jueves, agosto 18, 2005

la de los jueves 18 agosto 2005

El jueves pasado estuve en Estigia acompañado solamente por “El Hobbit”, ya que por desgracia “Mama Bear” no pudo acompañarnos, pero como para disfrutar de la "beberecua" solo hacen falta dos, “combustible” y un pretexto; Nos la pasamos bien. Por cierto, empiezo a sospechar que mi querido amigo de las patitas peludas tiene algo de sangre Rusa en sus venas, últimamente le da por el vodka, tocar la balalaica y bailar como cosaco (toma como Rasputin, pero eso ya es habito) Pero dejemos esto a un lado y pasemos a otras cosas.
El fin de semana pasado fui invitado por “Los Bragados” (originales, no acepte imitaciones) a pasar dos días en la pintoresca ciudad de Cuatro Ciénegas para celebrar su 5º Simpisting*, a pesar de su bravura y traer los calzones bien puestos (digo, braga = calzón) los susodichos me llevaron a conocer los atractivos turísticos de esta pequeñita pero hermosa parte de Coahuila. Quizá es que soy muy infantil e impresionable, pero me embriague de la belleza (y de mucha cerveza, y vino espumoso, y jägermeister) y magia del paisaje. Nuestro primer destino nada mas llegando fueron “Las Playitas”, no sé por que en mi mente tenia la imagen de que el camino a ese lugar turístico estaría pavimentado, repleto de señalamientos y con vigilancia; creo que mi mente andaba de viaje o por Nuevo León (lo que sea de cada cual mis respetos pa’los primos) o por los “Yunaites Estates”, el caso es que me sorprendió verme en un camino de terraceria bastante divertido para recorrerlo en algún vehículo todo terreno o bien en un “jeep”; pero no en carro familiar. Ahora que cabe mencionar que el camino estaba seco, que sino hubiera estado del carajo entrar. Después de varios minutos de camino (y algunas cuantas “vickis”) llegamos a las mentadas “playitas” que para nuestra sorpresa estaban clausuradas por SEMARNAP “Monseñor”(a partir de esa noche “Su Santidad”) y “Charlie” (este no tiene Ángeles) me explicaron que quizá el motivo de la clausura se debiera a tremenda borrachera multitudinaria que se armo en semana santa, donde hubo un par de muertitos; o bien a un conflicto de tierras con los ejidatarios de “El Venado”. El caso es que aun cerrado pasamos la alambrada y en verdad les digo que es una lastima que no se pueda disfrutar de un lugar con tanto potencial turístico como ese.
Antes de salir de “Las Playitas” nuestro estimado “Papa Hintze” dejo traumada de por vida a una niña y no precisamente por alguna habilidad fuera de serie, pero como ese es tema de algún otro jueves prosigamos, les decía que salimos de “Las Playitas” con rumbo a la poza de “El Mezquite” pero tras la descripción que mis compañeros de viaje me hicieron del citado lugar (camino en mal estado, palapas destrozadas, asadores saqueados, descuidado) mejor optamos por ir a las pozas cercanas a la carretera. Como suele suceder en nuestro hermoso Estado, las cosas, y en este caso las pozas que están a la vista de medio mundo se encuentran bien cuidadas, limpias y con vigilancia (estarán concesionadas, me imagino que sí); así fue que conocí las pozas de la “Becerra” (las mas solicitada), “Churince” y “Poza Azul”(lugar que sirvió para un comercial de la cervecería Corona)
Además de sus pozas (bendita agua, en medio del desierto), Cuatro Ciénegas cuenta con mas de 100 especies endémicas (no, no es enfermedad y no se queden con la duda consulten la palabra), un acervo cultural enorme (por el rumbo habitaron indios Cocoyomes, Tobosos, Colorados, Depos, Babosorigames y uno que otro Raramuri), dunas de yeso (mas de 800 hectáreas con 98% de pureza) y para cerrar fue la cuna de Venustiano Carranza (viejo barbado y maricon)
Por la noche en compañía de “El Vikingo”, “El Papa”, “Charlie” y Héctor; disfrutamos desde la tradicional carne asada acompañada con “cheve” hasta delicias como Prosciutto relleno de queso y acompañado de un Lancers (Rosé
y espumosé, pa’que rimé). Hicimos un paréntesis en las delicias culinarias (que nada tiene que ver con los que ustedes, los sucios, están pensando), para visitar la cantina de moda llamada también “Churince” (originales los habitantes de CC), que es un lugar bastante rustico (podría decir jodido) pero con mucho ambiente. Si existiera un flujo constante de turistas, negocios como este crecerían. Por cierto Héctor, muchas gracias por “Los Faros” con filtro (las cajas están de poca) y por el jägermeister (o jarabe pa’la tos como lo clasifico el “Vikingo”.
En resumen les puedo decir que me la pase muy bien, en excelente compañía; y comiendo y bebiendo como romano en bacanal (sin haber rendido tributo al “Ídolo de Porcelana”, cabe aclarar). En lo personal les recomiendo visitar esta ciudad si lo que buscan es un fin de semana de lo más tranquilo para disfrutar a su familia “alejados del bullicio y la falsa sociedad”.
La parte que me da coraje (que raro, ¿No?), es el descuido de una ciudad con un tremendo potencial turístico como esta. No es posible que nadie se preocupe por poner un poco de infraestructura, no hablo de grandes y modernos hoteles ni de cosas similares que maten lo rustico del lugar, pero por que no mejorar las vías de acceso a los lugares de interés, la construcción de cabañas o hostales cerca de los mismos; y más aun, por que no capacitar a los ejidatarios y población de Cuatro Ciénegas para que sean ellos los que administren, protejan y den mantenimiento a algo que les pertenece por accidente geográfico.
No, en lugar de hacer cualquier cosa de las mencionadas, preferimos invertirle una fregada y llamarle “lugar para turismo alternativo”; en serio que poca madre.
Eduardo, Jesús, Carlos, Héctor; muchísimas gracias por haberme permitido el convivir con ustedes, por aceptarme dentro de su grupo y por llevarme a conocer un hermoso lugar de Coahuila, un abrazo y seguiremos en contacto.
Iba a continuar comentando algunas cosas locales (donde no hay pozas, ni dunas; ah pero ahí ta el rió escondido, el de la villita ya remodelados como pa’balneario), pero por el día de hoy mejor me “teiquiriceo”. Hay que ir pensando en que lugar nos vamos a reunir y que clase de “veneno”nos vamos a tomar. Habrá también que ver si no hay impedimentos para que todos asistamos, ahora que en caso de que no se haga nada, con mucho gusto le tomare la palabra al “Co-co-compadre” y refrescare garganta en “El Charcoal”.
Sea como sea, juntándose con quien se junten, y tomando lo que se tomen; pásenla suave, no manejen beodos y usen su cinturón de seguridad. Nos leeremos el próximo jueves, para ver que fregados mis neuronas y el hombrecillo de la tambora me permiten escribir. ¡Feliz Guarapeta!

Que tengan ustedes buen día y mejores noches.

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