jueves, junio 12, 2008

la de los jueves 12 junio 2008

Esta semana le di más de una vuelta a lo que iba a escribir y siempre terminaba con el mismo resultado: nada. Obviamente la principal causa de esto es mi escasez de neuronas y los ataques de delirium tremens que ya me tienen hasta el copete (el cual no tengo, por lo que ya se pueden imaginar la incongruencia existencial que flota sobre este asunto, que por cierto, ya no aguanto); no es fácil escribir cuando se tiene la mente en blanco y un elefante rosa con motitas “fiucha” sentado a tu lado contándote chistes de humor ensortijado, al puro estilo del gran Polo Polo. Sin embargo, dentro de la profunda desesperación por alcanzar la primer idea, la neblina fue cediendo poco a poco, la vorágine que me nublaba amainó, y nació en mí, floreció, un capullito de pensamiento que aproveché inmediatamente y lo puse al servicio de mi intención por escribir: quiero agradecer a Chuy Mario por la felicitación que me hizo llegar a través de Hector Sergio Barboza, con motivo del día de la libertad de expresión. Señor Presidente Municipal, muchas gracias a nombre de mi editor el Ingeniero José Luis Segovia y de un servidor.

Una vez superado el difícil parto de la primogénita idea de esta ocasión, ya no me pueden parar tan fácilmente. Fíjense que el martes de esta semana, mientras esperaba que la luz del semáforo cambiara a verde (había que adivinar, porque el cristal de color estaba ausente, pero mis sesudas reflexiones me llevaron a concluir que, como los occidentales leemos de izquierda a derecha, la lógica de los semáforos debe ser así de occidental, primero la izquierda y luego la derecha y… ¿confundido? Igual que yo en ese momento), y frente a mí, casi “volándose” el alto que “se intuía” en el bendito semáforo, dio vuelta la “combi” escolar a la que hice referencia la semana pasada, ¿recuerdan? ¡¡La mismísima combi!! Qué pequeño es el mundo y, por lo tanto, qué microscópico resulta ser el rancho. Otra vez, de nuevo, “heguén”, quien la piloteaba portaba las mismas gafas oscuras, pero ahora sin la camiseta del Guadalajara (¡Arriba mis chivas, con un…!) y la unidad se veía recién pintadota de color amarillo “puntoderreferencia”. Eso sí, la cantidad de infantes columpiándose al ritmo que los amortiguadores se los permitía, y los malditos asientos tipo trampa mortal estilo Rambo, no habían cambiado. Quiero pensar que lo de la pintura fue lo único que los encargados de regular el transporte “identificaron” como vital para el buen funcionamiento de la unidad en cuestión (“vistan bien a sus operadores y “delen” una garrita de tigre a las unidades”… claro que sí, mi señor “autoridá”, nomás diga de a cómo va a ser el “moche” y le pintamos la “unidá” como nos lo mande “usté”, no faltaba más…).

Sigo siendo creyente de que a los operadores de toda unidad de servicio público (taxis, camiones urbanos, camiones escolares, y los que se me olviden) deben ser sometidos a rigurosos exámenes periódicos de manejo, vista, aptitudes para operar las unidades que se les asigna y, por supuesto, antidoping. Y si quieren cumplir con la farsa anual del revisado “ecológico y mecánico”, que lo hagan, pues agachones sí somos. Y hablando de la mentada revisión, hace poco se publicó que hasta la fecha han cumplido ya 3 mil unidades con este ejercicio malsano de fiscalización “ad ovum”, de un parque vehicular de 46 mil (datos del 2007). Se me ocurre algo: cumplamos con el revisado el día que nos quiten el ridículo impuesto de la “tenencia” ¿Les parece bien? ¡Ya basta de que nos carguen con tanta tarugada! Como si en verdad se destinara el dinerito que se capta para el bienestar del respetable… O como si no hubiera otras fuentes de contaminación más urgentes de atender y controlar, como las emisiones al aire y al agua de las maquiladoras, o la explotación de carbón a cielo abierto. De eso, mejor ni hablar. Pero a la clase media, a esa sí crucifíquela, exprímanla, empálenla, acorrálenla… estúpidos, algo de historia deberían aprender para ubicar mejor la magnitud de su error: quítenle a la clase media porque quitarle a la clase encumbrada está “harto cabrón”, además de bien poblada por los mismos políticos que hacen las estúpidas leyes. Ora sí ya me enojé.

