muchos “representantes” se aprovechen de la ignorancia del respetable para enajenar su cabeza con ideas de falso patriotismo y estúpido e infértil nacionalismo; en verdad qué poca madre de cabrones. Pero dejemos el petróleo a un lado, porque ya me estoy calentando (en mal plan, no en el plan “chabocho” que todos disfrutamos de vez en vez… ¡salud!).

Sé que esta semana les prometí la historia del “Cuate Altos” y su compañero de aventuras “Oscar Murimos”, pero las obligaciones no me permitieron ordenar mis ideas para la primera parte de este cuento, así que ahí se los debo.

Al inicio de esta semana, mientras esperaba que el topo saliera de su madriguera (o que “willy” fuera liberado, o que “el cachetón” escupiera “el puro”… ¿Se capta la idea verdad?) me puse a pensar que cualquier salario es oneroso cuando se le recibe por hacer nada, lo que me llevó a pensar que es una tragedia que una buena parte de los funcionarios de la actual administración local se encuentren en esta situación (¡tan sesuda conclusión ni Einstein, caramba!). Claro, algunos lo quieren justificar haciendo como que trabajan; otros colocan señales de alto a diestra y siniestra (y muy…); otros anuncian planes de limpieza que sólo se quedan en eso, en planes, en parálisis por análisis, en arteriosclerosis de ideas; otros dicen que nos van a proteger contra cualquier contingencia natural, lo cual nos pone a temblar pues una declaración tan sin fundamento sólo nos anuncia que no cesarán las tragedias en nuestra comunidad. El caso es que estos personajes siguen cobrando por hacer nada. Sé que a varios de estos inútiles les gustaría que dejara de escribir, y pues me van a disculpar, pero si quieren que deje de “molestarlos” lo mejor será que se pongan a trabajar en lugar de andársela mentando. Yo reitero mi completa disposición de diálogo, de reciprocar pensamientos, de conjuntar esfuerzos para lograr niveles superiores de desempeño. Cuando los “ofendidos” quieran me encantaría intercambiar ideas, porque eso denotaría madurez, tolerancia, buena fe, vamos, suficiente altura como para lograr consensos y que la gente trabaje en equipo para construir un mejor Piedras Negras (¿o qué? ¿pensaban que podían solucionar todo solitos, sin nosotros?). Cosa contraria he encontrado en estos improvisados interlocutores, pues sus tácticas incluyen las “habladas”, el “corre ve y dile”, y amenazas anónimas que denuncio por este medio. Espero que tengan los pantalones de ser ustedes, señores servidores públicos, los que me busquen si quisieran aclarar algo, para evidenciar lo equivocado que estoy, y con gusto lo publicaría en caso de encontrar un error en mis apreciaciones o imprecisiones de mis fuentes de información; en lugar de andarse escondiendo en el anonimato para hacer sus arteras intimidaciones.

Bueno, se llega otro jueves y con él otra botella de vodka más se cruzará en el camino; quizás de este encuentro se vacíe la botella, o no; quizás hoy sí podamos contar con la necesaria presencia de “peludino” y “la osa”, o quizás no. Bueno, si quieren encontrarme estaré en mi abrevadero favorito a partir de las 6 de la tarde. Soy Armando Castro reportando lo que piensa desde este lugar tan querido. Hasta la próxima.

Que tengan ustedes buen día y mejores noches.

PD. Socorro y Jose Luis, adelante, que para ustedes el término derrota no existe.

jueves, abril 10, 2008

la de los jueves 10 abril 2008

La semana pasada les conté una historia de la que no podemos sentirnos ajenos por completo, porque en la ruleta de la vida nadie sabe cuándo va uno a salir “premia’o”, en lo bueno o en lo malo. Por lo que siempre “buzos caperuzos” y a cuidarse, que hay descendencia que nos reclama vivos, activos, inteligentes (no soy ejemplo de nada: soy ejemplo de todo).

El día de hoy quiero dejar a un lado los temas sensibles, los que mueven el corazón, los sentimientos a un lado porque de no ser así, den por seguro que rompo en llanto, aviento este armatoste a un lado, cancelo “la de los jueves” (brincos darían algunos, claro) y me corto las venas con galletas “Marías”. Y es que mucho me pasa y mucho me afecta en estos días, y mi hipersensibilidad hacia lo que duele, lo que lastima, lo que punza, me hace alejarme de esos temas. Hablemos de otras cosas.

Fíjense ustedes que en los días pasados de asueto (que en la escuela de mis hijas los “alargaron”, ¿ustedes creen?, ¡Ah, qué “maestros”, no tienen “llenadera”! ¿Y el futuro del país? Parecen querernos decir estos nimios docentes que todo siempre podrá esperar para después de puentes y vacaciones, ¡Faltaba más!). Dios me permitió salir del “rancho” y largarme a tierras costeras para disfrutar de unos inmerecidos días fuera de la rutina (digo inmerecidos por lo poquito del disfrute), pero así que digan ustedes ¡Ah cómo descansó este güey!, pues no, la verdad no. Pero eso no es el punto, lo que quiero señalar es el desagrado y, en determinados momentos, la repugnancia que conlleva viajar por líneas aéreas baratas en México. En este caso, mi experiencia fue con “Aerobus”.

