jueves, mayo 29, 2008

la de los jueves 29 mayo 2008

Lectoras y lectores, bienvenidos una vez más a este espacio virtual aún no censurado por la mano “juerte” de Beto “El Bailador”. Hoy me propongo exponer acerca de algo que parece ser inherente al ser humano: la incongruencia. Después de años de teoría y práctica en estas artes de lo absurdo y el desatino, llego a la conclusión de que todos, en alguna ocasión o circunstancia, hemos sido incongruentes, ya sea por necedad o por ingenuidad, pero la insensatez llega como un gas venenoso, que no huele, que no sabe, que no se ve, pero más temprano que tarde se apodera de nosotros como una cosa pegajosa y horrible y nos hace hacer un disparate (o varios). Pero antes de entrar en detalles habrá que preguntarnos ¿Y que jijos de Mouriño es incongruencia? De acuerdo al diccionario despastado que todavía da servicio a su amo como siempre lo ha hecho desde su infancia, “Incongruencia” es:

1. f. Falta de acuerdo, relación o correspondencia de una cosa con otra.
2. Hecho o dicho ilógico, contradictorio.

Ahora que ya conocemos el significado de la palabra derivada del latín, qué les parece si les cuento lo que al paso del tiempo he observado, paciente y rumiante, mientras los prójimos hacen y deshacen en su diario trajín de sube y baja. Sean ustedes los jueces de lo que a continuación se presenta, a ver si hallan algo contradictorio. Si les parece, empezaré por un ejemplo local, reciente y simple.

La semana pasada el Doctor Loth Tipa Motha, regidor de nuestro municipio (sí, encargado de algo así como de cosas de salud… ¿Alguien dijo salud? ¡Sí, salud! …al parecer es algo que le atañe) dijo que hay que terminar con los funcionarios “chapulines”. ¡Wow! Al principio pensé que se refería algunos seres mutantes que, al no rasurarse por las mañanas, luego andan durante el día “sonando” cada vez que raspan sus pelusas en flor (gracias Silvio) contra cualquier cosa, y también me imaginé que podrían ser aquellos seres “acinturaditos” cuyo abdomen liso y tabloide recuerdan a un espárrago, sólo que “con patas” y “mano larga”, pero también pensé en un principio que podían ser de esos que te encuentras en cualquier oficina de gobierno con el semblante semi-verde derivado de una dieta a base de bebidas azucaradas y una que otra fritanga para alivianar el aliento. Pero nada, resulta que doc Tipa se refería a aquellos que se aprovechan al tener un cargo público para brincar a otro, y luego a otro, y otro, y así, per saecula saeculorum, viviendo una existencia mamadora de la ubre presupuestal. Pues bueno, este regidor, aspirante a diputado local, pretende una iniciativa de ley para terminar con los “chapulines”. Primero yo, después yo y después… nadie. ¿Incongruencia?

Pasemos a otras latitudes, si me lo permiten sus mercedes.

La mayoría de los funcionarios públicos (municipales, estatales y federales) viven como verdaderos patricios romanos alegando que vegetan, sí, pero para servir al pueblo. Sin embargo, no los vemos vivir como el pueblo, o entre el pueblo que dicen defender. ¿Cómo es posible que alguien pueda defender una realidad que no conoce? A ver, déjenme intentarlo: voy a defender a mi amigo el atún, pobrecito, si no le hace daño a nadie, se la pasa echando burbujas de amor por donde quiera (gracias Juan Luis), eso de que su carne es rica en proteínas no me consta, y no me gusta que lo saquen del agua porque “siento” que le da mucho frío… ¿lo ven? queda demostrado que no se puede defender aquello que no se conoce. Si estos tipos, los funcionarios públicos a los que me refiero, se gastan 100 dólares en una camisa cualquier día de la semana, ¿Cómo podemos esperar que comprendan lo que significa comprar la despensa para 4 personas (bajita la mano) cuando se ganan 47 pesos al día? (pinche salario mínimo, obra del diablo seguramente… no se me enoje señor alcalde de Saltillo, me refiero al maléfico, a satanás, al leviatán). La revolución sólo le ha hecho justicia a unos pocos, al resto nos sigue cargando el payaso.

