la de los jueves 18 enero 2007

El martes por una extraña razón desperté a eso de las 4 de la mañana para descubrir que afuera estaba haciendo un frió de aquellos que hacen que los “kiwis” se asemejen a “pasitas”, aun rezongando por haber despertado me encolche sin poder conciliar de nuevo el sueño; una hora mas tarde encendía la radio para escuchar que tenia que decir el buen “Claudis Boy” en referencia al clima y la entrada a clases. Verán, el hecho es que la escuela donde asisten mis hijas tuvo la precaución de enviar un boletín donde se nos informaba los horarios de entrada y suspensión de clases dependiendo de la temperatura invernal, así pues que tras la rascadita mañanera me dispuse a escuchar la rancherita del “aigre”.

Sale de sobra mencionar que los comentarios se centraron en el estado climatológico, y mucha información sobre lo que las autoridades escolares de los “igle pases” habían decidido de antemano en caso de un frió como el que nos envolvió; que si tal escuela iba a entrar a tales horas, que si tales iban a suspender, que si fulano dijo y que si fulanita también; ¿Y de Piedras Negras qué?

Bueno hay que ser justos, se dijo que un señor de apellido Muzquis y que parece ser que es el “meromero” de la “polecia municipal” (digo parece ser, porque hace que parece y parece hace nada), declaro que ellos “ojo de chíncharo”, listos para dar apoyo, servir de taxis en caso de que a alguien se le ofreciera “rait” (no se confunda con algún insecticida que termina en “d”, es mas bien una deformación de la palabra inglesa “ride” o “aventón”) a alguno de los albergues, o simple y sencillamente al pendiente para fregar a quien se deja. (o sea, lo de siempre).

También el señor Murillo hablo de que gracias a lo avanzado de la tecnología (el señor ya aprendió a manejar el “internee” y consulta el “güeder chanel”, lastima que ahí no hay predicciones de descarrilamientos o incendios) se podían predecir fenómenos como el del martes y así poder estar prevenidos para cualquier eventualidad (queda claro que conoce la palabra prevención, mas no su significado). Por ahí también hicieron mención a los horarios de entrada y suspensión, que la SEP marca como oficiales; pero al final se menciono que en casos “grises” se dejaba al criterio de los padres, el si el “escuincle” asistía o no al templo del saber.

El caso es que escuchaba a cómicos (como los anteriores) y detalles sobre el clima, pero nada de los “direitores” de las escuelas; así que tome el teléfono y marcando el 782-0303 hable a la rancherita y hice de su conocimiento mi opinión;

“Señorita (y es que me contesto una “mushasha”) los estoy escuchando y me sorprende el hecho de que sepamos como esta todo el asunto de las clases en la vecina ciudad y aquí no hay quien diga como se va a manejar la situación; oiga usted, no hay derecho. Ojala hicieran contacto con alguien para que nos digan si o no”

Como jamás nadie de la escuela donde asisten mis hijas hablo para dar información (y como tenia harta “fiaca” para andar manejando con este frió), tome la decisión de dejar que las mujeres de mi casa siguieran dormidas y tapadas hasta las orejas, mientras que un servidor se metía a lavar los muy propios y sagrados rinconcitos hediondos. Mas tarde me vine enterando que algunos padres muy responsables (de esos que dicen, “me vale m......” que se este congelándose el mundo, usted va) llevaron a sus retoños a cumplir con sus obligaciones y que fueron “retachados” por personal del instituto (me supongo que fueron alumnos que llegaron con la fresca de las 8, porque a las 7 jamás hay nadie para recibir a los niños, jamás); sin embargo momentos después los indecisos maestros andaban hablando a las casas para avisar que asistieran los “chilpayates” a la escuela. ¿Qué bien organizados estamos, no?

A pesar de que el clima sigue fresco (¡Pues como no, si es de hoy!, dijo el otro), yo tengo sed, así que con su permiso dejo de maltratar el teclado y me retiro al bar de siempre para “empujarme” unos cuantos litros de “león” (lastima que no tengan Merlot). A ver si un día de estos invitamos al señor Murillo, no para darle ideas para planes de contingencia y prevención, mas bien para que nos haga una carnita asada o en su defecto unos pollitos “violados”; porque para eso Don Oscar, se pinta solo.

Que tengan ustedes buen día y mejores noches.