jueves, marzo 23, 2006

la de los jueves 23 marzo 2006

Que grave es la situación que estamos viviendo actualmente en lo que a participación ciudadana se refiere, da la impresión que el entorno político nos importa “una pura y dos con sal”. Cada jueves en cualquier lugar a donde vaya a refrescar el gaznate con unos “caldos” (suena ilógico ¿No?, ahí se los dejo de tarea), escucho quejas sobre la situación política del país, del estado y del pueblo; y sin embargo en las pasadas elecciones para presidente municipal solo voto el 39.49% (¡Carajo! el 60.51% se quedo sabrá Dios donde). ¿Si no participas de que jijos de la fregada te andas quejando después?
Ahora bien las pasadas elecciones en el “EdoMex” posiblemente sean un vago reflejo de lo que pudiera suceder en la “grande” y lo grave del caso en particular es que allá se dio ¡casi el mismo porcentaje de abstencionismo!; aunque usted no lo crea.
Pareciera ser que los jóvenes (18 a 35; edad de los que no votan) piensan igual que nosotros a esa edad, “no importa por quien vote, al final de cuentas ya esta negociado” o bien, “para que voto si al final ya ellos saben quien va a quedar”. Estas aseveraciones creo yo eran validas bajo la extinta dinastía Prisita, mito que en las elecciones del 2000 se vino a tierra. Cabe aclarar que en el 2000 el cardumen voto por el cambio, no por Fox (creo que Fox lo interpreto al revés); la pregunta ahora es ¿Por quien votara el pueblo?
Y hasta eso, créanme, siento que la pregunta esta mal formulada; por que pareciera ser que hoy tenemos “mas de cien palabras, mas de cien motivos” (gracias Sabina) para explicar por quien NO vamos a votar, y muy pocos argumentos para explicar por quien SI votaríamos. Mencionado lo anterior, es muy importante, primero que NOSOTROS (Si NOSOTROS, pececillos agachones y apáticos) realmente de manera analítica decidamos por quien vamos a votar; y aquí tengo que escribir que se deben de analizar a conciencia cuales son los planes para lograr lo que cada candidato propone como objetivos a conseguir o alcanzar. Y lo tenia que escribir, por que hasta el momento solo escucho promesas y nada de estructura (es mi opinión muy, pero muy personal).
Mas risa me da aun el que se digan no estar listos para un debate, y me da risa (¿O debería provocarme llanto?) por que esta lucha electorera se viene dando de tiempo atrás; y si aun no están preparados para un “trinche”debate, ¿Cómo rejijos de la sota de espadas, van a estar listos para dirigir el destino del cardumen? Hasta parecen el clásico estudiante que se prepara para el examen una noche antes de que este se lleve a cabo el mismo. Y si así lo perciben los demás pues con razón nadie quiere votar, ¿O acaso ustedes confían su destino en alguien mal preparado?
Que grave es la situación que estamos viviendo, ciudadanos que se quejan; pero que no ejercen su derecho y obligación de elegir a sus representantes. ¡Que apatía y poca voluntad, verdad de Dios!
Y durante todo este tiempo Don Zandalio y Don Espiridion solo me observaban (y tomando “bien recio”, como diría el “Flash”) como aquel que observa a un chango vuelto loco después de recibir un plátano tras una semana a puro cacahuate de turista; ambos al terminar mi perorata alzaron la mano para ordenar otra ronda de bebidas y soltaron sonoras carcajadas. Obviamente que me sentí mal, digo, cuando tras hablar con el corazón, enfrente de casi “dos siglos” (en suma, no empiecen con cosas) y ver que estallan en carcajadas; pues como que uno se siente mal.
Don Uñafuerte, viejo lobo de mar (¿Ya lo había dicho?), se limito a palmearme el hombro y decirme “Muchacho, tus nortes navegan en contra de aguas muy bravas, mas de las que tu norte embrávese y que en aguas del sur redoblan su fuerza; tu lengua en oídos equivocados pueden traerte problemas.”
Zandalio riendo movió su cabeza de lado a lado diciendo “Es posible que tengas razón en lo que dices, pero no se si te diste cuenta que se lo estas contando a dos viejos que ya saben por quien votaran, y que en cierta manera comparten tu opinión. Esto lo deberías de comentar con aquellos que dices no votan, díselos a los de 18 a 35 años. Uno como quiera ya esta curtido, ¿Qué no compadre?”
La verdad me sentí una voz gritando en medio de la sierra, a la que solo Dios escucha (si acaso); por lo que pague lo que me había tomado (digo, esta vez no firme) y salí de la cantina para escribir todo lo anterior. Espero que el mensaje este llegando a aquellos que piensan no emitir su voto, espero que por lo menos hagan oír su opinión al emitir su sufragio por el candidato que realmente lo convenza; y si ya de plano la caballada esta muy fregada, por lo menos voten por el que consideren el menos “pior”. Pero si este es el caso, por favor voten por el menos “pior” en el contexto general, consideren por favor que sea el mejor para los Mexicanos. Por favor no solo vean el árbol frente a ustedes, tengan la amabilidad de ver el bosque completo.
Mil disculpas a mi estimado amigo “El Catalán”, me fue imposible asistir al evento al cual me invitaste ayer miércoles; y un saludo a todos ustedes mis inmerecidos lectores.