Otro caso: veo hombres dentro de la Fe que predican amor a Dios Padre, y sin embargo abusan de mujeres y niños (es trágico sobre todo el caso de estos últimos), sin que nadie los toque, y se mueren entre flores perfumadas y todavía queridos, como lo ha sido el caso del padre Marcial Maciel, michoacano tristemente célebre, pues sus buenas obras se vieron ensombrecidas por sus faltas capitales. O está esa otra clase de falsos predicadores, que en nombre del Altísimo piden dinero para financiarse una vida llena de lujos, ándale, igualito que los “chapulines” de la política, pero con una perversión que más conmueve. Creo que mi Hermano, Maestro y Amigo, el buen Jesús, vivió en la pobreza y jamás pidió se erigieran palacios en su nombre. Ahora que lo pienso, el estuvo libre de contradicción. ¿Alguien me reta?

La mayoría de los mexicanos, y me atrevo a decir que de los seres humanos, manifestamos apoyar la honestidad y querer acabar con la corrupción. Sin embargo, en las primeras de cambio, buscamos la forma de sacar ventaja de cualquier cosa, y aquello de la moral y los valores los guardamos para mejor ocasión. Los ejemplos sobran. Cuando sea grande yo no voy a ser incongruente, pues la verdad se tiene poca oportunidad de ser incongruente cuando se es un borrachín escribidor; ya no hay hacia dónde caer cuando se ha tocado fondo, ¿no creen?

Es jueves (quinto día de la semana; cuarto en las nuevas culturas; jeudi en francés, giovedi en italiano, thursday en inglés, donnerstag en alemán, quinta-feira en portugués) y sabemos que cuando llega este día, su servidor estará en el club de siempre, a la misma hora, con los se animan a acompañarlo. Desde este incongruente Estado de Coahuila, soy Armando Castro, deseándoles un bonito fin de semana y una próxima semana mejor.

PD. Socorro y José Luis, el andar a veces es lento y los resultados nos parecen mínimos, pero se tienen el uno para el otro, para hablar, para llorar, reír, para sentir un abrazo o simplemente para compartir el silencio. Una mirada de cariño es más poderosa que todas las frases de consuelo juntas. Ustedes pueden, ¡Ánimo!

jueves, mayo 22, 2008

la de los jueves 22 mayo 2008

Estimados lectoras y lectores les saludo con todo el entusiasmo que soy capaz. Otra semana, otro jueves y para pesar de algunos, aquí estamos todavía. El tema que hoy nos atañe es el desmadre climatológico que hemos creado y que la semana pasada nos tocó vivir (sufrir, de nuevo) en estas tierras cada vez más golpeadas por la madre naturaleza. Pero para no hacernos bolas, empecemos por el principio (que así dicen por ahí).

El miércoles 14 de este mes alguien tomó fotos en el ejido Piedras Negras, donde se muestra una formación de nubes que asemejan a un tornado en formación antes de tocar tierra. Ahora bien, noten que escribí “asemejan a un tornado en formación”, y lo hice así porque yo no soy meteorólogo, y realmente no estoy seguro de lo que se muestra en las fotos. Pero la raza dice que fue un tornado al que le faltó tantito para tocar tierra y hacernos revivir la penosa experiencia que sufrió Villa de Fuente. Sobre este día tengo varios comentarios: para empezar, al parecer se omitió de nuevo avisar del peligro al que estaba expuesta la población, pues aunque sólo “parezca” que se aproxima un tornado, se debe alertar a todo el que se deje, ya que en esos casos solo la prevención tiene sentido, pues si en verdad ya se tiene encima al monstruo, poco o nada se puede hacer. Personas que escuchan la radio durante el día me dice que el mentado miércoles no hubo aviso de que algún fenómeno meteorológico importante pudiese ocurrir. Yo como rara vez escucho la radio después de las 8 de la mañana, no puedo atestiguar si esto es cierto o no, pero digamos que el beneficio de la duda le doy a quienes me lo han comentado. De hecho, de no ser por las fotografías que me hizo llegar mi amiga Marittza (muchas gracias), jamás me hubiera enterado. Ahora bien, no por haber estado “desconectado” voy a decir que Oscar Murillo hizo o dejó de hacer su chamba, ni tampoco puedo afirmar o negar que quien hizo la tarea por él fue Hector Sergio Barbosa. ¿Quién realmente lo sabe?

