jueves, diciembre 13, 2007

la de los jueves 13 diciembre 2007

Es una grata sorpresa que lean lo que escribo mis amigos que viven dentro y fuera de México. Al principio los consideré internautas despistados haciendo consultas en “Infiernet”, y que sólo por casualidad pasaban por donde yo dejo algo de mí en la red. Ahora veo agradecido que sus visitas semanales ya no son un evento fortuito, y me inspira para seguir exprimiendo estas mis neuronas que no terminan de acostumbrarse a este arte de transmitir el pensamiento en forma escrita. Muchas gracias amigos de aquí y de allá. Mi estimado “Homer Boy” (el de los Charcol’s) ¡no te duermas criatura! Pienso que tienes razón al decir que el “libro vaquero” te resulta más interesante que esta página, es decir, no lo dudo y agradezco la retroalimentación. Siempre seré creyente de que en gustos se rompen géneros y en petates… bueno, ustedes ya saben.

Pasando a lo que me trae ocupada la mente por estos días, yo no entiendo esto de la reforma electoral. Como todo aquello que hace el gobierno a espaldas de la sociedad pero en sus meras narices. Lo que se dice de la bendita reforma parece dicho en arameo antiguo, y lo que se escribe de ella parece esperanto bizantino, claro, todo esto con el objeto de confundir al respetable, y así después coronar el numerito con el viejo y conocido “bueno, lo que pasa es que la intención de la reforma fue otra, pero los periodistas lo trastocan todo”, o bien el conocidísimo y tan socorrido: “lo que verdaderamente quiso decir el señor diputado/secretario/presidente fue otra cosa… era otro el objetivo, era otro el alcance...”. Me parece bien que desaparezcan las alianzas entre partidos, creo que es un buen inicio para quitarnos de “partiditos” pedorros que nada más tragan de nuestros dineritos. Si la concepción de la reforma electoral es bien intencionada, veo un futuro donde la extinción de personajes políticos nefastos, por decir lo menos de ellos, perderán “representación proporcional” y tragarán el polvo. Actualmente tenemos 500 diputados federales. 300 de ellos son escogidos con nuestros votos, pero los otros 200, ¡el 40%! son personas que los ponen a discreción los partidos políticos y sólo obedecen a los intereses políticos de ese partido, o peor, a intereses de uno de los grupos de poder creados dentro del partido. ¿No es eso algo verdaderamente obsoleto, antidemocrático, sin sentido común? ¿Qué nos pasa, carajo, que nos quedamos viendo con la baba colgando y aceptando el dedo mítico embarrado de atole? Con 500 diputados y 128 senadores la labor de estas personas se complica hasta lo absurdo, dañando el país que ellos también aman, estoy seguro, pero que lastiman cuando se disputan los miles de millones de pesos. Pues entendamos, ellos también tienen sus debilidades como cualquiera de nosotros, nomás que estos son de la peor calaña (está en juego poder y dinero, nada más y nada menos). Así también la lista nacional de senadores plurinominales debe ser eliminada para devolver al Senado su carácter federalista. Los senadores de representación proporcional violentan el pacto y la representatividad federal. Seguramente va a ser un buen ahorro el que los diputados y senadores plurinominales se acaben, creo. Y más productividad. Y tal vez así puedan tomar las decisiones que le hace falta a esta tullida patria, tan llena de ganas por dejar atrás los tristes días que la cubren con negro manto.

También veo con buenos ojos el que los políticos dejen de publicitar su imagen con cargo al poco dinero que se recauda, gracias a que le seguimos sacando la vuelta al IVA en todo y para todos, claro, pero esa es otra historia. Esto de que ya dejen de aparecer retratados por todos lados nuestros queridos y estimados gobernadores y alcaldes, es una de esas cosas que se me hace escrito en jeroglíficos de la época predinástica, pero si le entiendo bien será un acto de dignidad comunitaria dejar de ver espectaculares con la cara de políticos “haciendo pública” sus supuestas obras. Que los hechos hablen por mí, me parece alguien dijo, y dijo bien. Que si un gobierno tiene que estar publicitando lo que hace, es por porque el populacherismo e la ineficiencia es tan grande como el dedo que nos da atolito a cambio de lo que en verdad necesitamos.

Y hablando de dedos, ¿Que tal la “encuesta” que hizo “Zócalo”, sobre el “popular” hermano del “dancing gober”? Hay que ir promocionando a “manito” para perpetuarnos en el poder, eso de que se acabe la “chiche” después de 6 años debe sentirse feo; qué mejor que el borceguí quede en la familia (falta ver que salga electo, porque del plato a la boca se suele caer la sopa).

Y cambiando de canal, ayer le hicieron fiesta a la Virgen del Tepeyac, la cual respeto y quiero como la madre de todas las madres, y claro, de Jesús el Nazareno; mas déjenme confieso que no me acaba de convencer el cuento de la aparición en el famoso cerro (lo siento hermanos en Fe, pero así pienso y pensaré). Y con este otro cuento de la fiesta a la morenita aquí en Piedras Negras se paralizó la circulación en el centro del rancho. Fue impresionante.

Y finalmente hoy es jueves ¡Vive Dios!, salgamos felizmente a empaparnos en alcohol y a abrazar una muchacha (…no pude contenerme en citar a Serrat, no crean que lo digo por otra cosa). Vamos a dejar el trajín de rutina en el fondo de un vaso de vidrio (por favor nunca agarren el vicio de servir bebidas espirituosas en vasos de plástico, es de mal gusto y de poca higiene). Si nos dan ganas la próxima semana (a mí de escribir y a ustedes de tener la amabilidad de seguirme leyendo), nos leemos la próxima semana (y si no, pues no).

Que tengan ustedes buen día y mejores noches.

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