jueves, noviembre 02, 2006

la de los jueves 2 noviembre 2006

Que desesperados deben de estar los del “Zócalo” por vender sus productos, que publican el caso de una supuesta posesión diabólica y claro esta que el pobre ignorante de Agundiz da sus estúpidos comentarios sin menor sustento que lo que aprendió en “lagrimas y risas” o en el “libro vaquero”. Dijo tantas tarugadas sobre el significado del “halloween” que mi recomendación es que la próxima vez mejor estudie sobre los orígenes de esta celebración y como se desvirtuó en solo un desfile de disfraces.

Pero la verdad nos debe importar un comino la “noche de brujas” y mas deberíamos de conocer sobre nuestras fiestas (gracias señor Agundiz por no “profundizar” ayer en el tema, espero este bien documentado para el día de hoy), por lo que les hablare de la fiesta del día de muertos.

La celebración del día de los muertos (o día de todos los santos, como lo conocen los “mochos”) es una fecha donde los mexicanos mezclamos lo pagano con lo religioso (hay cosas que la Iglesia no pudo cambiar durante la colonización y mejor se adapto) y como la mayoría debe de saber esta celebración netamente popular se remonta a la época prehispánica. En aquel entonces se rendía tributo al dios Mictlantecuhtli o bien a la diosa Mixquixtli, se quemaba copal para atraer el espíritu de los seres queridos y se iluminaba el camino quemando ocote, camino que se convertía en una alfombra amarilla de pétalos de flor de cempasúchil que a la vez servían como vehículo para que el espíritu del muerto tomara de nuevo su forma humana y pudiera disfrutar del itacate con las cosas que mas disfrutaba en vida. Así sencillito y sin meternos en muchos bretes.

En la actualidad y con el paso del tiempo, la celebración del día de muertos sufrió cambios y mas aun en esta parte de la republica; en la actualidad los altares son mucho mas vistosos y las ofrendas mas comerciales, el copal fue sustituido por incienso y el ocote por velas o veladoras. Los panteones olvidados durante todo el año, se ven limpios (por lo menos por dos días) y se visten de flores; por lo que los vendedores de este producto se “papean” al igual que los vendedores de “garnachas”, en pocas palabras, los alrededores de los panteones se convierten en “tianguis” por un día.

Y que me dicen de lo que sucede dentro del camposanto, mientras hay mucha gente que va de manera muy seria a cumplir con lo suyo, también esta el borrachín que se bebe la botellita que le llevaron al difuntito (¡Mami, mami; papá se esta chupando la botella del abuelo), el que se duerme en la lapida del vecino, los que organizan “picnic” sobre la lapida que mejor acomode a la familia y el “vivo” que se “manga” una flor de aquí y otra de allá (si no es que el ramo completo) para cumplir con su muertito.

Sea como sea, que bonitas son nuestra tradiciones y como tales no hay que dejar que se pierdan en el tiempo.

Ahora si me disculpan, dejo el teclado y me voy a refrescar con unas cuantas “frías”; “pinto mi calavera” y los veo el próximo jueves.

Que tengan buen día y mejores noches.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Armanmdo: me parece que la columna es muy oportuna y claro que comparto el comentario del super...estuuuuppppiiiiddddo de Aaaagggguuunnndddeiiizzzz, que terrible que le pongan un microfono a gente tan ignorante. saludos Chávez y Pacho