Antes de empezar a aventar pestes contra estos camiones polleros con alas (bendito Dios; hasta la fecha no han tenido percances estos aborígenes del vuelo) déjenme decirles que hay mucha gente que me comenta que no hay cosa mejor que el servicio de esta aerolínea, pero me tocó lo otro, el lado oscuro de la luna, el talón de Aquiles, y ni modo, sin llorar, pero sí me gustaría compartirlo con ustedes, los que al final de cuenta serán los mejores jueces. Todo empezó así: aquellos destinos no muy “turísticos”, digamos, salieron a tiempo (“quesque” a Veracruz, Chihuahua, Querétaro, La Bondojito y anexas); pero lo que fue Puerto Vallarta, Ixtapa y Cancún, los vuelos salieron en promedio con dos horas de retraso. Ya se, ya sé, que los expertos en estas lides me van a querer convencer de que lo que sucede es que estos destinos están saturados en temporada alta y los retrasos vienen desde los aeropuertos de estos lugares, pero me da igual, estuvimos mi gente y yo en la terminal “C” del aeropuerto internacional de Monterrey 120 minutos llenos de inacción.

Gracias a que soy un paranoico de la llegada temprano, un fanático de ese misterioso y casi inoperante atributo en nuestro país llamado puntualidad, me tocó ser de los que abordaron al principio (cosa que me costó una multa de 700 “devaluados”, por andar “hecho la mocha”), el caso es que mi mujer ganó la carrera que se desató hacia el avión (qué incivilidad, caramba, hacernos competir a los clientes por los asientos con el riesgo de terminar a golpes con algún prójimo más terco que uno) y cómodamente se apropió de cuatro asientos, justo antes de “onde” están las alas. Más al rato empezó el desfile de azafatas por el pasillo, llamando la atención del respetable y llenándonos de expectativa al empezar ese delicioso juego mental al tratar de imaginar qué platillo suculento escogieron esta vez esos magos del cielo. Al llegar el servicio a nuestros perfectamente ubicados asientos, resulta que para “refinar” sólo había cacahuates, un triste “lonchibón” y una dotación de calorías con burbujitas carbonatadas, de tal forma que tuve que recurrir a las bebidas alcohólicas (pedí dos “cheves” y me dijeron “nones”, no sin antes mirarme con cara de “viejo pedote”, y nada más me vendieron una).

El lugar a donde fui es un paraíso (sobrevaluado, si ustedes quieren, pero hermoso en realidad), no sólo por sus playas e historia; yo más bien diría que por su gente. Jamás encontré una cara “larga”, al contrario, sonrisas y ganas de ser amigables (estoy consciente de que lo hacen porque es conveniente para que el turista regrese, sin embargo verlos en su papel da gusto, se lo toman en serio y hacen que uno se sienta como rey con todas sus atenciones). En ciertas zonas me sentí estar en los “junaites estates” y hasta me hablaban en inglés (ha de haber sido por mi “blonda” y abundante cabellera), pero eso no minimizó lo bonito de vivir esta experiencia, esta vez con mis dos hijas. En todo nos fue muy bien y lo guardaré para siempre en mi memoria, sólo quiero comentar que ese pedazo de México sufre las mismas cosas que el resto de nuestro país y, sin embargo, se mueve (¡Agachones allá y aquí, qué herencia carajo, qué lastre para nuestro querido México!).

Ya de regreso, y volviendo a nuestros amigos los “Aerobuseros”, estos trogloditas del servicio nos dejaron varados la friolera de 14 horas de retraso. Luego échele usted dos hora más de vuelo, y todas las horas del mundo (así me lo parecieron) para llegar a casa, a mi Piedras Negras querido (“mi Piedras Negras querido nunca te puedo olvidar”, ya saben, con la música del tremendo Rigo Tovar). Cualquiera que no conozca los detalles pensaría que llegamos de un vuelo del otro lado del mundo, por el cúmulo de horas agotadoras; menos mal que andaba con mis hijas.

Pero a pesar de mi inconformidad por haber utilizado esta línea aérea, debo de reconocer dos cosas; la primera es que por fin hay una opción real para no tener que viajar más de 12 horas en el democrático camión (ahora en vez de “bus” es “aerobus”, esperas 12 horas en el aeropuerto y viajas 2) para visitar nuestra hermosa (preciosa, lindísima, única, mamacita, “quenlaquere”) Patria; y la segunda es haber comprobado que, por fin, como en cualquier lugar del mundo, hay opciones para quienes quieren conocer su propio país. Ya no hay excusas.

Llego al terruño y hubo reunión de “ex-mapaches” (“mapaches” siempre en el corazón) y me dio mucho gusto ver que nuestras porristas no eran sólo muchachas bonitas, pues hoy son mujeres guapas; también comprobé que aquellos “esbeltos” jugadores somos hoy “embarnecidos” adultos (por no decir unos “cuarentones con panza”; bueno, todos excepto mi “Bro”). Fueron días muy movidos, en los sentimientos, en lo familiar, en lo personal, en lo laboral y en lo neuronal (bueno ahí siempre, pa’ las dos neuronas sanas…).

La próxima semana les contaré la historia del “Cuate Altos” y su singular amigo “Oscar Murimos”, en la primera parte de su odisea “El gobierno de quien gente”. Por hoy guarden reposo y brinden unas a mi salud (sin recordar a mi “mami”, por favor).

Socorro y Jose Luis, están en mi corazón y plegarias todos los días; mujeres y hombres como ustedes son de los imprescindibles (no quise modificar la frase de Bertolt Brecht, pero está hecha para ustedes).

Que tengan ustedes buen día y mejores noches.