Te acuerdas de aquellas noches de bohemia escuchando nueva trova y consumiendo enormes cantidades de cerveza y licor; de las serenatas y estupideces que hacíamos siempre que estas se daban. Acaso aun recuerdas aquella “vieja” que te trajo por la calle de la amargura o ya es solo una diminuta fisura en esa carretera que llamamos memoria; todavía gozas recordando los buenos y malos momentos con aquel que alguna vez te distinguió con el honroso titulo de amigo y que hoy pareciera un extraño; y que me dices de aquellas “damas de noche que en el asiento de atrás de un coche no preguntaban si las querías” (gracias Sabina)
Sabes yo si me acuerdo. De las noches de bohemia porque ahí compartimos muchos sentimientos, puntos de vista y algunas otras cosas; de las serenatas y muchas de las estupideces que hicimos, porque ahí aprendí que existen ciertos limites aunque hasta la fecha a muchos nos gusta vivir en el limite. De aquellas por las que alguna vez estuve a punto de “morir de amor” y de las amigas que se daban primero por placer y tiempo después por algunos tacos o “hot dogs” (les suena?).
Pero sobre todo en mi memoria esta presente lo que eh vivido con cada uno de ustedes que me consideran o alguna vez me consideraron un amigo. Admitiendo que el ser humano no es perfecto, y no siendo yo la excepción, reconozco que alguna vez te lastime, decepcione y no llene las expectativas que como amigo tenias de mí; y aun así seguiste en contacto conmigo.
Por estas razones y muchas mas que en este momento se escapan de mis muy maltratadas neuronas les pido, que digo pido, les suplico que por una sola noche dejemos las caretas y todo lo demás a un lado; y convivamos como aquellos que solíamos ser.
Diciembre esta en puerta y la mayoría estaremos aquí, será posible recrear esa magia de nuevo?
Llámame idealista si así lo deseas, pero yo creo que es posible.
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