Pasado el susto del miércoles (lo digo por los que se asustaron, claro) llegó el jueves, y mientras disfrutaba de una León bien fría (la segunda de la tarde) recibí una llamada de un miembro del equipo de Chuy Mario que me advirtió de la presencia inevitable de una tormenta severa, acompañada de granizo y vientos fuertes (muy fuertes, así me dijeron). Tras darle las gracias a mi amigo y amable funcionario, me lancé a casita a poner a buen resguardo a mi familia y ayudar en las labores de evacuación que yo suponía habría, pero nada. Al llegar a mi calle todo mundo se encontraba fuera de su casa observando el cielo y escuchando el espectacular y aterrador sonido que recuerda al de un tornado del Weather Channel. No bien subí a mi vehículo para intentar ponerlo bajo techo, cuando ¡Sopas!, que se suelta el infierno, y ya volaban granizos por todos lados, se escuchaban gritos de mujeres histéricas que momentos antes coreaban: “Ira viejo, ya viene la’gua, a ver si así te remojas ¡inche Cuino!”, y el cauce del arroyo a la alza como los precios del petróleo. Pregunto: ¿A alguien se le ocurrió cerrar las calles donde el agua tenía el cauce parecido a “rápidos clase 3”? P’os no, oiga, la “verdá” es que no. ¿Alguien evacuó a la gente que vive a la orilla del cauce de los arroyos para evitar la tragedia entre los menos favorecidos? P’os menos oiga, ni que fueran adivinos, o que tuvieran cuatro manos para hacer de todo, ¿verdá? Entonces, ¿mínimo evacuaron a los habitantes de las colonias de alto riesgo? Ahí sí, quién sabe, porque hay gente que dice que sí, y hay quien dice que los rescataron, más que evacuarlos.

El caso es que, al mejorar el clima y confirmar que mis mujeres estaban bien, me regresé a donde andaba para terminar la tarea de cada jueves. Yo perdí unas horas de tragos, lo cual es una tarugada frente a lo que perdió la gente afectada, pero aún así me atrevo a preguntar con justa indignación por lo que he visto que les ha pasado a mis semejantes: ¿Quién autorizó a las constructoras fincar en terrenos de alto riesgo? Carajo, ¿qué siempre seremos agachones?

Al día siguiente, ya tarde, por aquello de la resaca, miré que en las calles había porquería por todos lados, los semáforos estaban todos “despernancados” (ahora si pusieron a trabajar al “cuate”… bueno, a su gente); pero al parecer no hubo pérdidas humanas qué lamentar, y las probabilidades que se derivan de la historia reciente hecha estadística nos indican que no fue porque Murillo haya hecho su trabajo, más bien porque esta vez corrimos con mucha suerte, nos cubrió el manto bendito, y/o la buena vibra del verano que se acerca no quiso ver en mi tierra más llanto. Claro queda a todos que Murillo no es culpable del clima. Digo, el señor no se controla ni solo. Pero sí es el responsable de prevenirnos y auxiliar al cardumen en caso de que seamos tan burros de no hacer caso de las advertencias. Hasta el día de hoy Murillo no justifica el sueldo y las prestaciones que tiene (como varios otros funcionarios ya viejos conocidos de este espacio). Y qué raro, esta vez los medios locales no mencionaron la deficiente labor del susodicho, ¿Qué, se habrá puesto “guapo” con aquellos? Volviendo a los números probabilísticos, y conociendo un poco la idiosincrasia del político de mi rancho encantado, podría apostar con cierta ventaja a favor.

Cambiando de canal como quien se cambia de calcetines les comento que poca gente participó en la encuesta que les propongo en este cibernético rincón del hiperespacio (¡Qué barbaridad, que apatía!). Aún así, de los pocos participantes se puede percibir que Moreira, contrario a lo que dicen sus encuestas pagadas, no está haciendo una labor tan buena al frente del estado. La falta de transparencia mancha demasiado su labor. Bueno, ya es algo, me refresca conocer de lo que opinan ustedes. Es importante opinar, ¿Cómo queremos que se nos escuche, si siempre hablamos en voz baja? Si somos un grupo relativamente pequeño para externar nuestra opinión, no se amedrenten. Tampoco somos tan poquitos como para ignorar lo contundente de una opinión mancomunada. Les invito a expresarse y así podremos (ustedes y su servidor) normar mejor nuestro propio criterio.

Pero es jueves, y hay que irse a refrescar el gaznate con bebidas frescas, vanidosas y ofrecidas; soy Armando Castro y desde este húmedo rincón de la república mexicana les deseo un agradable y tranquilo jueves, y un excelente resto de semana.

Que tengan ustedes buen día y mejores noches.

