jueves, febrero 22, 2007

la de los jueves 22 febrero 2007

El lema del actual gobierno estatal (o virreinato) es “Coahuila, el gobierno de la gente”, sin embargo en estos días suena más a burla grotesca y bizarra. A un año de la tragedia en la mina Pasta de Conchos, Moreira (si, el “gober” bailarín) saca a la luz pública supuestas conversaciones con el ex presidente Fox que ponen al descubierto una serie de manejos turbios y arreglos en las sombras, para proteger a algunos y cortarles la cabeza a otros. En algunos medios informativos locales y estatales, se defiende a Moreira como víctima inocente de un “compló” sobre el cual, nuestro pobre e ingenuo virrey, no tenía control alguno, ya que “sólo obedeció órdenes” (en los juicios de Nuremberg se escuchó muchas veces lo mismo, y eso no le devolvió la vida a millones de victimas inocentes).

¿Por qué se esperó Moreira un año para hacer su “revelación”? ¿A quién o qué pretende proteger? ¿Estamos viendo la formación de la clásica cortina de humo, para desviar la atención de cosas peores?

Si fuera cierto que Fox dijo lo que comenta Moreira, ambos son tan culpables como aquellos que por negligencia (si realmente la hubo) propiciaron las condiciones para que sucediera tan terrible accidente. Fox seria culpable de ordenar la búsqueda de “chivos expiatorios” y Moreira culpable de encubrimiento, entonces ¿cuál gobierno de la gente? Y de nuevo la pregunta: ¿por qué esperar un maldito año? Lo más sano hubiera sido (ya que contaba con la atención MUNDIAL) que aprovechara las cámaras e hiciera la revelación ahí, en caliente y de repente. ¿O qué, cerró la boca por un supuesto adeudo de 200 millones de pesos que Fox tenía con Coahuila?, dinero que supuestamente el ex presidente había prometido a Enrique Martinez. Mis queridas lectoras y amables lectores, como en otros sucios asuntos políticos, creo que la verdad jamás nos será revelada. (a menos que tengas amigos cercanos a círculos exclusivos del poder).

Ahora bien, a un año del suceso las condiciones de seguridad en que laboran los mineros no han mejorado en lo más mínimo, acaso tal vez por no ser esto la principal preocupación del gobierno del Estado. Si no me creen basta que se den una vuelta por la región carbonífera y vean cómo trabajan los pobres hombres en los mentados “pocitos” y otras tantas “chungas” que se dicen “minas”, en las cuales los únicos que encuentran beneficio (grande y jugoso) son los concesionarios de la explotación del negro mineral. Y, por favor, ustedes los concesionarios, ni se sientan ofendidos, que si el carbón no fuera negocio no andarían metidos en eso. Esa tarugada déjenla para ignorantes.

Por desgracia Pasta de Conchos parece volverse un tema de política e intereses, dejando a un lado a los familiares de aquellos que perecieron y que con estas “movidas” sólo reviven el dolor, sin encontrar respuestas a sus justas demandas.

No conforme con hacer “revelaciones” que suenan completamente ilógicas y estúpidas, Moreira tiene otra bronca enfrente y esta es la apertura de un tajo a cielo abierto en plena mancha urbana de mi querido rancho. La pelota pasa de manos cual clásica “papa caliente” y nadie tiene los “blanquillos” suficientes para decirle a MICARE que le pare a su carro. Tanto es así que el virrey se hace “pato” y deja parte de la responsabilidad, si no es que toda, en Chuy Mario.

Por un lado la empresa minera dice que la explotación del mineral dará empleo a un “x” número de personas, que cuentan con tecnología de “punta” (equipo pesado nuevo, más no lo último en tecnología), que no habrá detonaciones y que el medio ambiente no se verá afectado. ¡Carajo, que hasta parque familiar van a hacer los canijos!

Por otro lado el “gober bailarín” declaró que si Piedras Negras dice NO al tajo, este no se hace, que no y no. Un Chuy Mario (que sonaba muy molesto) declaró que había que analizar el asunto y después dar una decisión. Y mientras tanto esta empresa sigue dando pa’lante y el temor crece en la población, y más entre quienes viven cerca del área donde esta madre se va a abrir.

Abrir un tajo dentro de la mancha urbana se me hace la tarugada más grande, después del incendio de Roma (dirán cual relación, disculpen quizás habló el Merlot por mi). Fuentes fidedignas me dicen que la gente que viene a explotar el tajo (incluyendo “chalanes”) es de la región lagunera y que pocos o ningún Nigropetense (o residente de este humilde pueblo) será contratado. De los servicios periféricos no hablamos, pero me imagino que serán los mismos que ya dan servicio a MICARE. Si es así ¿entonces cuál creación de empleos?

Si alguien ha trabajado en minas de carbón o en industrias cuyo proceso implica la utilización de este mineral, sabrán que por más sistemas que se utilicen (de los baratones, no muy caros, que son los más comunes) para impedir que el maldito polvito negro (hollín) se disperse, siempre terminarás con ciertas partes de tus prendas de vestir más negras que la conciencia de Mario Marín. Si así queda la ropa, imagínate al tiempo como quedan tus pulmones. ¿Qué, MICARE piensa poner un megadomo para evitar esto?

De las detonaciones ni hablar, pues estas gentes han pregonado siempre lo mismo y la verdad es que cuando el pueblo duerme, estos marranos parecen estar celebrando el año nuevo chino: es un tronadero de “cuetes” y un de retiemble de tierra que hasta paredes han cuarteado.

Licenciado Jesús Mario Flores Garza, ¿quién le puede poner alto a este proyecto? Si la respuesta es que la última palabra la tiene usted, por favor diga no. Demuéstrenos que gobierna por y para Piedras Negras. Demuestre a quienes lo hemos criticado como político y servidor público, que estamos equivocados (insisto: como amigo y ser humano es usted intachable, fuera de toda crítica o comentario).

Pero basta de hacer del hígado un nudo de “lobato”. Es jueves, debe reinar la paz y la armonía. Mejor empecemos a saborear el “veneno” predilecto y dejar estas movidas a un lado (aunque sea por unas horas). Este fin de semana la pasaré en compañía muy agradable y estoy seguro que tendremos mucho que comentar el próximo jueves.

Que tengan ustedes buen día y mejores noches.

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