Que tengan ustedes buen día y mejores noches.

jueves, marzo 16, 2006

la de los jueves 16 marzo 2006

Don Espiridion Uñafuerte es un viejo lobo de mar nacido en tierra caliente, compadre de Don Zandalio Cruz por esas simpáticas vueltas que da la vida. Al igual que Zandalio, Espiridion añora “los buenos viejos tiempos” pero nunca dejo de adaptarse a la realidad que hoy le toca vivir; sin embargo le es imposible contener sus comentarios, comparaciones y añoranzas, cuando ataca con calma un buen ron de caña.
Conocí a Don Espiridion en un viaje que hice con Zandalio a tierras Sinaloenses, específicamente al puerto de Mazatlán. Fue ahí que una noche bajo el abrigo de una hermosa luna en una palapa en la playa y con el arrullo de un mar en calma, se destaparon cervezas, ron y vino tinto; para brindar por el reencuentro de dos amigos y dar paso a los recuerdos. Siendo yo el joven aprendiz, solo los contemplaba guardando silencio y escuchando las divertidas anécdotas de estos dos venerables ancianos. Lo que a continuación escribo, es algo de muchas cosas que se hablaron aquella hermosa noche.
“Compadre Cruz, no se si recuerde usted aquel tiempo en que vivimos en la capital, como nos divertimos verdad de Dios; claro que en aquel entonces usted tenia dinero hasta para regalar y a mi no me iba tan mal vendiendo mis pescaditos. Se acuerda compadre de aquellas dos chamacas Lourdes y Conchita, que sábados aquellos; pon atención chamaco por que esto no lo podrás vivir mas que en nuestros cuentos.
Los sábados por lo regular empezábamos por ir a comer a “La Escondida”, nos deberías de haber visto muchacho, mi compadre y yo con unos trajes cortados a la medida, sombreros de fieltro fino y zapatos bien boleados. De ahí por lo regular salíamos a eso de las 5 de la tarde para irnos por la chamacotas y mas tarde irnos al “Zanzusi”; no’mbre ahí pura estrella de verdad, no como los títeres de ahora. Nos toco ver a Pedro Infante, Agustín Lara, Toña la negra, ¡Caray! creo que vimos y escuchamos todos los grandes de la época de oro.
Nuestros vicios no eran los de hoy, seguro que había cocaína y morfina y no se que otros tantos “chismes” mas; pero no eran tan evidentes como ahora. Nosotros nos limitábamos a lo que ves aquí sobre esta mesa, alcohol y tabaco, así fuimos y así seguiremos hasta que nos “siembren” ¿Qué no, compadre?
Los hombres éramos caballerosos, les abríamos las puertas a las chamacas y a las señoras; vaya, había mucho mas respeto. Hoy todo eso se ha ido perdiendo poco a poco, el mundo se nos va a la mierda tan rápido, y parece que no nos importara”.
La verdad en el momento pensé que Don Uñafuerte exageraba, si las cosas se han relajado mas; Si, nuestros jóvenes manejan mucho mas información que nosotros y no se diga que sus abuelos; pero no al punto de decir que esto se nos va a la mierda.
Que lastima que en lo personal (creo también la sociedad entera) siempre algo triste y lamentable nos haga abrir los ojos y parar las orejas.
Ya saben lo que sucedió en Monterrey, no existe justificación alguna para los hechos, y olvidándonos de las culpas habremos de tener mucho cuidado en donde, con quien, que hacen y como se comportan nuestros hijos. Quizás nos concentramos tanto en buscar los medios para que ellos tengan una vida mejor, olvidando que ellos necesitan de nosotros; no tanto como padres, mas bien como amigos.
Y les comento lo anterior, pues por desgracia lo de Monterrey no es un caso aislado, la violencia contra la mujer sucede en todo el mundo y a cada segundo; y por desgracia esta violencia muchas veces se extiende hacia seres humanos que poco tiene que ver con el problema.
¿Qué esta pasando con la cordura? ¿Qué le paso a la tolerancia?
Es muy triste ver como los medios siguen siendo parte carnicería, pues no cabe duda que la carne y sangre venden; claro que no es culpa de ellos, si los que aumentamos la audiencia y compra de diarios somos nosotros cuando la noticia es morbosa y tiñe de rojo el papel.
Que si el mundo se esta yendo al caño, creo que Don Espiridion Uñafuerte tenia razón, solo que difiero en su perspectiva. La marcha hacia abajo es lenta, pero alarmantemente constante.
Todavía hay tiempo para corregir el rumbo, pero nos queda muy poco.


