Pasando a otros temas, está cada vez más cerca la elección del 5 de julio donde se nos plantea cambiar en la cueva de “Alí Babá” (el Congreso de la Unión) algunos ladrones por otros, algunos ineptos por otros, algunos apátridas por otros… ¡No manches! No hay a quien irle. Para esa fecha tenemos 3 opciones, mismas que siempre han existido: Votar por un candidato (becerro presupuestal), o asistir a las casillas pero anulando nuestro voto cruzando la boleta de lado a lado, o la clásica estupidez de abstenernos de votar. Si a ti, amable lectora o lector, te convence algún candidato por sus promesas, “propuestas” o los planes "micky mouse" de cómo lograr mejorar las cosas, pues qué bueno, acude y vota por el susodicho. Bien por ti. Bien por México. Ahora, si eres de los que piensa que toda la bola de aspirantes a diputados y senadores sólo se están peleando una cómoda curul y un jugosísimo sueldo, importándoles un soberano pepino nuestro país, también puedes acudir a las casillas y anular tu voto, como una protesta con la dedicatoria "NINGUNO VALE QUESO", cruzando TODA la hoja con una mega “tacha” (de las “X's”, no de las otras); o bien utilizar TODA la hoja para dejarle algún mensajito sabrosón a quien más te guste. Cabe mencionar que estos votos no valen "pa’maldita la cosa", y que solamente engrosarán la estadística de los votos nulos. Por último, puedes no ir a votar y punto, pero en lo particular esto se me hace una "megajalada", porque en estos caóticos y difíciles tiempos en que ninguno de nuestros supuestos representantes escucha lo que tenemos que decirles, el voto se convierte en nuestra única y fuerte voz, para hacerles ver nuestro sentir a esa intocable casta de parásitos (mismos que secuestraron nuestra casa más grande, donde se supone que nos tenemos que poner de acuerdo para la vida en armonía y la forma de ser mejores. ¡Jijos de la notienenmadre! Nos están anulado esa posibilidad.).
Ahora bien, la primera y la tercera opción (votar por alguien y no ir a votar) son comportamientos que regularmente suceden, pero creo hay que dejar más clara la opción del voto en blanco o voto nulo (el de la X grandota), para no enredarnos, pues es una alternativa que hoy se presenta con un significado muy particular para la época en que vivimos: "NINGUNO VALE QUESO" o "TODOS SON IGUALMENTE MALOS" o "NADIE NOS OFRECE LO QUE NECESITAMOS". El voto nulo es simplemente un voto que no cuenta, en teoría no va "pa’nadie". Se dice que el voto nulo únicamente servirá para demostrar lo hartos que estamos de un sistema político completamente viciado y que ha demostrado que los actores políticos no cambian, sólo saltan (como chapulines) de un puesto a otro. Dicen que el voto nulo servirá para ejercer presión sobre la estructura política para que se hagan cambios urgentes, ya no en beneficio de los partidos, sino en beneficio de quienes los financiamos y aguantamos sus eternas luchas del poder por el poder mismo. En pocas palabras, en beneficio de nosotros: el pueblo de México. Pero con mi largo y retorcido colmillo desarrollado a lo largo de los años en este país rey del surrealismo y la incongruencia paradójica, les puedo pronosticar desde este momento que los senadores y diputados no harán acuse de recibo de nuestro mensaje, precisamente por las razones ya expuestas: no les importamos. El voto nulo beneficiará a los partidos políticos más populacheros (aquellos con casas amigas, que cuentan con el apoyo masivo de agrupaciones completas, muchas veces con su respectiva lideresa), pues bastará UN SOLO VOTO a favor del "candidote" para llevarlo a donde se paga bien por no hacer cosa alguna, o más preciso, seguir jodiendo al país con tal de no perder la ubre que lo hace mezquino.
Este próximo 5 de julio y como en cada elección, tenemos la oportunidad de expresar nuestra voz. Por lo tanto, no dejes de acudir a las urnas y vota como más te parezca conveniente. HAY QUE IR A VOTAR Y DEJAR EL ABSTENCIONISMO EN EL PASADO.
No es mi afán aburrirlos por lo que este jueves aquí la dejamos, yo me voy a donde siempre, a tomar lo de siempre, con mis amigos de siempre. Ustedes vayan a donde quieran, hagan lo que se les antoje, pues al final de cuentas aún vivimos en un país de libre tránsito (más o menos, o si no pregunten a quien le toca manifestación a la hora de ir a trabajar o regresar a casa), aunque la libertad de elegir a quien convenga para representar los propios intereses la perdimos hace tiempo.
Que tengan ustedes buen día y mejores noches
PD. Tino Bendito Dios, le aventaste un "dedo" a la "calaca" cuando te vea me cuentas que tal besa la susodicha. Me alegra saber que estas bien. Ya ven rezar "jala".
