jueves, julio 10, 2008

la de los jueves 10 julio 2008

Cuando piensas que lo has visto y escuchado todo, checa bien tus signos vitales porque lo más seguro es que ya te encuentres muerto. La vida seguido te da un jalón de orejas y te susurra al oído “No sea tarugo mi niño, lo mejor esta por venir”, y pues así es amigas y amigos. Les comento.

Resulta que hace unos días un señor bastante conocido en Coahuila (más en Saltillo y Monterrey), que responde al nombre de Horacio Del Bosque Dávila, declaró que él apoyaba la absurda y disparatada iniciativa (para estas cosas son buenos los “representantes del pueblo”) de que los legisladores se puedan re-elegir sin dejar pasar un periodo para dar así continuidad a su trabajo (¿?); en serio que hay imbéciles que no se miden, y lo peor, los aguantamos como funcionarios públicos. Señor Del Bosque, de verdad que usted y los idiotas que lanzaron la iniciativa carecen de progenitora humana. Por lo visto nos considera un atado de estúpidos; favor de aclararnos a qué labor o trabajo legislativo se refiere. Creo recordar que usted es el mismo que, una vez descubierto un “cochupo” enorme por desvíos de dinero del gobierno de Nuevo León para pagar la campaña de alguna rata del PRI regiomontano, se limitó a argumentar (a ladrar, a eructar, que para el caso es lo mismo) que se trataba de “prácticas históricas”, por lo que usted no podía hacer otra cosa más que lavarse el ano frente al pueblo durmiente de aquellos años. Y tan no pasa nada con personas indeseables como usted, que hoy es un flamante diputado, viniendo de una secretaría de estado (la de desarrollo) con el gobernador anterior. Ya ni la friegan, y nosotros más. Diputado el hombre, nomás díganme a qué intereses obedece. Qué vergüenza.

Lectoras y lectores amables, sean ustedes tan gentiles de corregirme si estoy en un error, “asegún” mi óptica, los funcionarios (que muy poco funcionan) del poder legislativo son algunos de los mejores pagados y de los que menos obtenemos resultados. Parásitos burocráticos que creen que su labor consiste en aplastar su hediondo trasero (no le hace que usen Chanel, la peste les viene de cuna) en sus cómodas curules, únicamente para levantar el pinche dedo, o bien utilizar los recintos legislativos para armar sus infértiles y absurdos motines y mitotes (y productivos negocios, eso sí). Ahora resulta que no conformes por cobrar lo que cobran los muy cínicos, se les ocurre una “iniciativa” para poderse re-elegir. En lugar de estar pensando en pendejedas (disculpen mi exquisito francés) deberían pensar por fin en ponerse a trabajar, en decirnos cuáles son sus objetivos, sus proyectos y metas para medirlos, infames parias burocráticos de quinta, que hacen más daño que la mayoría de los que pudren sus tristes existencias en las cárceles de nuestro estado, muchos de ellos por haber ofendido a la sociedad al robar para darle de comer a sus tristes familias que, me atrevería a apostar, votaron por el famoso execrable diputado corrupto.

Ahora bien, la rata de Horacio del Bosque está muy afuera de mi ámbito de convivencia, pero para aquellos que piensan que exagero, permítanme materializar una apuesta abierta, a quien quiera, tomando un ejemplo de nuestro medio ambiente en Piedras Negras, por ejemplo al lidercillo Leocadio Hernandez (que no me pudo sostenerme la mirada en conocido restaurante del centro el día de la visita de la gente del consulado de Nuevo Laredo), y ahí sí que conocemos todos de su accionar y decepcionar. Les apuesto que los resultados tangibles y comprobables de su gestión como legislador local es menor que un cierto factor (a negociar) de lo que ha recibido en ingresos este señor. Es decir, si el factor fuera 1, querría decir que habría gestionado beneficios para Piedras Negras en una cantidad equivalente a lo que ha ingresado. Si fuera 2, entonces querría decir que habría gestionado beneficios por el doble de lo que ha ingresado. ¿Cuál creen que sea ese factor para este funcionario? ¿Cuál creen que debería de ser? Este señor “diputado” ha declarado a lo largo de su gestión un montón de cosas, que lo hacen aparecer como “muy ocupado”, y sin embargo les pregunto a ustedes que amablemente me leen ¿Dónde podemos “palpar” los resultados? ¿En qué rubros se pueden ver y medir los logros del señor Hernandez? No es tan difícil como pudiera pensarse. Recuerden, son nuestros empleados. Díganme de una sola empresa o negocio en la que se dejan la caja y los bancos a los empleados sin que se les pida rendir cuentas.