Que tengan ustedes buen día y mejores noches

jueves, marzo 09, 2006

la de los jueves 9 marzo 2006

Bendita la sabiduría de nuestros viejos, pues en sus palabras la fuerza de la juventud encuentra el remanso de calma y el bálsamo para sanar heridas. Desgraciadamente la gran mayoria de nuestros jóvenes parecen ignorar esto y encuentran la tranquilidad, en forma de “metanfetas”, pastas, coca y otras hierbas; acompañadas de alcohol y reventón.
Pero como yo soy un buen muchachito (¡Ja!) de la vieja (bastante vieja por cierto) escuela, aun presto atención a los ancianos; quizás por que para allá voy mas rápido que una flatulencia tras haber digerido frijoles.
El caso es que después de mucho tiempo me tope de nuevo con Don Zandalio Cruz, el mismo que algun día me dijo que cada arruga era la marca que la vida te dejaba como reconocimiento al error aprendido, a la experiencia y a aquello que deja huellas en tu alma y corazón.
Pues bien después de saludar a mi amigo, nos dirigimos a una vieja cantina y tras tomar asiento y ordenar unas cervezas bien frías; Don Zandalio encendió un “faro” y me contó el siguiente relato.
Hace muchas lluvias en el pueblo del lago de la luna, existió un Tlahtoani cuya familia política venia gobernando desde los principios del tiempo, este monarca era de mano dura como muchos de sus antecesores y llego a matar a muchos que se oponían a su reinado. Un buen día a este Tlahtoani se le ocurrió organizar en su pueblo unos juegos donde guerreros de todos los rincones del mundo dejaban las armas por solo unos días y competían con honestidad y orgullo en justas deportivas. Pero el rey tenia un problema, si gastaba lo que había en las arcas del reino, no podría quedarse con los medios que le permitiría vivir, a el y a cuatro generaciones suyas, con lujos el resto de su vida; por lo que en menos de 10 segundos se le ocurrió una “brillante” idea.
“Creare un impuesto para todos aquellos que posean acaltontlis, acallis o acalpechtlis; después de todo ellos se las pueden financiar, y al deberme favores de manera directa o indirecta, no se podrán negar a pagarlo”. Al día siguiente por todo el pueblo del lago de la luna se supo la noticia y los tlatquihuac (ricos, y no de sabor) acudieron prestos a pagar este impuesto. El pueblo pensó que seria solo una medida temporal para los juegos, pero que lejos estaban de la realidad. El rey se encargo de grabar este impuesto en la ley, en un futuro nadie se podría escapar de la misma.
Al pueblo se le olvido que era temporal, y se “acostumbraron” a pagar este impuesto cuando las embarcaciones se hicieron accesibles para ellos; el rey murió algun tiempo después, pero sus sucesores siguieron cobrando el impuesto. Un nuevo rey surgió acabando con la vieja dinastía de Tlahtoanis, pero el impuesto se quedo y en el pueblo del lago de la luna ya había millones de embarcaciones mas, que cuando todo empezó………el pueblo nunca alzo la voz, sus quejas solo se escuchaba en cantinas y lugares de reunión.
Don Zandalio apuro a beber su única cerveza de un solo golpe y tras darme un abrazo, pidió me cuidara y salio del bar como si nos hubiéramos visto ayer. Por mi parte me quede ahí, meditando (mientras meditaba, me bebí 4 “cheves” mas, meditación profunda) en sus palabras, para después pagar la cuenta y salir hacia donde me esperaba mi gente, la de los jueves.


Que tengan ustedes buen día y mejores noches


PD. Cualquier parecido con la realidad y el impuesto de la “tenencia vehicular”, NO es mera coincidencia….