PD. Socorro y Jose Luis, ánimo y mucha paciencia, almas como ustedes logran lo que se proponen; Dios jamás nos abandona.

jueves, mayo 15, 2008

la de los jueves 15 mayo 2008

Estimados lectoras y lectores de la de los jueves: hoy es 15 de mayo, día del maestro y quiero compartir una reflexión con ustedes: el mundo está revolucionado a una velocidad increíble, y asombrados lo miramos desde distintos ámbitos todos los seres pensantes del planeta. Para algunos, la mayoría, la vida se ha vuelto una serie de sucesos en búsqueda de la supervivencia. Para otros, los menos, la vida es una serie de sucesos en búsqueda de la libertad. Y para una pequeñísima minoría, unas cuantas personas regadas por el mundo, la vida es una serie de sucesos en búsqueda de la trascendencia. Si los maestros NO se ocupan en preparar a las nuevas generaciones para la supervivencia, sino para la libertad y la trascendencia, ¿Alguien me quiere explicar en qué momento nos equivocamos? ¿Porqué la mayoría de los mexicanos que asistimos a la escuela nos la pasamos sobreviviendo el día a día? ¿Es el maestro parte del problema o de la solución? Bueno, dirán ustedes, es que hay de maestros a maestros, y estoy de acuerdo con ustedes. Sin regatear ni tantito una felicitación sincera a todos aquellos que dedican su vida para que los demás alcancen la libertad y la trascendencia en la propia, a pesar de que aquí en México eso implica privaciones y mera supervivencia, el día de hoy es que me doy a hablar de uno de ellos.

Todos sabemos que Humberto Moreira es normalista, es pues un profesor, un maestro. Y como gobernador de Coahuila ha generado controversia. ¿Quién no ha escuchado al “profe-virrey” decir que Coahuila es un Estado donde existe la “transparencia”? Ahora, no me ha tocado a mí oírlo decir, pero al parecer también ha declarado que en nuestro Estado existe una total y absoluta libertad de expresión. Lo que sí me consta es que ni tanta transparencia, ni tanta libertad. Los cortesanos, busca-hueso y otros funcionarios municipales van a estar en desacuerdo conmigo, pero eso a mí no me interesa, pues yo más deseo intercambiar con seres pensantes, como los que me hacen el favor de leer estas líneas. Permítanme compartir con ustedes el fragmento de un artículo de Gustavo Aréchiga que se publicó en Reporte Índigo, edición 80 (2 de mayo del 2008), el cual está titulado “La región menos transparente” y que a continuación transcribo íntegro:

“Ahora cualquier ciudadano con una conexión a internet puede montar un “blog” de política, un espacio virtual o una estación de radio en la red, pero el gobernador priista de Coahuila Humberto Moreira Valdez no esta de acuerdo con estos avances, por eso tuvo la genialidad de exigir a los periodistas de su territorio, un titulo profesional que los avale, además, a fines del año pasado, el mandatario sugirió a los diputados que lanzaran una iniciativa de ley, para censar a los medios de comunicación, los críticos de esta medida aseguran que sólo así es posible acallar la información contraria al gobierno estatal y los excesos del poder de Moreira y su familia. Mientras tanto es evidente el estrangulamiento del Instituto Coahuilense de Acceso a la Información Pública: sueldos, viajes, patrocinios, gastos de publicidad, cheques pagados a proveedores y las listas de beneficiarios del gobierno son información reservada”.

Si son observadores, habrán notado que en los medios locales (uno de ellos muy bien relacionado con el “latingober”) sólo se habla bien del funcionario y del “manito” presidente del Prrrrrrrrrr Estatal, pero si leemos o escuchamos medios fuera de Coahuila, la historia cambia ¿Qué cosas, no? Tiene uno que andar averiguando qué pasa en nuestra casa en la casa del vecino. Esto sucede porque hay medios de información en Coahuila que dan lástima con su pusilanimidad y “agachonéz”, con periodistas “miki maus” que son la vergüenza del gremio informador, como un tal Antonio Dávila Campos del canal de televisión RCG, por ejemplo, profesional en las artes de pintar de amarillo cualquier escenario (y no precisamente por su devoción por el PRD, al contrario), salvo cuando habla del gobernador, pues entonces transforma todo lo amarillo en rosa. Con decirles que el otro día, en una transmisión en vivo desde alguna calle transitada de Saltillo, pidió al reportero in situ que levantara la sábana que cubría el cadáver de un señor recién atropellado, “para verle la cara” según recuerdo dijo este pelmazo.