¿Se imaginan que así midiéramos a nuestros representantes locales y/o federales en nuestro país? Se acabaría el “dicen que hicieron”, “dicen que trabajaron por nosotros”; se acabarían los dichos y empezaríamos, estoy seguro, a ver los hechos. Ya lo dijo el gurú de los negocios americano-israelita Eliyahú Goldratt: “Dime cómo me mides y te diré cómo me voy a comportar. Mídeme bien, y me comportaré bien. Mídeme mal y no te extrañe que mi comportamiento sea ajeno a tus deseos”.

¡Ah! Pero debo de insistir, no tiene la culpa el indio sino el que lo hace compadre. Si todos estos imbéciles corruptos nos han visto la cara a lo largo de nuestra epopeya es porque nosotros como pueblo lo hemos permitido, ni modo, no nos podemos escapar de ese error histórico. Nos falta acudir a las urnas a expresar nuestra aceptación o repudio por los tripones aventureros ansiosos de ubre, que se lanzan a la aventura política y que no somos capaces de identificarles a tiempo. Y ya sea mayoría relativa o hipnotismo colectivo, pero una vez que se encuentran donde nunca debieron de haber llegado, tampoco les exigimos a estos haraganes que se pongan a trabajar, ni les medimos la eficacia y la eficiencia, cosa que nos miden a todos los demás, todos los días de nuestra existencia. Nos ven la cara porque si no cumplen con lo que deberían cumplir, todos nos quedamos calladitos y nadie se atreve a alzar la voz. ¡Con un carajo, cuando vamos a dejar a un lado esta maldita apatía!

Ya basta de seguir el ejemplo de estos traicioneros de la patria, que por si no se han dado cuenta, sólo “luchan” por sus colores y sus propios bolsillos, no por el bienestar del pueblo, no lo hacen por México. Yo mantengo viva la esperanza de que algún día tendremos un buen sistema de administración de los bienes públicos, y entonces sí, sin importar partidos o colores, vamos a corregir el rumbo. Si, díganme soñador por que en realidad sí lo soy; y no me molesta que me lo digan, pues a mi lado caminan muchos que alguna vez soñaron algo y sus sueños se vieron cumplidos, aunque ellos no hayan vivido para verlo.

Es jueves y créanme que en esta ocasión termino encabronado tras leer lo que he escrito, y termino así porque me enferma la apatía en la que estamos sumergidos. En conclusión, creo que me van a caer mal las cervezas o los “volkas”… ¿cuándo te han caído mal carboncito? preguntarán los que me conocen, y pues sí, ya me cacharon, tengo esta válvula de escape que no me deja enloquecer más allá de lo permitido: los benditos jueves. Ahí estaré a la hora y en el lugar de siempre, por lo que si alguien me busca estoy a sus órdenes. Como quiera, desde este rancho hermoso que contempla mi excesivo enojo (alias encabronamiento), soy Armando Castro y les deseo (incluyendo a “Leo”) un bonito jueves y una siguiente semana llena de felicidad y buena vibra.

Que tengan ustedes buen día y mejores noches.

PD. Socorro y Jose Luis, parece que cuando no llueve llovizna; pero a final de cuentas sale el sol. Primero Dios todo saldrá bien, no hay de otra mas que tirar “pa’lante” que hacia atrás sólo los cangrejos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Armando:
Me da mucho gusto que tengas wuevos para tocar temas que a muchos nos daría miedo, asi que te felicito y además comparto el criterio que expresas, en particular el tema de Horacio del Bosque alias alias no se que decir por rata y ajaldra, El individuo como nos expresamos en el norte, no vale para chingar a su madre, pobre estupido, rata rastrera, que es lo que si le sale muy bien.
Felicidades de nueva cuenta y que sigas con esas ganas de expresar lo que sientes y con buenas razones, espero que opronto tengamos la oportunidad de platicar en una mesa de cheves al calor de buenos temas de politica, economia, y sociedad, hasta pronto.

Tu amigo Chávez y Pacho

V. Javier Zacarías G. dijo...

Ahi me hablan si se juntan..