jueves, marzo 02, 2006

la de los jueves 2 marzo 2006

Tras escribir mi sentir sobre lo ocurrido en la mina pasta de conchos, recibí comentarios muy interesantes; gracias por tomarse el tiempo de opinar sobre esta muy suya “la de los jueves”. Por desgracia esta historia no tuvo final feliz y Coahuila se viste de luto, y ahora surge la pregunta ¿Por qué? Hoy las madres y padres, las esposas y los hijos; los hermanos y amigos, solo tienen una pregunta ¿Por qué?
Los hombres que día a día bajan a ese mundo de oscuridad total, caliente y húmedo; aseguran que en pasta de conchos había mucho gas. Quienes dirigen la operación desde un escritorio dicen que esta apreciación no es correcta; quienes son responsables de exigir que se cumpla con la ley dicen que todo estaba bien, ¿Y el sindicato? Del sindicato mejor ni hablar, ¿No creen?
Seguramente dirán que los mineros no siguieron los procedimientos, y déjenme decirles que quizás no estén muy equivocados y la razón más simple es la siguiente. Si estos pobres hombres no sacan la producción lo único que se llevan es su sueldo (pierden el bono de producción), y por las noticias todo el mundo ya sabemos que es un salario ridículo para el riesgo que corren. Aclarando que lo anterior no exime de culpa ni a empresa, secretaria del trabajo y sindicato.
Pero lo anterior nos lleva a una nueva pregunta ¿Por qué demonios tienen que correr tantos riesgos? ¿Acaso la tecnología de explotación del carbón no ha avanzado en 2 siglos?
Hace un par de años recibí la invitación de mi buen amigo Juan Domínguez (Saludos Juanito), para bajar a una mina de carbón; y quiero decirles que fue una de las experiencias mas interesantes que he vivido (otra que no viene al caso, pero que fue muy interesante fue cuando “El Barney” le quería aplastar el cráneo al “Bombón” pero ese es otro cuento).
Fueron dos horas o un poco mas en un ambiente donde el polvo de carbón se te mete a los poros, donde el temor a un derrumbe siempre esta presente; donde el olor a metano es imperceptible para un visitante, pero el perfectamente perceptible para aquellos que ahí laboran. Fue una experiencia que me enseño que para realizar trabajos de alto riesgo, hay que ser muy hombre y tener mucha necesidad, esa maldita necesidad que abunda en nuestro país.
Hoy hay almas que no nos acompañan en este plano dimensional (existencial o como le quieran llamar), hoy almas pagaron a Caronte y navegan por Estigia; hoy nuestro Padre Universal abrió sus brazos para recibir de nuevo a los hijos que dejo aventurarse a probar el dolor físico y los placeres terrenos. A los caídos en este terrible accidente larga vida en la memoria de los seres queridos que dejan; que su muerte no sea en vano y que sirva para una mejor total en las condiciones y salarios de nuestros mineros. Que sirva de ejemplo para que abramos los ojos y nos demos cuenta que si nos unimos con un objetivo en común y exigimos con bases sólidas, el gobierno (electo por nosotros) escucha y se pone a trabajar; por que no le queda de otra mas que obedecer la voluntad del pueblo, de nosotros. (y a la presion de los medios, digo tampoco hay que engañarnos)
