la de los jueves 24 agosto 2006

Disculpen mi visión fatalista de la situación actual, pero desde hace unos días me siento como el insignificante payaso que deja cartas a Dios en el hueco de un árbol esperando una respuesta, el mismo que describe Morrist West en su novela “Los bufones de Dios”. Nuestro entorno se cae a pedazos y somos indiferentes a eso, por favor mediten un poco y se darán cuenta de lo que les digo, aquella cascada en Muzquiz es solo un recuerdo de lo que algún día fue. El rió que corre por Jiménez y el Moral (cuyo nombre escapa de momento a mis 3 neuronas sanas), es solo un hilillo de lo que un día fue; mis “santuarios” han sido rebasados por el “progreso” y en su lugar solo hay basureros y casas de interés social, que solo son una burda copia de colmenas. Posiblemente y con mucha tristeza llevare a mi familia a Cuatro Ciénegas no para mostrarles la transparencia del agua de sus pozas, sino tan solo para decir cual epitafio, “aquí había agua tan clara que siempre veías el fondo y especies únicas en el planeta”.
Algún día llevare a mis mujeres a la sierra entre Arteaga y Santiago, y espero no derramar una lagrima al ver tantos bosques talados. Así somos los humanos, como una plaga de langostas que a su paso solo dejan desolación y en nuestro caso particular, granjas o concreto (es lo mismo, ¿Qué no?). ¿Este es el pago por comida y urbanización?, Muchas gracias, me quedo mejor con lo que tengo y atesoro. La madre tierra trata de salvarse ante nuestra hambre de cambios y en el proceso crecen los desastres naturales, donde solo nosotros siempre perdemos.
Hoy veo naciones separadas por la religión y matándose entre si, en una moderna guerra santa tan antigua como la humanidad, sin comprender que creemos en el mismo Dios, pero que El se vistió de manera que cada cultura lo entendiera y se diera cuenta que es el mismo para todos. Pero siempre hay extremistas y ultra conservadores que piensan que su verdad es la que debe prevalecer.
Hoy veo un México dividido, que poco le importa la ley y las instituciones, y pelea por bandos, lo que considera su “justicia”; que no éramos “hermanos” durante el mundial; lo digo tan solo por poner un ejemplo infantil.
En este punto hay que hacer una suma, por un lado tenemos una naturaleza que decimos hostil (cuando los agresores hemos sido nosotros) y por otro lado tenemos la constante lucha del ser humano por el hambre de poder, intereses y territorios. Claro que esto no es nada nuevo, existe desde que se planto en el planeta el primer ser que se considero “inteligente”, y las generaciones siguientes solo siguieron el mismo curso. No hay nada nuevo bajo el sol.
Eh leído y escuchado que la tercera guerra mundial es inminente, que Irán (y otras naciones de medio oriente), Corea con China respaldando el movimiento (muy en las sombras como siempre); forman una alianza que amenaza a los “policías del mundo” (léase Estados Unidos de Norteamérica, o simplemente los “gringos”), y que en esta amenaza seremos arrastrados los Mexicanos y muchas otras naciones del “mundo libre”.
Y en esta lucha ¿Qué va a quedar?, creo que la historia ha sido muy clara, solo sobrevivirá la especie mas fuerte y si crees que será la especie humana, te invito a pensarlo dos veces. ¿Es posible una guerra convencional?, Si lo es hasta donde existan políticos (“especie” nefasta) y hombres de armas que tengan la conciencia de decir ¡Basta!
Pero no me hagas caso lector, es probable que esto sea un producto del Merlot y mala “vibra”. Solo te pido un favor, hoy en la tarde al llegar a casa dile a los tuyos cuanto los amas; vive un día a la vez, y trata de hacer aquello que dejaste para mañana. Trata a quienes te rodean, como te gusta ser tratado; y sobre todo vive, vive con tal intensidad que no te apene llorar si te encuentras rodeado al máximo de cualquier estimulo o emoción.
Quizá hoy solo me levante de animo fatalista, quizá esto es una pesadilla; quizá hoy amo a mi familia y aprecio la vida mas que ayer, mas que antes.
Quizá hoy descubrí que me estoy volviendo viejo, y me duele que en el trayecto nunca me llego la sabiduría.


Que tengan ustedes buen día y mejores noches.