jueves, julio 26, 2007

la de los jueves 26 julio 2007

Mi padre fue un hombre disciplinado, un hombre muy duro, como suelen ser algunos seres que se forjan solos y eligen ser gente de bien. En mi juventud (ya algo lejana) estuve convencido que mi padre era demasiado estricto y que, de plano, no me comprendía (caso común, ¿quéno?). Hoy, sin embargo, me doy cuenta que me amó tanto que le faltó estirarme un poquito más la rienda. Esta es sin duda un mamut de confesión, pues mucho tiempo he tenido para pensarlo y salir de los laberintos que tienden la autocomplacencia y el amor filial, y sin pretender cobrar ni pagar deudas morales, concluyo que así fue: me amó tanto que le faltó estirarme un poquito más la rienda. Quien me conoce y lo conoció sabe muy bien de lo que hablo. Los que no, déjenme decirles que desobedecer sus reglas era enfrentar su furia, pero para su primogénito (ese soy yo) siempre hubo “expiaciones” después de las “ostias”. En la casa de mis padres existían horarios de llegada, había tareas por cumplir (además de las escolares) y la palabra dada era inquebrantable, por lo tanto invaluable. Les comento esto porque el martes de la semana pasada recibí un correo electrónico de Don Mauricio Arredondo, que refleja mucho de lo que pienso y que, desgraciadamente, es una realidad palpable. Si eres madre o padre de familia, o si piensas llegar a serlo, o si no piensas pero llegarás por los derroteros ineludibles de la vida, estoy seguro te interesará leerlo. Sin más preámbulo, ahí les va:

“Quisiera que todos los padres de familia tengan la oportunidad de leer este escrito y mediten sobre lo que nos dice para tomar una acción al respecto cuando nos toque vivir lo que aquí se describe... Bueno, pero... ¿Qué nos pasa? ¿Qué es lo que nos hace suponer que alguien más tiene la responsabilidad de cuidar de nuestros hijos, si Nosotros, que se supone que somos los que más los amamos, no queremos tomar esa responsabilidad? Es ridículo ver esas mesas redondas, en las cuales funcionarios públicos, dueños de bares y discotecas, miembros de comités ciudadanos y medios de comunicación, se culpan unos a otros por algo que no es más que falta de responsabilidad de nosotros los padres.
Que si en los bares le venden alcohol a menores, que si los agentes de tránsito reciben sobornos, que si no cierran esos lugares a la hora señalada... pero, ¿Dónde están los padres de ese menor que tomó más de la cuenta? ¿Quién lo recibe en su casa a esas horas y en ese estado? ¿Quién le dio el dinero para entrar en el bar, para el alcohol y para el soborno? ¿Dónde están los padres que le dieron el carro a un menor que no es capaz de hacerse responsable y maneja aunque esté
tomado? ¡Por favor! ¿En qué piensan los padres de esos jóvenes que salen de su casa a las 11 de la noche, habiendo empezado a tomar desde en la tarde, durante el partido de fútbol? ¿Y qué están pensando los padres de la jovencita de 16 ó 17 años, que va a conseguir "raid" de regreso con la mamá de fulanita, sin querer enterarse de que esa mamá ni siquiera está en la ciudad?

Por qué queremos pasarles la responsabilidad de decidir en manos de quién ponen su vida si todavía no son capaces de decidir de qué color pintarse el pelo, hoy con rayitos, mañana mejor negro. Porqué les damos permiso a nuestras hijas de irse a dormir después de la disco a casa de una amiga y cargamos la responsabilidad de llevarlas a los novios de 19, 20 años quién sabe a qué hora y no sabemos ni cómo, pues puede ser que tome de más, ¿porqué queremos creer que son maduros y responsables si nosotros mismos no lo estamos siendo? Nos volvemos ciegos a los peligros por comodidad, nos hacemos los "buena onda", "es que yo sí le tengo confianza a mi hija". Lo que tenemos es miedo, flojera, no queremos actuar como padres. Nuestros hijos no necesitan que seamos sus amigos...Ellos ya tienen un montón de amigos de su edad. Nuestros hijos necesitan padres valientes y responsables, que pongan reglas y luego estén ahí para ver que se cumplan. ¿Cómo va a depender la seguridad de mi hijo del barman de un antro? ¿O del agente de tránsito, o del dueño de la disco si cumple la ley y cierra a las 3:00 a.m. en lugar de a las 6:00 a.m.? Yo creo que sí debería haber una ley. Pero para los padres de familia. Yo creo que sí debería de haber un horario, pero el que los padres pongan en su casa independientemente de la hora que cierren los antros. ¿De qué tenemos miedo, papás? ¿Por qué no podemos poner reglas? ¿Por qué no podemos exigir que se cumplan?