¿Cuántas vidas vale una tonelada de carbón?...... ¡Ninguna Carajo!
Barroteran en el 69 y los demás desastres hasta la fecha, ¿Seguirán siendo solo frases de “grandes” y aburridos discursos en el futuro? Con todo el corazón espero que no, mis esperanzas se basan en que los “lideres” (esos que solo se presentan en pachangas y mítines) defiendan los derechos de los que pagamos sus inmerecidos sueldos.
Lo mas ridículo del caso es que quienes se harán cargo de la “investigación” son precisamente la empresa, el sindicato y la secretaria del trabajo; nada mas y nada menos que los posibles responsables de esta tragedia. Y que me dicen de las medidas inmediatas tomadas por el gobierno federal, de veras que se pasan estos cuates, siguiendo el mismo ejemplo estupido de gobiernos anteriores lo mejor que se les pudo ocurrir fue la destitución del delegado de la secretaria del trabajo y previsión social Pedro Camarillo. Esas son medidas “al vapor” que sirven solo para dos cosas.
Lo justo seria que se realizara una investigación por parte de una empresa independiente y que se pusieran a remojar las barbas de los directivos de la mina, el delegado de la secretaria y obviamente las de “Napito” (así le dicen a Napoleón Gómez, yo que culpa tengo); y que se castigue (de verdad, no solo con un manazo y el clásico “no lo vuelva a hacer”) a los verdaderos culpables, ya estamos hartos de “chivos expiatorios”.
Como era de esperarse pasada la noticia de si estos pobres hombres estaban vivos o muertos, empezaron a volar en círculos los zopilotes de la política viendo de que manera pueden acarrear agua para su molino. En serio que estos tipos tienen un estomago bastante especialito, aun no se rescatan los cuerpos y estas aves de rapiña ya pelean por sacar la mejor parte……. ¡Que poca, en serio!
Solo espero que este accidente de pie a una revisión a fondo de todas las minas (sobre todo de los mentados “pocitos”) y que se exija a los concesionarios, propietarios o como les quieran llamar; que se cumplan con los reglamentos y las medidas de seguridad. Bueno podría hasta decir que debería hacerse una revisión a la ley que regula la explotación del carbón, así como aquella que aplica a la seguridad y bienestar de los que ahí laboran.
65 familias se preguntan ¿Por qué? La respuesta, desgraciadamente, la respuesta parece estar cubierta con el oscuro mineral que hasta hoy envuelve los cuerpos de 65 humildes hombres.

Que tengan ustedes buen día y mejores noches.