Pareciera ser que el único con completa libertad de expresión es el mismo “gober”, y ya despotrica contra los panistas (y vaya que hay tela de dónde cortar), y ya declara que él “sólo dice lo que la gente piensa, pero que no se atreve a decir”, o sea que además es adivino Don Humberto Moreira. Otra cosa que sucedió, porque las cosas suceden, es que “alguien” se encargó de borrar las “ligas” a ciertos blogs que aparecían en una página de Wikipedia que hace mención a Piedras Negras. ¿Estará la mano censuradora del gobernador de por medio, o es simple paranoia de este escribidor borrachín?

Por otro lado los “defensores” del “gober” dirán que Moreira no censura y que mucho menos despotrica en contra de nadie; y que al contrario, que los “expresivos” son los panistas y perredistas, y tienen razón, a medias, primero porque efectivamente en últimas fechas los azules y amarillos (ahora sí, los del PRD) hablan mucho y dan mucho de que hablar; mientras que los tricolores andan calladitos, calladitos, lo cual es harta buena estrategia. Sale a relucir la vieja disciplina partidista que no tienen los otros dos protagonistas políticos. Pero me estoy desviando del tema.

El asunto aquí es que no hay congruencia entre lo que se dice y lo que se hace. Se habla de un “gobierno de la gente” y por otro lado, se gasta a manos llenas en rubros que nada tienen que ver con el bienestar del cardumen. Se habla de transparencia en la información y sin embargo no tenemos acceso a datos duros como en qué se gastan el dinero estos empleados nuestros llamados funcionarios públicos, gobernador incluido.

¿Acaso soy el único que se da cuenta de estas y otras incongruencias? Para muestra dos botones: 1) la semana pasada recibieron “un curso” 13,425 funcionarios públicos de Coahuila en Villa Ferré, el lugar más elegante de Saltillo para eventos de gente adinerada, en el que se intentó fundamentar los objetivos del proyecto de Estado del virrey Moreira, promoviendo su liderazgo y justificando sus actos. Tal evento se llamó “Mitos y realidades del gobierno de la gente”, y ya varios medios de información lo han catalogado como un grosero adoctrinamiento de burócratas a expensas de nuestros impuestos. 2) El “gobierno de la gente” celebró el día de las madres, también en Saltillo, con un escandaloso derroche de recursos públicos. Diversos medios de comunicación estimaron más de 20,000 madres, mujeres saltillenses, reunidas así para “agasajarlas” en su día. Se rifaron tres casas, hornos de microondas, televisores y otros regalillos “pa’las amás”. Se lee en las distintas crónicas que por sólo el hecho de asistir les entregaron A CADA UNA DE ELLAS un reloj de pared, una playera y focos ahorradores de luz, además de “regalarles” un show musical, tan del gusto de “Beto el bailador”, en el que Lupita D’Alessio cantó sus clásicas y cobró lo clásico. Obviamente nadie sabe la cantidad de dinero que se ha gastado en este exuberante festejo. Lo que sí se sabe es que esta información monetaria está vedada para el respetable y que ese dinero era de todos, pero a nadie se le pide permiso para llevar a cabo estos ejercicios populistas.

Quien defiende a capa y espada a Moreira (por fachada o convicción), argumenta que es uno de los gobernadores que más ha realizado obra pública para beneficio de todos nosotros, y que en lugar de estarlo criticando deberíamos estar agradecidos. Yo difiero de esta opinión, pues nuestros servidores públicos ESTÁN OBLIGADOS a administrar y ejercer el erario público para el bienestar de todos, NO NOS ESTÁN HACIENDO NINGÚN FAVOR. Si el que ahora está en turno hace cosas que sus antecesores no hicieron, qué bueno que así sea, porque es su obligación, y los otros serán juzgados por la historia, lo que hicieron o dejaron de hacer, cada uno en su momento. Ya me imagino la posible argumentación en su defensa de gobernadores del pasado: “si yo hubiera tenido el presupuesto que tiene Moreira, por los excedentes de la venta de petróleo, hubiera hecho lo mismo”. No se nos olvide que este año el gobierno federal presupuestó el precio por barril de crudo en aproximadamente 40 dólares, y que hoy se cotiza el barril mexicano en más de 100 dólares. Por lo tanto, que no se adorne tanto el virrey Moreira, y sobre todo que no gaste más dinero en publicitarlo. Si las obras están beneficiando a la mayoría, éstas hablarán por sí solas sin necesidad de anuncios espectaculares y reportajes en los medios (qué vergüenza, qué bajeza; estos tipos de RCG).