Si los jóvenes no necesitaran guía, si no necesitaran límites, autoridad a quién respetar... No existiríamos los padres. Se nos encomendó una misión muy especial, la más grande: colaborar con Dios en la creación y es a nosotros a quien se nos pedirá cuentas por nuestros hijos, no al dueño del bar, no al amigo de nuestro hijo que iba conduciendo borracho cuando chocaron, no al policía, no al maestro...¡a nadie más!
Nunca nadie podrá hacer que nuestros hijos regresen a casa a tiempo y a salvo, si nosotros no podemos hacerlo. No existe ley, ni horario, ni funcionario capaz de hacer por nuestros hijos lo que nosotros no queremos hacer: ACTUAR COMO PADRES. Es muy difícil, claro, oír de ellos "es que todos te tienen miedo, papá", ¡pues no importa! No estamos en campaña de elecciones para el papá más popular del año, ya cada quién tiene el padre que le tocó y sería estúpido poner en peligro la seguridad de nuestros hijos por quedar bien con sus amigos. Es terriblemente injusto, además, que estén en peligro jóvenes que sí tienen reglas en su casa, que saben que al llegar, estarán esperándolos sus padres, desvelados pero contentos de saber que se divirtieron (sanamente), y orgullosos de comprobar que van madurando y que actúan de acuerdo a lo que se les está tratando de inculcar: Libertad con responsabilidad. Es horrible oír de muertes de muchachos así (la muerte de un joven siempre es trágica), que han tenido la desgracia de toparse con esos otros jóvenes, hijos "huérfanos" de padres “buena onda". No estaría mal ganarnos el respeto de nuestros hijos tomando las riendas de su vida, haciéndonos responsables de su hora de llegada, de lo que toman, de sus calificaciones, haciéndoles saber lo que esperamos de ellos y creando los medios para ayudarles en su lucha para conseguirlo. Pongamos los pies en la tierra, seamos conscientes... Los jóvenes lo único que necesitan es que ACTUEMOS COMO PADRES.
Si llegaste hasta aquí espero lo medites y ojalá lo pongas en práctica.....tus hijos te lo agradecerán”.

Hasta aquí la reflexión de Don Mauricio Arredondo, muchas gracias por compartirla con nosotros. Yo soy padre, a mi me da miedo y sufro cada vez que mis hijas ponen un pie fuera de su casa; soy un “papá gallina”, y no me da pena confesarlo. Acepto que hay que soltar la “cuerda”, mas no desatarlos, ¿Y saben? Mis razones son muy egoístas: yo quiero verlas crecer, quiero verlas realizadas como profesionistas y seres humanos. Quiero verlas disfrutando a sus hijos y en las fotos familiares de una Navidad tras otra. Quiero que traigan a casa a los dos hijos (varones) que nunca tuve y que espero adoptar como míos (será difícil, soy un papá muy celoso; pero mi luchita haré).

Si estas de acuerdo con todo lo anterior, es muy posible que algún día nos unamos para decir “si sales hoy en la noche ahí te encargo a mis hijos, si los ves “regándola” no seas “ca....nijo” háblame al celular o a la casa y avísame”; si por el contrario te parece que soy un anticuado y de pensamiento duro, no hagas caso de lo leído hoy aquí. Total, las palabras de necios no merecen atención.

Que tengan ustedes buen día y mejores noches.

PD. ¿Hoy besaste a tus hijos antes de ir a tu trabajo? ¿Los besarás al regresar a casa?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimo mucho tus palabras, te felicito por tu trabajo. Estoy seguro de que tus hijos tendran una buena educacion y mucha disciplina. Te felicito... Tus articulos son muy interesantes. Y tienes razon en todos los sentidos, nosotros, los padres deberiamos de educar bien a nuestros hijos para formar un mejor futuro para ellos.

Anónimo dijo...

Los Tres Tristez lectores y Tu servidor hemos enmudecido, la pregunta que nos hacemos los que - al menos pretendemos ser empresarios al salir de nuestras casas, es si ....regresaremos Don Armando, ....es simplemente si regresaremos....Recorde la anecdota de un empresario allá por los 70´s que una vez dijo que si nosotros no nos cuidabamos , quien lo haria por nosotros?....y a nuestros hijos?... se que dicho empresario murio en una esquina oscura donde iba y venia a su trabajo diariamente, digo oscura porque creo que fue muerto a plena luz del dia por unos mojigatos tontos sin sentido que dan rienda suelta a sus exacervados ideales elevados sin considerar la opinion de otros, eso es triste, me pregunto donde andarán mis hijos?verifique lo que me dijeron?fuí necio o simplemente equivoque al ser considerado?No lo se pero tu comentario fue de lo mas ilustrativo, tengo que ser más cuidadoso con lo que concedo....a los querubines de mí casa que son responsabilidad de mi Esposa y de mí.

F. Costabella

Anónimo dijo...

Que barbaro armando ¡¡¡
siempre das en el clavo ¡¡¡
Felicidades por tu columna ¡¡¡
J.M