Creo que al día de hoy es obvio mi gusto por el buen vino o bien por una simple “chela” bien “helodia”, sin embargo (y aunque les cueste trabajo creerlo) soy amante de la lectura, el cine, el teatro y algo tarde en la vida, de la hermosa experiencia de escribir (si es que a “la de los jueves”, se le puede considerar escritura). Tengo que aclararles que como lectura no estoy tomando en cuenta ni las tiras cómicas de los periódicos, ni el “libro vaquero”; tampoco estoy considerando las “Selecciones del Reader’s Digest” y publicaciones similares. Considero lo anterior como lectura de “pipis room”, que aunque informativa y en ciertas ocasiones formativa; por lo regular solo me ayuda a alcanzar la concentración necesaria en aquellas ocasiones en que “willy” no’mas no quiere ser liberado.
Del cine que les puedo decir a ustedes mi queridos lectores (ya no uso el singular de la palabra desde que me entere que mas de dos leen mis babosadas), disfruto de cualquier película que me absorbe por 90 minutos o mas; no importa la calidad del “churro” que se exhiba siempre y cuando cumpla el propósito de divertirme o bien de hacerme pensar (presumido, dirán ustedes, pero a veces pienso).
Y en cuestión de teatro solo puedo decir que me encanta, y no hablo de los papelones del Cuauhtémoc Blanco en partidos importantes, me refiero a las obras histriónicas cuya trama hace que tu alma ría o llore según sea el caso. Desgraciadamente las obras que se presentan en nuestro “rancho” en su mayoría son comedias sin la menor trascendencia, pero de eso no hablemos pues la culpa es de nosotros publico chafo, tacaño y poco exigente.
Pero de todo esto lo importante (¡Y vaya que es algo importantísimo!) es que en Piedras Negras muy poquita gente lee, y todavía “mas pior” (contrario a “mas mejor”) es menor el numero de gente que alienta a los demás pececillos del cardumen a leer. Siento que hemos perdido la capacidad de imaginar, esperaté tantito mi torturado lector no me juzgues de loco sin antes leer lo siguiente, leer e imaginar va de la mano completamente. No hay nada como abrir un buen libro y convertir ese mar de palabras impresas, en vividas imágenes dentro de nuestro cerebro; no hay magia más grande que vivir aventuras en lugares lejanos y sin movernos de un cómodo sillón.
Me causa tristeza escuchar a algunos de nuestros “representantes” decir que no leen y lo más trágico es escucharlos decir que la gente no lea. Me da pena escucharlos hablar y pensar inmediatamente que quizá sus declaraciones y discursos fueron sacados de “Memin Pingüin”, “Aniceto Verduzco y Platanares”, “Hermelinda Linda”, “Kaliman” o ya de plano de “Lágrimas y Risas”. Pocas veces algún “representante popular” (o bien algún comunicador local) da muestras de un amplio conocimiento de nuestro bella y compleja lengua, por lo que dudo que realmente conozcan los clásicos universales y menos aun obras de genios contemporáneos (Paz, Borges, Sabines, García Márquez, Rulfo). Y cuando hablo de conocimiento, no digo que sepan mencionar los nombres de las obras escritas por Los Maestros, hablo de que las lean y entiendan.
Casi podría asegurar que todos ellos solo leen las criticas y en algunos casos la contra portada, y con eso les es suficiente para decir que el libro es buenísimo o bien lo mucho que apesta (claro esta dependiendo del promedio de la critica). Ahora pido amablemente a ti que me lees, que te preguntes ¿Cuántos libros, no técnicos, has leído en lo que va del 2005?
Te puedo asegurar que la respuesta será de “muy pocos” y si estoy en un error te pido mil disculpas; ahora bien que si aparte de haber respondido “muy pocos” le agregas “es que no tengo tiempo”; ya de plano “te cargo el payaso”. Con la excusa de “no tengo tiempo” no solo hemos dejado a un lado el hermoso habito de la lectura, también piensa en los momentos que has dejado de convivir con tu familia; pero este tema mejor lo dejamos para el siguiente jueves para no mezclar sandias con melones.
Te invito a que leas y que leas mucho, te pido como favor que fomentes la lectura dentro de tu familia, hagamos que la lectura se convierta en una epidemia en nuestra ciudad. No te esperes a que salga la película, mejor hazla dentro de tu cabeza (solo espero a que tengas mas neuronas sanas que yo).
Podría hablarte de los beneficios que da la lectura, pero para no quedar mal y crear falsas expectativas, es mejor que los descubras por ti mismo.
Hoy es jueves (¡Hay un Dios!), así que si gustas comentar de los acontecimientos nacionales, de nuestras ineptas autoridades locales, de la cartelera semanal, de la rutina diaria o simple y sencillamente de las fotos de la Madow “in the nude”; ya sabes donde encontrarme. Voy a estar en el lugar acostumbrado en compañía de mis estimados “Ursus Horribiles” (conocido también como “Mama Bear”) y de “Smeagol” (o el hombre de patitas peludas). Aunque si de nuevo les pongo falta, confió aparecerán en mi rescate los buenos y no menos estimados Javieres. Salucita de la buena y que el hombrecillo de la tambora sea benigno con ustedes el día de mañana.
Que tengan ustedes buen día y mejores noches
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