Profesor Moreira, este ciudadano cero le pide un enorme favor, sea congruente, permita que cada quien opine lo que se le pegue la gana. No se convierta en un dictador que sólo hace valer su opinión despreciando la de los demás. Que su gobierno realmente sea transparente; permítanos saber el destino de nuestros “dineros” sin restricciones. Le comento que no advierto esto en su gobierno. La historia se lo reclamará seguramente si no cambia de rumbo.

Jueves otra vez ¡Ah, que caray!, y bendito Dios que así es. Para cualquier opinión, aclaración o “mentadita”, ya saben dónde me pueden encontrar, pues ahí estaré a la hora de siempre; o bien, pueden dejar su opinión en esta página, o escribir a mi correo electrónico (ladelosjueves@gmail.com). Participen en la encuesta, no sean “rancheros”.

Que tengan ustedes buen día y mejores noches.

PD. Socorro y Jose Luis, cuando no vemos el camino a causa de alguna aflicción o dificultad, solo tenemos que mirar a Dios, esperar con paciencia, y a su debido tiempo Su luz brillará y nos guiará.

jueves, mayo 08, 2008

la de los jueves 8 mayo 2008

Estimados lectores, bienvenidos a la de los jueves. Hoy tenía toda la intención de comentarles de nuevo sobre las aventuras de algunos de nuestros fantásticos funcionarios públicos. También pensé en platicarles sobre ciertos mitos que se han ido creando para desprestigiar la “fiesta brava”, y tal vez de otra cosa, de esas que veo pasar a lo largo de los 914 km2 de extensión de este pueblo que nos ha visto nacer. Sin embargo, no lo voy a hacer. Hay cosas más importantes de las que hablar.

El sábado a las 3:06 de la tarde un hombre lloró como pocas veces lo había hecho, pues tuvo la oportunidad única que brinda la vida a unos cuantos de ver un milagro. Y es que como presenciar un milagro no es de todos los días, uno no se encuentra precisamente preparado para verlo. Los sentidos se agudizan y se desquician al punto de llevar al individuo a un estado de éxtasis indescriptible, sublime. No existen palabras, sonidos, ni tiempo. No existe amanecer, atardecer u cosa alguna que pueda opacar tan bello instante: el momento en que observamos el milagro.

Al principio el milagro se topa con turbación, una extraña confusión, pues aunque se conoce lo que hay que hacer en estos casos, aún así las cosas parecen moverse a una velocidad distinta de lo previsto, y al observante le es dado pensar que las variables se salen de control; durante y después del milagro surgen llantos, sudoración y risas. Las lágrimas suelen fluir de manera natural e ineludible, el corazón hace malabares por no salir del pecho en una extraña mezcla de realidad-ficción que llega a marear al mejor. Y cuando finalmente el milagro se materializa en un rostro humano, en manitas y movimiento, llegamos a sentirnos, por fin, importantes, trascendentes, pero también pequeños ante el hermoso e imponente regalo de Dios: el nacimiento de nuestros hijos.

Siempre nacen pequeños, frágiles, pero con el primer apretón de su manita nos van diciendo “no soy tan débil como piensas, pero necesito mucho amor y cuidados”. El éxtasis llega al tomarlo en los brazos y contemplar la criaturita y escucharnos balbucear algunas cosas que luego no recordaremos. Entonces, ¿Qué puede ser más importante, amables lectora y lector amigo?

El sábado 3 de mayo a las 3:06 de la tarde nació Jose Manuel y hubo después un bello atardecer. Beatriz y Avelino, Dios los bendice una vez más, y todos compartimos su alegría.

Que tengan ustedes buen día y mejores noches.

PD. Socorro y Jose Luis, el andar puede ser lento, pero no hay camino eterno, siempre se llega al final del mismo o a una nueva encrucijada. Un abrazo.

jueves, mayo 01, 2008

la de los jueves 1 mayo 2008

Se llamaba (o llama) Antonio, en realidad no lo sé, es que fue hace tanto tiempo y con mis dos neuronas sanas me es imposible recordar su apellido. En aquel entonces tenía escasos 9 o 10 años y Toño era uno de mis mejores amigos. Pena ahora me da decir que no recuerdo ni a su familia, ni dónde vivía, y mucho menos qué fue de él. Pero el recuerdo me lleva a esa bendita edad de la inocencia y a un Piedras Negras cada vez más lejano.

