Me contuve, me esperé, creo di tiempo suficiente para ver si el “líder” de la CTM nulamente capaz, y flamante diputado local Leocadio Hernández, tenia un chispazo de inteligencia o iluminación divina, y así, finalmente, actuaba a favor de resolver el conflicto laboral en Fujikura. En realidad sigo siendo un soñador empedernido, por eso nunca ocurrió que este títere procediera con sentido común. Al contrario, este pleito ya pasó a otras instancias y el inepto de Leocadio quedo exactamente como eso, como el mismo inepto de siempre. Lo que ahora me llama la atención es el hecho de que asuntos de tanta importancia, entre otros que también lo son, quedan en manos de un tipo como éste, que no puede llegar a un consenso en este asunto laboral, que no es capaz (por incapaz) de realizar una negociación en la que todos salgan ganando. No, por el contrario, el asunto ha llegado al punto en que todos perdemos. Incluso aquellos (la mayoría, casi todos) que no tenemos vela en el entierro, salimos perdiendo. Le sugiero a la “élite” política del rancho que ya dejen de adular a ese señor (que a duras penas sabe leer una declaración) y le apliquen la ley del hielo cuando lo vean. ¿Les resulta infantil mi sugerencia? Pues “infantil” más bien se manifiesta nuestra confianza al contar con tomadores de decisiones como él, por llamar a nuestra ceguera o negligencia de una forma amable, puesto que calificaciones como estúpida o insensata serían más propias para designar tan peligrosa confianza que tenemos. A menos que Leocadio ya haya invertido muy buena lana para asegurar su futuro político, difícil veo que llegue lejos. Por lo pronto (y para nuestra desgracia) seguirá siendo el “líder” de la CTM local y, en consecuencia lógica (su historial lo demuestra), seguirá entorpeciendo la llegada de nuevas empresas y provocando que las establecidas sigan buscando mejores lugares para establecerse (¿Qué, se va “Transformadores”?). Claro, hay otros factores que provocan la partida de empresas ya establecidas, pero que si hubiese un sindicato con mentalidad institucional, que se moviese en base a objetivos que impacten positivamente en sus agremiados, que tuviesen una visión a largo plazo en donde el eje central es Piedras Negras y su gente, sería más fácil llegar a acuerdos ganar-ganar. La cosa cambia si quien le toca negociar en nombre de los trabajadores es una persona escasamente preparada y con mentalidad de pollo corralero. Señor Hernández, su labor sería un poco más eficaz si a las reuniones de negociación de contratos de trabajo pudiese usted llegar mejor informado de la realidad de la empresa y después de haber hablado con los trabajadores que dicen que andaban diciendo que usted representa. Sería mejor para la empresa, para Piedras Negras, para México, si a cambio de los aumentos de salario (que con vetusta vehemencia se piden, en ocasiones sin ni siquiera conocer la realidad financiera del negocio) se ofrecieran alternativas inteligentes, grandes, atractivas, en rubros como reducciones de tiempos muertos, de desperdicio, incrementos en calidad y productividad. Pero algo me dice que esos son conceptos que le son tan ajenos que le resultan difíciles de entender.
Ahora bien, ante su insolvencia como negociador, ahora alega que alguien le esta tendiendo una trampa, que se trama en oscuros sótanos de la política y los negocios un “complot”, y que son sus “enemigos” quienes le están poniendo piedras en el camino; póngase a pensar que si, en lugar de haberse estado rascando el ombligo, se hubiese capacitado y realmente hubiese trabajado, en estos momentos no estaría buscando “moros con tranchetes” para justificar su falta de interés y de responsabilidad. Su responsabilidad es la de hacer valer y velar por lo derechos de sus agremiados, eso nos queda claro a todos menos a usted, pero ya no estamos en los tiempos de “Don Fidel” y por lo tanto usted ha perdido la oportunidad de haberse interesado en realizar su trabajo a cabalidad.
Expreso lo anterior por que estoy harto de ver cómo desaparecen fuentes de empleo. Estoy harto de ver a “líderes charros” y obsoletos como usted comprenderá en estos casos, escalar peldaños de “poder” con el fin único de engordar sus cuentas bancarias. Estoy harto de ver cómo, ante su falta de responsabilidad, escupen y nos recetan con embrollos inentendibles y mentirosos, culpando a quien se deje de sus fallas, sin tener el valor civil de confesarse un ser humano normal.
Poco o nada me trago yo el cuento de que estamos en los primeros lugares en imagen pública y seguridad; digo: ¿A quién le preguntaron? ¿Sólo a gente afiliada al PRI? ¿A la gente de la presidencia? ¿A lideresas y gente incondicional al presidente municipal? A mí y a muchos de mis lectores nadie nos entrevistó, ni se nos habló por teléfono. Ahí se los dejo, “honorables” miembros del cabildo e “ilustres” miembros del equipo del Licenciado Flores Garza. Hasta la fecha, y desde la administración de “Claudis”, los terrenos baldíos siguen llenos de maleza (excepto los que están a la vista de los que visitan nuestra ciudad) y a Don Conrado le recuerdo que existe un reglamento municipal que obliga a los propietarios de predios a que estos los mantengan limpios o en caso contrario, el municipio lo hará y el cobro se efectuará a la hora de pagar el predial; pero al parecer al mencionado señor le preocupa más cuestiones estéticas de la macroplaza y la plaza que dice administrar Fernandito Purón.
Hablando de seguridad pública, con mucha tristeza lo digo, no existe tal; por eso hay que invertir en seguridad privada, por eso cada vez que nuestros hijos salen a la calle nos preocupamos y pedimos a Dios lleguen bien y no se topen con gente peligrosa. Por eso desconfiamos hasta de los que se dicen protegernos, pues ya no sabemos a quien deben su lealtad. Y no hacemos ni haremos nada, porque el miedo supera a cualquier otra reacción ante el oprobio, nombrándome yo como el primer cobarde de la ciudad en este aspecto.
Por otro lado, dejando a un lado banalidades y preocupaciones humanas, quiero decirles una cosa a quienes puedan pensar que ando “medio místico” últimamente. Soy un místico permanente, pero del alcohol; lo que viví hace unos meses sigue vivo en mi alma como si fuera ayer y se alimenta con la paz que me da el visitar la Iglesia. Mi Fe no está supeditada a las actitudes y acciones de los hombres, pues ahora entiendo que los hombres somos imperfectos y ligados a un entorno terreno lleno de distracciones, incluyendo a los líderes de la Iglesia. Mi fe es inquebrantable y eso me salva en vida de padecer un vacío en el alma.
Se llegó el jueves y no tengo la menor idea de lo que voy a hacer, o a donde me voy a dirigir. No es un buen jueves, eso es todo, ya mejorará. Me despido deseando que tengan un buen día, ya nos saludaremos la próxima semana (espero).
Que tengan ustedes buen día y mejores noches.
PD. Gracias de nuevo a los hermanos Sánchez García por la invitación, la hospitalidad, las risas, la comida y los tragos; pero sobre todo gracias por su amistad.