Pasando a otro tema, aunque manteniendo el nivel de cólera que voy desarrollando, debemos reconocer que, en una gran mayoría, las buenas costumbres para manejar nuestro automóvil nos valen una reverenda fregada, además de lo poco considerados que somos con los demás automovilistas, y no se mencione con los peatones o ciclistas, seres inferiores destinados a convertirse en estadística de nota roja. Ya vemos por todos lados al “vivo” que toma el carril exclusivo para dar vuelta (porque el de ir de frente esta “llenito”), y en la primera oportunidad se trata de cambiar al carril para seguir de frente, pero si no se le presenta dicha oportunidad, pues entorpece a los que quieren virar (¡aguébo!). Están también los “ases del volante”, que al ver un semáforo en rojo, toman la lateral para “dizque” dar vuelta, sólo para volver a ingresar de nuevo a la vía por la que circulaban, evitando así la luz roja ¡Qué bárbaros, qué pericia! Sin embargo hay una incivil atenuante que me gustaría mencionar: debido a lo ridículo de nuestras soluciones de flujo vehicular en las principales ciudades y ranchos de México, lo poco planeadas, corruptas, improvisadas y estúpidas decisiones que se han tomado al respecto en el pasado, y se siguen tomando, muchos de nosotros nos tenemos que volver inciviles sujetos que no respetamos nada para poder cumplir con oportunidad los compromisos, es por esta razón que los “vivos” y los “ases del volante” proliferan con más frecuencia de lo que a todos nos gustaría. La verdad es que todos somos unos “ases del volante” y “vivos” en potencia.

También existen, en otros casos, el bisoño, adormilado o simplemente tarado conductor, que con una parsimonia digna de un caracol sin prisa, circula por en medio de una vía de dos carriles importándole un pepino los bocinazos, mentadas y señas que generosamente le brindan aquellos suertudos que logran rebasarlos. Y un caso aparte lo conforman las autoridades y funcionarios del municipio. A muchos de nosotros nos ha tocado ver patrullas que encienden torretas y sirenas sólo para volarse un alto. No les basta con ser verdaderas nulidades para conducir, todavía se “lucen” nuestros “eficientes” policías. Anécdota: el día lunes 9 de este mes a las 7:18 de la tarde me encontraba como buen “hijo de vecino” que soy en el cruce de San Luis con H. Colegio Militar, esperando que el semáforo cambiara a verde, cuando frente a mí, al otro lado de la avenida, observé cómo una camioneta Dodge de Fomento Deportivo del Municipio (número económico FD-03) evitó la fila de vehículos rebasando olímpicamente por el lado derecho. Pensé yo: “bueno, este tipo dará vuelta a la derecha, y aún así la está regando pues el espacio es muy reducido”, y en efecto, el espacio era tan reducido que el tipo se trepó sobre la banqueta, justamente a un costado de la tintorería que ahí se encuentra. El caso es que el funcionario no viró a la derecha, no, se siguió de frente, el muy “vivo”. Simplemente no quiso esperar su turno de pasar como todos los demás. ¿Cuál era su prisa? Me imagino que el señor iba tarde a un evento que tuvo lugar en la cancha de fútbol en la macro plaza; ¿No le da vergüenza al “chafirete” de la unidad FD-03? Lo peor del caso es que, unos cuantos vehículos detrás, venía en su camioneta particular el profesor Javier Salinas (secretario de la presidencia) que, o bien no se dio cuenta, o se hizo como que la virgen le mandaba un mensaje por celular. ¡Excelente ejemplo, señores funcionarios!

¡Ah! Pero que no sea uno del cardumen el que hace ese tipo de chistecitos, porque “ipso facto” (“hechos la madre”) los “guardianes” de la ley y el orden nos marcan el alto (“oríllese a la orilla mi buen”), y tras “regañarnos” nos levantan una infracción bien merecida; y que no se les diga nada por que se ofenden y hasta faltas a la autoridad te enjaretan. Lectora y lector amigo, seamos más sensatos cuando manejemos nuestro automóvil. Entendamos que no estamos solos en las vías; hay que ser más considerados con los demás. Pon tu direccional a tiempo; respeta los carriles; si vas a un compromiso, hazlo con tiempo para que no manejes como el de la FD-03; los espejos son “pa’ver pa’trás”: úsalos; usa el cinturón de seguridad y haz que todos lo usen dentro de la unidad; no hables por celular cuando manejes; no lleves niños en la parte delantera del carro; deja pasar las ambulancias; deja pasar a quien aparente más prisa, puede ser que se trate de un doctor o alguien con verdadera urgencia; ten en cuenta que los niños tarde que temprano se te van a atravesar; permite a los peatones que pasen primero en los lugares donde corresponde; y finalmente, pero mucho muy importante: si toman, no manejen. Señores autoridades y funcionarios, sean ejemplo y no hagan tarugadas, que nada les cuesta.

Otra semana, otro jueves; si quieren encontrarme, ya saben donde estaré, y si les da mucha flojera escriban su comentario o mándenme un “y meil” a ladelosjueves@gmail.com. Soy Armando Castro y les deseo un excelente fin de semana.

Que tengan ustedes buen día y mejores noches.

PD. Socorro y José Luis, ¡Ánimo! que cuando se tiene Fe se tiene esperanza; que cuando se cree en Dios siempre caminamos de su mano.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A todos los lectores de esta columna se les ofrece un descuento del 10% en LAMBURGUEZA ,solo los jueves del mes de JUNIO,solo tienes que mencionar " LA DE LOS JUEVES".
Armando y Rocio.

V. Javier Zacarías G. dijo...

Oye Mando...pos por "dondesta" la hamburguesa????....no "layo"