Con estos recuerdos me doy cuenta que viví en “tiempos de abuelos”, mismos que jamás conocí, y es que en estos momentos de dulce morriña me cae el veinte de que me juntaba con Humberto Compeán en el pequeño kiosco de su abuelo donde paraban por obligación los “Autobuses Ibarra”; se encontraba muy cerca de la que en aquel entonces se llamaba “Puerta de México”, y que desafiaba a un incipiente tráfico por encontrarse peligrosamente ubicada “en medio de la calle”. Seguro que eran de abuelos aquellos tiempos idos. Pero volvamos a Antonio, creo que su casa estaba ubicada en la colonia “Mundo Nuevo”, pues la casa de su abuelo estaba a la orilla del Río Bravo y la caminata no era larga, pero sí bien divertida, pues en el trayecto había dragones y ogros a los que teníamos que vencer usando látigos y espadas (ramas secas de sauces) y proyectiles extraordinarios (piedras del camino).

El abuelo de Toño estaba ciego y aún no me explico cómo le hacía para él mismo barbechar y sembrar “pastura” en aquella empinada ladera hacia el río. Mis recuerdos se inundan de sol y de risas, carcajadas de dos niños rodando colina abajo terminando empanizados de tierra y restos de pastura. Qué linda época, llena de la exquisita inocencia de mi pueblo y de mi gente; la inocencia de hoy ya no es la misma, podrán estar de acuerdo ustedes conmigo, con el cable, el internet, y hasta los celulares donde las micro pantallas de los mini artefactos cuasi radioactivos recaban información de todo y para todos, así ya no se puede ser inocente por mucho tiempo. A nosotros nos bastaba entonces aquel escenario de tierra y hierba tierna para recrearnos hasta el infinito.

Pero dejemos los recuerdos por esta ocasión, que poco o nada les puede importar lo que esta monserga de antiguo juglar pueda contarles de su niñez, mejor pasemos a otras cosas, ¿Me acompañan?

Mi cabeza sigue empecinada en fijar su atención en esas “casas de trato” que llamamos Cámara de Diputados y Cámara de Senadores, nuestro vilipendiado Congreso de la Unión. Pienso en el circo político que se arma cuando un tema, las más de las veces intrascendente, llama la atención de nuestros democráticos representantes: que si las botas de Fox, que si los bonos adicionales para los legisladores, que si es mejor 8 impuestos-monstruo que el IVA para todo consumo, y así por el estilo, y su majestad los medios de comunicación detrás de la nota escandalosa. Por ejemplo, con este asunto de la “Reforma Energética”, “amarillos”, “tricolores”, “azules” (verdes, multicolores, triglicéridos y vomitivos) alzan la voz y hacen llamados al respetable invitando a dar su opinión. Y entonces, ¿para qué queremos representantes? Si nos preguntan directamente a cada mexicano qué es lo que opinamos de cada cosa nos ahorraríamos una lana al despedir a tanto lastre legislativo, pero la verdad esta utopía sería regresar a la edad media y desde luego que no conviene. ¿De qué rejijos de la malcriada quieren que opinemos, cuando a la mayoría sólo nos interesa sacar el “chivo diario”? ¿Qué podría opinar un campesino, o un obrero, un taxista, de la mentada reforma? Digo, es como pedirle opinión a Oscar Murillo sobre el arte de la prevención de contingencias; no se le puede preguntar algo a quien desconoce el tema porque lo más seguro es que se obtenga una respuesta inútil. ¿Para qué insisten algunos legisladores en consultas inútiles? De seguro que es sólo para llenarse la boca de pueblo. Pero hasta ahí.

Más cerquita, el hermanito del “virrey de Coahuila” anda haciendo una campaña populachera con respecto al asunto del petróleo: pinche oligarquía rancia la de nuestro estado, pero bueno, ya sabemos que si la estamos permitiendo pues a joderse. El “moreirita” (al igual que los “amarillos”) quiere que el respetable (o sea nosotros, pueblo agachón) seamos los que opinemos al respecto; hijos de la…….. así fueran de considerados para consultarnos otras cosas. Como les decía, la táctica funciona para publicitar su supuesta “preocupación por el bienestar popular”, pero es inservible en el campo fértil de la práctica. Insisto, muy pocos están enterados de lo que trata la “reforma”, pues más nos ocupa y preocupa el diario afán de sacar algo para comer. Pero no desesperen, estimados y nunca bien ponderados “servidores” públicos, que aquí está este briago intento de escritor para repetir una sugerencia que a otros ha escuchado decir:

