jueves, julio 16, 2009

la de los jueves 16 julio 2009

El imparable paso del tiempo nos dice (no habla, pero bien que jode) que se llegó otro jueves, día que es atípico para reunirse (pues ni es mitad de semana, y menos inicio del fin de la misma), y sin embargo ahí va mucha gente a buscar a sus afines para pasar un buen rato. Y luego está “la de los jueves” tratando de aportar algo al “personal”, aunque algunos tachen a este “paleto tinterillo” de “rollero”, nada más atinado que dicho adjetivo, y de ello pueden dar cuenta ustedes, amables lectores y lectoras.

Pues es jueves y aquí estamos de nuevo, yo espero que la semana pasada lo haya tratado bien y que todos anden de vacaciones tratando de aislarse de las “tragedias” habituales de la rutina propia y la vida nacional. Yo anduve en lo mío (dicen quienes no me conocen que trabajando, y los que sí, no se atreven a tanto), pero hoy parto a lugares donde la tierra se rodea de mar en tres puntos cardinales, los tragos saben a gloria, y lo mas importante, se tiene tiempo para disfrutar de la familia lejos de las presiones diarias.

Obviamente lo que les cuento difícilmente les importa, por lo que dejemos de lado lo mío junto con mi circunstancia y dediquemos unos minutos a buscarle tres pies al gato (El normal cuatro presenta, tres si le falta una sola, y cinco si quien las cuenta, toma por pata la cola).

Desde que tuve uso de razón escuché la frase “ustedes son el futuro de México”, “ustedes son el futuro grandioso de este país”. Puede que les suene raro, pero cuando tomé conciencia de lo que significaba la frase (me vino “cayendo el veinte” por allá de primero de secundaria) me sentí verdaderamente comprometido. Mi mejor manera de demostrar mi compromiso con mi país fue convertirme en un buen estudiante, y de seguir y respetar todos los lineamientos que mis maestros me enseñaban en la clase de “educación civil”, además de todo aquello que mis padres me enseñaron en casa.

Más tarde en la vida (unos 3 años después), caí en cuenta de que quienes me repetían que “nosotros los jóvenes éramos el futuro de México”, y tanto afán ponían en mi formación cívica, eran incongruentes con lo que trataban de transmitir, pues nosotros los jóvenes (de aquel tiempo) teníamos que seguir reglas y lineamientos, mientras nuestros mentores alimentaban la cultura de la tranza y la viveza. Sólo pocos, muy pocos, de aquellos que me enseñaron se salvan de lo anterior mencionado.

Hoy a mis 40 y tantos "tacos", me surge una pregunta urgente: ¿Qué he hecho por mi México? Mi generación y yo, aquellos que alguna vez fuimos el futuro de esta nación, ¿Qué hemos hecho por nuestro país? Y la respuesta es el silencio, el mismo silencio público que reina ante tanta impunidad e injusticia.

Yo no puedo hablar por ustedes, ni por los demás integrantes de mi generación (los cuarentones de hoy), yo hablo por mí, y en ese tenor les confieso que siento que no he hecho cosa alguna por México. Sí: formé una familia, he tenido la bella experiencia de crear fuentes de empleo, pero siento que no es suficiente. Veo mi alrededor y siento que mi aportación es mínima, insignificante, nula. Pero gracias a Dios mi tiempo aquí aun no acaba, seguiré esforzándome el tiempo restante para hacer algo por mi país, espero que cuando me toque partir pueda irme tranquilo conciente de que puse mi granito de arena.

Que tengan ustedes buen día y mejores noches.

(Por cierto, primero me deprimí porque el PRI vuelve por sus fueros –literalmente– y ha logrado la mayoría en la cámara de diputados, pero una vez superado el sopor y la incredulidad, las cosas van tomando forma y aparece ante mi limitada capacidad de abstracción una idea que poco a poco se va clarificando y solidificando: el PRI tiene una oportunidad histórica para reconstruir nuestro país en ruinas. Ni más ni menos.)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Armando te esfuerzas mucho por escribir correcto que al final no escribes nada si sigues asi por lo menos yo me abstendre de destinar unos minutos a leerte es como un programa de eugenio derbez ya sabes lo que va a pasar saludos

Anónimo dijo...

¿Eugenio Derbez y escribir correcto tiene algún punto de intersección? Lamentablemente yo tampoco soy compatible mi hermano, que te vaya bonito.

Anónimo dijo...

Armando, en el libre albedrio de los seres humanos radica la riqueza individual, y en el amor a nuestros semejantes la riqueza espiritual, anexo liga para que el amigo que no entiende lo que escribes se cultive:

http://www.diccionarios.com/consultas.php

Ja ja ja, ojala sea rescatable... hermano, no claudiques que si alguien quiere leer trivialidades y "chambonadas" pues por diez pesos puede leer 1/2 kilo de .... lo mismo, en vez de hacer uso de recursos que tal vez ni son propios para seguir haciendo nada.

Recibe un saludo y un abrazo.