Qué les parece si, por el momento, dejamos este asunto del petróleo en manos de cerebros educados y manos inteligentes; qué les parece si en lugar de las jaladas atómicas de “consultas populares” y “meretrices de congreso”, dejamos este asunto a cargo de gente universitaria, del instituto del petróleo, vamos, expertos en la materia. Hablo de juntar una selección de nuestros especialistas (“masters”, doctorados en el tema) y rectores de las más reconocidas casas de estudios. En nuestro hermosísimo país existe gente muy capaz, sólo hay que otorgar la oportunidad a quienes la van a aprovechar al máximo. En nuestros prestigiados santuarios del saber hay gente muy preparada, y lo más importante, que no está prostituida, que no tiene compromisos con nada ni nadie en su eterna búsqueda de la verdad al servicio de la humanidad. Dejemos que ellos hagan un análisis completo (económico, ecológico, social, funcional) sobre este asunto.

¡Ah, pero no te hagas ilusiones, inocente y pobre amigo! Sueñas algo que no tiene lugar en la mente de los que toman las decisiones. Si los perros pelean por el hueso, es porque este hueso trae pegada la vaca completa, gorda y de prolijas ubres. Pelean por seguir mamando a manos llenas del presupuesto. Dejar esto en otras manos les disuelve los planes. Ellos dicen que se preocupan por México, yo digo que ¡Qué poca madre, señores diputados y senadores!

Y mientras, en la capital de la “República” (¿conocemos el significado de la palabra?), el mayor secuestro que en épocas modernas se ha dado sigue impune y sin denuncia alguna que proceda. Y por acá en Piedras Negras seguimos manteniendo a una plaga de funcionarios improductivos que dicen que trabajan; si los rumores son ciertos y Chuy Mario sale como candidato a la diputación, ¡¿Qué no harán la bola de haraganes?! Seguro que muchos se pondrán felices pues ya saborean el hueso con carnita que les espera (unos han de estar como el del anuncio: “¡Ya me vi!”, ¿verdad “amigote”?). Es el juego político acostumbrado en nuestro país. ¡Suerte te de Dios, que saber nada te importe!

El caso empeora porque estos “vivos” (los que hacen como que trabajan a pesar de que se les paga bien), estos maestros de la lisonja, la tranza, los arreglos “ondergüarer” (léase: bajo el agua) creen merecer el sueldo, sumado a lo que por sus maniobras puedan obtener de “extritas”. Y siguen ahí, con su trato amable sobreactuado con el poderoso y su desprecio hacia los “ciudadanos cero” (aunque hay que reconocer que cuando se requiere la foto o andan tras los votos, son todo sonrisas los condenados). Pero, ¡Oh, desventura!, un día los amigos se van (... ¿y a dónde se fueron todos?), las influencias se evaporan, las secretarias, choferes, guaruras, celulares pagados por sabrá Dios quién, se acaban, la carne se afloja… (bueno, eso es otro asunto), y así, en el ocaso de sus días se encuentran con la única persona a la que nunca pudieron engañar a pesar de toda su astucia: el viejo loco del espejo. Tengo la esperanza de que muy dentro de cada uno de estos miserables seres (los Hank, Montiel, Salinas, y un muy largo e insultante etcétera), existe una pequeña flama, minúscula semilla de decencia, que florecerá y los hará sentir por sí mismos idéntico desprecio por su desagradable persona que les tendremos todos nosotros per saecula saeculorum.

Pero mientras esto llega a suceder, “Juan Pueblo” sigue de brazos cruzados, desencajado el rostro y lleno de rabia por dentro, pero sin hacer algo por sí mismo, pues dentro de su pluralidad y multiplicidad de intereses cruzados, le han inculcado que hacer cualquier cosa resulta inútil. En el mundo del revés en que vivimos se advierte lo siguiente: sigamos siempre así, enseñemos a nuestros hijos a hacer lo mismo. Total, así estamos acostumbrados a vivir desde que tenemos uso de razón y nada se puede hacer. ¿Apuestas?

Se llegó de nuevo un jueves más y con él la esperada y grata reunión de cada semana con aquellos que me honran al llamarme amigo. Tengo “la sed”, así que prepárense para una noche larga (no tanto como la del jueves pasado), para cualquier comentario, aclaración o mentada de progenitora me pueden encontrar donde siempre, a la misma hora y en la misma mesa (la que más aplaude). Soy Armando Castro y desde este bonito rincón del norte les deseo un buen jueves y una excelente semana.

Que tengan ustedes buen día y mejores noches.

PD. Socorro y Jose Luis, “Coraje. Comenzando la jornada con esta palabra y siguiendo con la Fe en Dios, llegarás hasta donde necesitas”. (Paulo Coelho)